Antoniop
Milpostista
Sin verificar
Hola compañeros
Este es mi primer hilo y mi primer reloj de bolsillo y antes de nada quería presentarme en vuestro foro: soy Antonio de Madrid, nacido en los 70, un enamorado y disfrutador de relojes vintage, de pulsera -últimamente de cronos- y neófito total en este mundillo, y como no, osquiero presentar a este magnífico grandullón que me tiene enamorado.
En segundo lugar agradecer a Rafael –Rafagil- su inestimable colaboración, con par de privados me ayudo bastante en este nueva aventura. Muchas gracias Rafael…aunque al final no haya elegido “el mejor”.
Esta pieza, junto con otros 3 ó 4 vino muy mugriento y parado, pero a diferencia de sus compañeros completamente entero.... y por eso me decidí por el, y no por otro bellísimo Roskopf patent con una bonita esfera de porcelana, -con el beneplácito de Rafael-, pero sin agujas, plexi y sin apenas marcha.
Cada vez que le iba abriendo las sucesivas capas al Longines y frotando hasta 3 ó 4veces con “algodón mágico”, me iba embriagando y llevando a su terreno.
Casi sé a ciencia cierta que solo tuvo un propietario, y que lleva mas de 40 años dormido, pero me asombra y me deja sin palabras que con un par de vueltas de su formidable corona empiece su infatigable tic-tac, tic-tac, tic-tac….y las bellas agujas metalizadas me miraban, brillaban, se movían…
Como no lo iba a querer!!! , si todo me lo iba mostrando: con templaza pero sin dureza,con tranquilidad, sin prisas…coqueteaba en su espejo, me estaba dejando que le descubriera.
Hasta me facilito sin problemas su edad, de la década de los 30, ya era el abuelo de mi colección. Tampoco me escondió su noble corazón -el calibre 18.49 N -, un prodigio de la técnica, y sabedor que muy pocos de los millones de hermanos que hoy muestran nuestras muñecas aguantarían esas 4 décadas parados y a la espera de un nuevo renacer.
Aquí no se escatimó en su construcción, y hoy he podido admirar mejor el excepcional grosor de sus puentes, la firmeza de sus joyas, la agilidad de su volante, la dureza de sus ruedas…etc.
Incluso hoy, ha sido único en la sesión de fotos –y he fotografiado ya unas cuantas docenas-, también me ha deleitado con su incansable y bello sonar; el Longines era una sinfonía sensitiva visual y de sonido. Gracias de nuevo abuelo por mostrarte y encontrarme.
Bueno compañeros espero que os guste y no haberos aburrido, y deciros que desde hace un escaso mes ya hay un forero más –más lector por desgracia- y visitante de vuestro foro.
Este es mi primer hilo y mi primer reloj de bolsillo y antes de nada quería presentarme en vuestro foro: soy Antonio de Madrid, nacido en los 70, un enamorado y disfrutador de relojes vintage, de pulsera -últimamente de cronos- y neófito total en este mundillo, y como no, osquiero presentar a este magnífico grandullón que me tiene enamorado.
En segundo lugar agradecer a Rafael –Rafagil- su inestimable colaboración, con par de privados me ayudo bastante en este nueva aventura. Muchas gracias Rafael…aunque al final no haya elegido “el mejor”.
Esta pieza, junto con otros 3 ó 4 vino muy mugriento y parado, pero a diferencia de sus compañeros completamente entero.... y por eso me decidí por el, y no por otro bellísimo Roskopf patent con una bonita esfera de porcelana, -con el beneplácito de Rafael-, pero sin agujas, plexi y sin apenas marcha.
Cada vez que le iba abriendo las sucesivas capas al Longines y frotando hasta 3 ó 4veces con “algodón mágico”, me iba embriagando y llevando a su terreno.
Casi sé a ciencia cierta que solo tuvo un propietario, y que lleva mas de 40 años dormido, pero me asombra y me deja sin palabras que con un par de vueltas de su formidable corona empiece su infatigable tic-tac, tic-tac, tic-tac….y las bellas agujas metalizadas me miraban, brillaban, se movían…
Como no lo iba a querer!!! , si todo me lo iba mostrando: con templaza pero sin dureza,con tranquilidad, sin prisas…coqueteaba en su espejo, me estaba dejando que le descubriera.
Hasta me facilito sin problemas su edad, de la década de los 30, ya era el abuelo de mi colección. Tampoco me escondió su noble corazón -el calibre 18.49 N -, un prodigio de la técnica, y sabedor que muy pocos de los millones de hermanos que hoy muestran nuestras muñecas aguantarían esas 4 décadas parados y a la espera de un nuevo renacer.
Aquí no se escatimó en su construcción, y hoy he podido admirar mejor el excepcional grosor de sus puentes, la firmeza de sus joyas, la agilidad de su volante, la dureza de sus ruedas…etc.
Incluso hoy, ha sido único en la sesión de fotos –y he fotografiado ya unas cuantas docenas-, también me ha deleitado con su incansable y bello sonar; el Longines era una sinfonía sensitiva visual y de sonido. Gracias de nuevo abuelo por mostrarte y encontrarme.
Bueno compañeros espero que os guste y no haberos aburrido, y deciros que desde hace un escaso mes ya hay un forero más –más lector por desgracia- y visitante de vuestro foro.