Billy Shears
Forer@ Senior
Sin verificar
Siempre me ha fascinado Rolex.
La verdad, es que desde que tengo uso de razón, he tenido entendido a Rolex como sinónimo de prestigio en relojería. Desde los escaparates de Serrano hasta las viejas películas de James Bond, pasando por los sobrios anuncios en las revistas de la sala de estar de médicos y las muñecas de los viejos compañeros de despacho de mi padre.
Nunca ha sido una obsesión para mí, pero siempre supe que cuando pudiera me haría con uno.
No fue un Rolex el que encendió mi curiosidad por los relojes. Después de varios años pululando entre casios, camel trophy y otros modelos entrañables (sin darles mayor importancia) cayo en mis manos de regalo un Constellation. Fue en ese momento cuando comprendí que algo había, ya que ese acero no era igual, ni las formas, ni el brillo de la esfera,....
Ese torrente de información llamado Internet me llevo hasta el Speedy. Ahí comenzo la obsesión. Desazón, nervios y ansias por poseer esa pieza que me gustaba tanto estéticamente como por su historia. Una vez conseguido reconozco que sació mi necesidad durante un buen tiempo pero siempre había algo ahí. Nunca podía quitarme de la cabeza la marca de la corona. Tal vez por que a menudo seguía probándome el datejust combinado que ha acompañado a mi padre durante 20 años. Todo, siguio normal. Incluso caí en la estupidez de algún que otro fake. Que triste. Que poco valor. No transmiten nada desde el momento que los pones en la muñeca.
Y así pasó el tiempo hasta que un día me dí cuenta que había llegado el momento y podía hacerme con uno. No lo dude ni un momento y me planté en el CO dispuesto a lanzarme al vacío. Y salí de allí con un GMT. La impresión fue explosiva. Jamás recuerdo unas agujetas tan profundas como las de aquella primera semana en la que controlé, en todo momento, la posición de mi brazo y muñeca, la orientación del antebrazo e incluso pude esquivar las gotas de lluvia. Que demonios, hasta utilizaba la mano derecha para el bolsillo izquierdo. Tengo que reconocer que no me parecía ni el más bonito, ni el más logrado, ni el más espectacular.... pero Rolex me había llenado.
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Hasta que conocí el DeepSea. La primera vez por internet, que me llenó tanto como lo haría cualquier modelo, ya que las fotos son espectaculares. Pero al verlo al natural. Ohhhh, al verlo en vivo. Descubrí que para mí, ese era "el reloj". Todo el encanto de un SUB en un formato mucho más agresivo pero a la vez sobrio y firme. Y unas dimensiones y aspecto de robustez digno de un fiel compañero de fatigas.
En ese momento descubrí que lo importante no era sólo la marca. Hay que ir mas allá.
Reconozco que desde que me hice con él (en el FcV) jamás se ha separado de mi muñeca. Muchísimos días al llegar a casa pienso en dar cuerda al GMT pero algo me lo impide.
Creo que con este reloj Rolex ha tenido un gran acierto. Ha sido la auténtica evolución de la especie. Una forma hábil para llegar a todo el mercado. Es indiscutible (hasta en este foro) que la calidad de Rolex es sublime, pero además ahora nos ofrece algo que pedíamos un segmento determinado al que Rolex parecía hacer oídos sordos.
Creo que este es el camino correcto que debe seguir Rolex abriéndose a una futura reconversión de sus modelos (sin olvidar los cásicos) para permitirnos a gente como yo que además de amar la marca.....amemos lo relojes.
Un saludo a todos!
La verdad, es que desde que tengo uso de razón, he tenido entendido a Rolex como sinónimo de prestigio en relojería. Desde los escaparates de Serrano hasta las viejas películas de James Bond, pasando por los sobrios anuncios en las revistas de la sala de estar de médicos y las muñecas de los viejos compañeros de despacho de mi padre.
Nunca ha sido una obsesión para mí, pero siempre supe que cuando pudiera me haría con uno.
No fue un Rolex el que encendió mi curiosidad por los relojes. Después de varios años pululando entre casios, camel trophy y otros modelos entrañables (sin darles mayor importancia) cayo en mis manos de regalo un Constellation. Fue en ese momento cuando comprendí que algo había, ya que ese acero no era igual, ni las formas, ni el brillo de la esfera,....
Ese torrente de información llamado Internet me llevo hasta el Speedy. Ahí comenzo la obsesión. Desazón, nervios y ansias por poseer esa pieza que me gustaba tanto estéticamente como por su historia. Una vez conseguido reconozco que sació mi necesidad durante un buen tiempo pero siempre había algo ahí. Nunca podía quitarme de la cabeza la marca de la corona. Tal vez por que a menudo seguía probándome el datejust combinado que ha acompañado a mi padre durante 20 años. Todo, siguio normal. Incluso caí en la estupidez de algún que otro fake. Que triste. Que poco valor. No transmiten nada desde el momento que los pones en la muñeca.
Y así pasó el tiempo hasta que un día me dí cuenta que había llegado el momento y podía hacerme con uno. No lo dude ni un momento y me planté en el CO dispuesto a lanzarme al vacío. Y salí de allí con un GMT. La impresión fue explosiva. Jamás recuerdo unas agujetas tan profundas como las de aquella primera semana en la que controlé, en todo momento, la posición de mi brazo y muñeca, la orientación del antebrazo e incluso pude esquivar las gotas de lluvia. Que demonios, hasta utilizaba la mano derecha para el bolsillo izquierdo. Tengo que reconocer que no me parecía ni el más bonito, ni el más logrado, ni el más espectacular.... pero Rolex me había llenado.
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Hasta que conocí el DeepSea. La primera vez por internet, que me llenó tanto como lo haría cualquier modelo, ya que las fotos son espectaculares. Pero al verlo al natural. Ohhhh, al verlo en vivo. Descubrí que para mí, ese era "el reloj". Todo el encanto de un SUB en un formato mucho más agresivo pero a la vez sobrio y firme. Y unas dimensiones y aspecto de robustez digno de un fiel compañero de fatigas.
En ese momento descubrí que lo importante no era sólo la marca. Hay que ir mas allá.
Reconozco que desde que me hice con él (en el FcV) jamás se ha separado de mi muñeca. Muchísimos días al llegar a casa pienso en dar cuerda al GMT pero algo me lo impide.
Creo que con este reloj Rolex ha tenido un gran acierto. Ha sido la auténtica evolución de la especie. Una forma hábil para llegar a todo el mercado. Es indiscutible (hasta en este foro) que la calidad de Rolex es sublime, pero además ahora nos ofrece algo que pedíamos un segmento determinado al que Rolex parecía hacer oídos sordos.
Creo que este es el camino correcto que debe seguir Rolex abriéndose a una futura reconversión de sus modelos (sin olvidar los cásicos) para permitirnos a gente como yo que además de amar la marca.....amemos lo relojes.
Un saludo a todos!