Antoniolopez
Habitual
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LOS RELOJES DE MIS GNOMOS
Desde hace tres décadas, hay una familia de Gnomos viviendo en mi jardín. Por supuesto, en los troncos y raíces de estos arboles.
A lo largo de los años, nos hemos observado. Y en los últimos tiempos ya tenemos algunas tertulias. Siempre por la noche, cuando todo está más tranquilo.
Me han pedido dos cosas.
La primera, que les ponga una nueva antena de TV, en una banda de muchos GHz., orientada al norte, ya que su repetidor está situado en la estrella más cercana a la Polar. La β -Ursae Minoris-. No quieren que sus niños, vean las actuales cadenas que pueblan el planeta tierra.
Rápidamente, construí e instale dicha antena.
Quedaron muy contentos y en la siguiente tertulia, me pidieron un reloj.
Con el fin de que eligieran con calma, les deje varios colgados al lado de la antena.
Después de varias noches debatiendo toda la familia, uno de los tatarabuelos, impuso su autoridad alegando, que lo mejor era un reloj grandote, que colgado de la pared, podría ser visto por todos.
Este es el que eligieron:
Y con estos dos pequeños detalles, han pasado un invierno feliz.
A ver que se les ocurre pedir este verano.
Y yo celebro mis 3.000 post, con esta bonita historia.
Desde hace tres décadas, hay una familia de Gnomos viviendo en mi jardín. Por supuesto, en los troncos y raíces de estos arboles.
A lo largo de los años, nos hemos observado. Y en los últimos tiempos ya tenemos algunas tertulias. Siempre por la noche, cuando todo está más tranquilo.
Me han pedido dos cosas.
La primera, que les ponga una nueva antena de TV, en una banda de muchos GHz., orientada al norte, ya que su repetidor está situado en la estrella más cercana a la Polar. La β -Ursae Minoris-. No quieren que sus niños, vean las actuales cadenas que pueblan el planeta tierra.
Rápidamente, construí e instale dicha antena.
Quedaron muy contentos y en la siguiente tertulia, me pidieron un reloj.
Con el fin de que eligieran con calma, les deje varios colgados al lado de la antena.
Después de varias noches debatiendo toda la familia, uno de los tatarabuelos, impuso su autoridad alegando, que lo mejor era un reloj grandote, que colgado de la pared, podría ser visto por todos.
Este es el que eligieron:
Y con estos dos pequeños detalles, han pasado un invierno feliz.
A ver que se les ocurre pedir este verano.
Y yo celebro mis 3.000 post, con esta bonita historia.
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