charlitos
Crono-doctorando
Sin verificar
Buenas!
Con motivo del puente, le regalé a mi chica un viaje a Santander (tenía muchas ganas de conocer el Palacio de la Magdalena), y aprovechando la ocasión, nos desvíamos un pelín para conocer esta fantástica ciudad, pequeñita, pero con un encanto especial, y joder! Cómo se come!
Sin más os dejo con las fotos.
Llegando, la inconfundible sello de la ciudad...
Paseando por una ciudad medieval.
Buenos escaparates.
Subimos a la muralla. Un paseo de 1500m aproximadamente, 5€ por persona, no está nada mal.
Primero desde abajo...
... Y las vistas.
Después del paseo. Tocaba comer, y así allí nos dirigíamos "Los Candiles".
Un sitio de aspecto algo cutrillo, pero a rebosar -tan sólo espacio para unos 45 comensales-, de hecho, todo estaba pillado, pero nos hicieron el favor de cogernos. La comida y el trato excelentes. Ah! El menú 25€. Merece muuucho la pena.
Vamos a ello.
El vino normalucho.
Las alubias, y las papas a la revolcona, mucho mejores.
Los segundos. El esperado chuletón, y un solomillo muy muy rico.
Finalmente los postres. Tarta de queso, y desgustación de flan, tarta de manzana y quesadilla.
Y después con dos cohones, casi 4 horas conduciendo para llegar a Santander, aunque el esfuerzo a merecido la pena. Hemos dado una pequeña vuelta por el Sardinero, y ahora esperamos para la cena.
Por cierto, las vistas fenomenales (siento la calidad de las foto)
Abrazos.
Con motivo del puente, le regalé a mi chica un viaje a Santander (tenía muchas ganas de conocer el Palacio de la Magdalena), y aprovechando la ocasión, nos desvíamos un pelín para conocer esta fantástica ciudad, pequeñita, pero con un encanto especial, y joder! Cómo se come!
Sin más os dejo con las fotos.
Llegando, la inconfundible sello de la ciudad...
Paseando por una ciudad medieval.
Buenos escaparates.
Subimos a la muralla. Un paseo de 1500m aproximadamente, 5€ por persona, no está nada mal.
Primero desde abajo...
... Y las vistas.
Después del paseo. Tocaba comer, y así allí nos dirigíamos "Los Candiles".
Un sitio de aspecto algo cutrillo, pero a rebosar -tan sólo espacio para unos 45 comensales-, de hecho, todo estaba pillado, pero nos hicieron el favor de cogernos. La comida y el trato excelentes. Ah! El menú 25€. Merece muuucho la pena.
Vamos a ello.
El vino normalucho.
Las alubias, y las papas a la revolcona, mucho mejores.
Los segundos. El esperado chuletón, y un solomillo muy muy rico.
Finalmente los postres. Tarta de queso, y desgustación de flan, tarta de manzana y quesadilla.
Y después con dos cohones, casi 4 horas conduciendo para llegar a Santander, aunque el esfuerzo a merecido la pena. Hemos dado una pequeña vuelta por el Sardinero, y ahora esperamos para la cena.
Por cierto, las vistas fenomenales (siento la calidad de las foto)
Abrazos.