diavolorosso
Forer@ Senior
Sin verificar
Queridos amigos,
La verdad, no sé ni cómo comenzar y más bien, cómo terminar.
A lo largo de todos estos años he pasado horas y horas pegado a una pantalla de ordenador, descubriendo un mundo fascinante, apasionante, donde un reloj dejó de ser un mero objeto que “sólo daba la hora” para convertirse en ese oscuro objeto del deseo donde extrañas palabras y un léxico muy particular tomaban forma en mi mente e iban adquiriendo proporciones mayúsculas…
Pronto descubrí qué era una “CRI”, malditas CRI’s… y cada rincón de esa caja exigua iba adquiriendo proporciones únicas, en su mayoría en viajes de ida y vuelta y últimamente, sólo de ida.
Mis íntimos deseos fueron adquiriendo formas de océanos y mares, diver’s, que llegaron a copar la práctica totalidad de mi colección. También aquellos que jamás pensé que un día se abrazaran a mi muñeca, aquellos que veía desde detrás de ese cristal frío de un escaparate que a menudo separa lo imposible.
Así llegaron con mucho esfuerzo y años de sacrificio mi primeros Tissot, Certina, Hamilton, Seiko, Omega, Breitling, Longines, Crepas, etc, etc.
Muchos de ellos hoy, fruto de un cada vez mayor desencanto, tienen felices propietarios que los miman y cuidan como se merecen, estoy seguro.
Las piezas que quedan tienen un alto valor sentimental para mí: Dos preciosos Omegas: Planet Ocean (2500) y Speedy Coaxial doble zafiro (3313), un Breitling Chrono Avenger, un Tissot Seastar y Hamilton Xwind.
He tenido especial devoción y he de reconocerlo hacia Omega y nunca me he sentido antes atraído por Rolex. Hay algo que ha cambiado en mí desde que vi vuestras fotos del último modelo de Submariner cerámico, irremediablemente he ido sucumbiendo al poder de la coronita y no hablo precisamente de la cerveza…
Se ha producido tal magnetismo que no soy capaz de que su imagen desaparezca de mi mente…
Ello implica que irremediablemente, no existe otra posibilidad, debería de sacrificar casi toda mi colección, incluídos los dos Omegas por tener “El Reloj” como algunos lo denomináis. Corazón o razón? Reloj atemporal, casi un objeto-joya del que sólo se hablan excelencias o creéis en vuestra opinión que debo permanecer fiel a aquello que un día comencé?
Espero vuestras sabias opiniones. Gracias por llegar hasta aquí y ante todo disculpad si el post no contiene nada nuevo y no aporta gran cosa, más allá de las tribulaciones y dudas de este humilde forero.
Como siempre, recibid un fuerte abrazo allá donde estéis.
La verdad, no sé ni cómo comenzar y más bien, cómo terminar.
A lo largo de todos estos años he pasado horas y horas pegado a una pantalla de ordenador, descubriendo un mundo fascinante, apasionante, donde un reloj dejó de ser un mero objeto que “sólo daba la hora” para convertirse en ese oscuro objeto del deseo donde extrañas palabras y un léxico muy particular tomaban forma en mi mente e iban adquiriendo proporciones mayúsculas…
Pronto descubrí qué era una “CRI”, malditas CRI’s… y cada rincón de esa caja exigua iba adquiriendo proporciones únicas, en su mayoría en viajes de ida y vuelta y últimamente, sólo de ida.
Mis íntimos deseos fueron adquiriendo formas de océanos y mares, diver’s, que llegaron a copar la práctica totalidad de mi colección. También aquellos que jamás pensé que un día se abrazaran a mi muñeca, aquellos que veía desde detrás de ese cristal frío de un escaparate que a menudo separa lo imposible.
Así llegaron con mucho esfuerzo y años de sacrificio mi primeros Tissot, Certina, Hamilton, Seiko, Omega, Breitling, Longines, Crepas, etc, etc.
Muchos de ellos hoy, fruto de un cada vez mayor desencanto, tienen felices propietarios que los miman y cuidan como se merecen, estoy seguro.
Las piezas que quedan tienen un alto valor sentimental para mí: Dos preciosos Omegas: Planet Ocean (2500) y Speedy Coaxial doble zafiro (3313), un Breitling Chrono Avenger, un Tissot Seastar y Hamilton Xwind.
He tenido especial devoción y he de reconocerlo hacia Omega y nunca me he sentido antes atraído por Rolex. Hay algo que ha cambiado en mí desde que vi vuestras fotos del último modelo de Submariner cerámico, irremediablemente he ido sucumbiendo al poder de la coronita y no hablo precisamente de la cerveza…
Se ha producido tal magnetismo que no soy capaz de que su imagen desaparezca de mi mente…
Ello implica que irremediablemente, no existe otra posibilidad, debería de sacrificar casi toda mi colección, incluídos los dos Omegas por tener “El Reloj” como algunos lo denomináis. Corazón o razón? Reloj atemporal, casi un objeto-joya del que sólo se hablan excelencias o creéis en vuestra opinión que debo permanecer fiel a aquello que un día comencé?
Espero vuestras sabias opiniones. Gracias por llegar hasta aquí y ante todo disculpad si el post no contiene nada nuevo y no aporta gran cosa, más allá de las tribulaciones y dudas de este humilde forero.
Como siempre, recibid un fuerte abrazo allá donde estéis.