Yourdudeness080
Milpostista
Sin verificar
Pues eso, un nuevo Artículo colegas que comparto con ustedes sobre la marca Neozelandesa!
Como siempre invitarlos a leerlo completo en mi blog...
Un abrazo a todos
Para mi, todo comenzó con un regalo de cumpleaños de mi madre en 1975 cuando cumplí 7 años. ¡Un reloj! con luna blanca, correas de resina y un movimiento automático. Todavía puedo recordar el olor a vainilla que emanaba de las correas.
Así recuerda los inicios de su pasión Dion Wynyard McAsey, fundador de la micro marca Magrette con base en Auckland, Nueva Zelanda. Y es que, lo que se hereda no se hurta como dice el antiguo adagio. Para Dion no fue complicado iniciar su afición y colección de piezas en su hogar, ya que todos en su casa tenían la misma afición. Recuerda con cariño a su hermano menor Marcus (+) quien poseía cajones llenos de relojes y era habitual verlo con hasta 6 de ellos al mismo tiempo en sus muñecas intentando sincronizarlos a todos.
Mientras Dion trabajaba como director en una agencia creativa de Auckland, y diseñaban para una firma franco-canadiense de relojería, pensó en crear su propia marca.
Muchas veces el comienzo no es el nombre. Si no, una imagen mental que posteriormente se transmita en un concepto inamovible. En su cabeza danzaban rostros de ancianos, trajes italianos, arquitectura de días que habían quedado atrás. El nombre vino a su cabeza súbitamente: Magrette (se pronuncia ma-gret-ti)
El nombre aún necesitaba un anclaje con su procedencia. Su afición por las regatas que son tan populares en Nueva Zelanda lograron el complemento perfecto.
De esta manera y con una página web bastante precaria, Dion logró vender todas las piezas de su primer modelo dedicado a su fallecido hermano, el Marcus Chronograph Manual Wind.
El siguiente modelo fue el Bacchus el cual de igual manera tuvo un profundo éxito entre los aficionados a la micro marca. La caja de este modelo se convertiría en la insignia de la marca para las colecciones venideras con una estética identificable.
Magrette Bacchus
Dion ha tenido suerte, se ha encontrado con la gente adecuada en el momento adecuado justamente cuando comenzaba a buscarlas para continuar el crecimiento de la marca. Lo contactaban a través de su página web. De esta manera, ahora trabajan con el personas clave de forma remota, esa es la manera en que concibió su negocio.
Las correas las produce un especialista en Canadá, el diseño gráfico lo realiza un compatriota residente en Taiwán, las esferas provienen de Alemania y el resto de componentes de diferentes partes del globo. Al comienzo existieron tropiezos al encontrar proveedores que puedan ofrecer pequeñas cantidades. Pero eventualmente, para toda demanda existe una oferta.
Su emblema debía transmitir su herencia, de esta manera se eligió al Koru que para los maoris simboliza nueva vida, crecimiento, fortaleza y paz. Una perfecta analogía sobre lo que debería representar toda compañía.
Como siempre invitarlos a leerlo completo en mi blog...
Un abrazo a todos
Para mi, todo comenzó con un regalo de cumpleaños de mi madre en 1975 cuando cumplí 7 años. ¡Un reloj! con luna blanca, correas de resina y un movimiento automático. Todavía puedo recordar el olor a vainilla que emanaba de las correas.
Así recuerda los inicios de su pasión Dion Wynyard McAsey, fundador de la micro marca Magrette con base en Auckland, Nueva Zelanda. Y es que, lo que se hereda no se hurta como dice el antiguo adagio. Para Dion no fue complicado iniciar su afición y colección de piezas en su hogar, ya que todos en su casa tenían la misma afición. Recuerda con cariño a su hermano menor Marcus (+) quien poseía cajones llenos de relojes y era habitual verlo con hasta 6 de ellos al mismo tiempo en sus muñecas intentando sincronizarlos a todos.
Mientras Dion trabajaba como director en una agencia creativa de Auckland, y diseñaban para una firma franco-canadiense de relojería, pensó en crear su propia marca.
Muchas veces el comienzo no es el nombre. Si no, una imagen mental que posteriormente se transmita en un concepto inamovible. En su cabeza danzaban rostros de ancianos, trajes italianos, arquitectura de días que habían quedado atrás. El nombre vino a su cabeza súbitamente: Magrette (se pronuncia ma-gret-ti)
El nombre aún necesitaba un anclaje con su procedencia. Su afición por las regatas que son tan populares en Nueva Zelanda lograron el complemento perfecto.
De esta manera y con una página web bastante precaria, Dion logró vender todas las piezas de su primer modelo dedicado a su fallecido hermano, el Marcus Chronograph Manual Wind.
Magrette Bacchus
Las correas las produce un especialista en Canadá, el diseño gráfico lo realiza un compatriota residente en Taiwán, las esferas provienen de Alemania y el resto de componentes de diferentes partes del globo. Al comienzo existieron tropiezos al encontrar proveedores que puedan ofrecer pequeñas cantidades. Pero eventualmente, para toda demanda existe una oferta.
Su emblema debía transmitir su herencia, de esta manera se eligió al Koru que para los maoris simboliza nueva vida, crecimiento, fortaleza y paz. Una perfecta analogía sobre lo que debería representar toda compañía.