rmrelojes
Mr. Tiranio
Sin verificar
Antiguos Moderadores
Yo es que debo de ser raro
... Vamos, lo reconozco. Soy Raro. Raro con mayúscula, como se puede ver.
Pero es que después de leer por estos, y otros, mentideros el tema de las tintas perfumadas, y que a que huelen las nubes y esas gaitas...
Pues es que a mí me gusta que la tinta huela a tinta, a tinta de la de toda la vida. Aún hoy, cuando cae en mis manos algún tintero antiguo sin estrenar -que los hay- y lo abro... me deleito con el olor de la tinta.
Y me gusta que el celuloide de mis plumas huela a celuloide. A esa mezcla cálida de alcanfor qué en muchas ocasiones a lo largo del día busco, bien reparando, bien frotando con fuerza alguna de las yayas que manoseo contra la manga de mi camisa o de mi bata.
Lo mismo me ocurre con la ebonita, cuanto después de "sobetearla" te queda en las manos el olor acre del azufre con el que está parida.
En fin, qué para gustos colores, pero que a mí las plumas con esenciero, las que tienen trocitos de piedra, de madera o de nosequegaitaloca... pues que me sobran.
Ojo, a mí. A título particular.
Que en esto de las plumas soy un poco -mucho en realidad- carca... y que además de que todo está casi ya inventado (en muchos casos hace 70 años) no hace falta tanto para tener una buena máquina de escribir.
En fin, eso
Que cosa la de los olores
... Vamos, lo reconozco. Soy Raro. Raro con mayúscula, como se puede ver.
Pero es que después de leer por estos, y otros, mentideros el tema de las tintas perfumadas, y que a que huelen las nubes y esas gaitas...
Pues es que a mí me gusta que la tinta huela a tinta, a tinta de la de toda la vida. Aún hoy, cuando cae en mis manos algún tintero antiguo sin estrenar -que los hay- y lo abro... me deleito con el olor de la tinta.
Y me gusta que el celuloide de mis plumas huela a celuloide. A esa mezcla cálida de alcanfor qué en muchas ocasiones a lo largo del día busco, bien reparando, bien frotando con fuerza alguna de las yayas que manoseo contra la manga de mi camisa o de mi bata.
Lo mismo me ocurre con la ebonita, cuanto después de "sobetearla" te queda en las manos el olor acre del azufre con el que está parida.
En fin, qué para gustos colores, pero que a mí las plumas con esenciero, las que tienen trocitos de piedra, de madera o de nosequegaitaloca... pues que me sobran.
Ojo, a mí. A título particular.
Que en esto de las plumas soy un poco -mucho en realidad- carca... y que además de que todo está casi ya inventado (en muchos casos hace 70 años) no hace falta tanto para tener una buena máquina de escribir.
En fin, eso
Que cosa la de los olores
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