GONG
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Sin verificar
Tiempo vintage: ayer, hoy y siempre (hilo para la semana del "coleccionista vintage")
Buen día compañeros, pasado ya el siempre controvertido viernes 13, y en esta semana tan especial para todos, sea de la forma que sea, en este subforo y foro igualmente especiales, de relojes no menos especiales, claro; saco un rato ahora por fin y tras una buena cena, para hacer este hilo, en el que me váis a perdonar el texto y la calidad de las fotos, pero dadas las horas y el que yo ya soy mal fotógrafo... bueno... no tengo otro momento, si bien las de los relojes más grandes ya las hice ayer, pero me espera un fin de semana complicado y es ahora el único rato que tengo más libre.
Primero de nada me gustaría felicitar, dada la ocasión, a todo coleccionista de relojes vintage y también, por partida doble, a todos los que al mismo tiempo que los coleccionan, los usan con más o menos frecuencia, o simplemente, sin más, los usan o los admiran por lo que sea, aunque nunca se planteasen el coleccionarlos.
Desconocía la digamos tradición de este subforo de hacer esta celebración de la semana del "coleccionista vintage" hasta que leí los demás hilos referentes a la misma a comienzos de semana.
Yo no hago colección, pero uso relojes vintages prácticamente siempre y también tengo mi parte de "pasión" por ellos, aunque esta "pasión" la sienta de otra forma que muchas veces es muy distinta a la de la mayoría, pero, al fin y al cabo, algo hay que me une a todos. Por ello, en esta semana de poco tiempo libre para mi y aún a pesar de que esto de hacer hilos se me da bastante mal, no quise dejar de poner mi humilde aporte a tan importante semana. ¿Cómo enfocar pues un hilo para este menester? "Complicado" es la contestación a esta pregunta y, a todas luces, más aún para mi, dados mis escasos conocimientos en la materia, nulos en muchos casos. Pero a pricipios de semana surgió en mi una idea al ver el resto de los hilos, la cual se solapó en mi cabeza a un acontecimiento acaecido el día 8 de este mes, el cual, al mismo tiempo me recordó un libro... entoces asocié, quizás mal, historia del tiempo con historia de relojes, de marcas de relojes...
Dada mi afición a los calendarios y al estudio del tiempo como magnitud, al como se medía a lo largo de la historia, etc etc cosa que, tras ver ya el hilo de vomrotw a principios de semana, poco o nada más se puede aportar como resumen, decidí entonces hacer un "arrejuntamiento", un tanto chapucero y que sólo con una pizca de humor se puede estructurar, pues al desconocer los datos históricos es imposible y aún seguramente teniendo esos datos aquí en el foro o en otras páginas, me harían falta meses para darle forma. Podría cambiar de idea, pero esta semana la verdad pocos momentos tuve para pensar (tocaba actuar más que pensar) y como se suele decir "la primera es la que vale". Entonces decidí dejarla así y ponerla aquí, aunque quede como un "popurrí" un tanto alocado y sin mucho sentido, que en el fondo, aunque sólo sean las fotos, algo tiene que ver con el tema de la semana.
Así pues, dada mi ignorancia de esta tradición que ahora llamo "visita inesperada de la semana del coleccionista vintage" y, estando fuera de mi casa, tengo que apañarme con lo poco que me encuentro (de pulsera) en mi otra morada, para ofrecer un modesto recibimiento a esta inesperada visitante. Dadas estas gélidas fechas invernales mejor nos irá algo calentito, entonces haré un caldito, por supuesto "caldito vintage", un tanto especial, eso sí, pues al ser visita inesperada, me pilla de imprevisto y con la despensa alborotada. Este plato, elaborado en frío y sólo con cierta parte de ingredientes, también se podrá tomar fresquito, a modo de "gazpacho" (o inclusive hacer una ensalada) allá donde el otro tiempo, el meteorológico, está más calentito. De todas maneras, este no va a ser un caldo para comer, sino única y exclusivamente para saborear, con lo cual, cualquier temperatura será buena.
De este modo, con poco tiempo disponible y escasos ingredientes de pulsera también disponibles, hay que buscarse la vida con lo que hay para hacerle este "caldo-popurrí" a esta inesperada invitada. En esta situación conjugaré para su elaboración, de forma muy breve y sin entrar en grandes detalles (que el que lo desee los encontrará, brillantemente reflejados en Esenciales o en otros hilos dispersos por el foro) dos aspectos:
1.- Un suceso importante dentro del estudio del tiempo, el cual precisamente en estos días se ha recordado...
2.- Lo que fueron y siguen siendo todavía, en un sentido u otro, para las gentes que los usaron, o los usan (usuarios de a pie como yo), los relojes similares, iguales o superiores (en fin, vintages de diversa condición) a los que aquí están conmigo.
Repito, sólo serán pinceladas breves, sin detallar, sólo algo muy sencillo de cada cosa, pero amplia información de todos ellos hay en el foro, mucha de la cual se ha recuperado muy bien en diversos hilos de esta semana especial.
Voy entonces camino de la despensa a por los ingredientes para comenzar esta receta...
Dicen los expertos gastrónomos que todo este tipo de caldos "especiales" y más con saborcillo vintage, para que más o menos estén sabrosos, aunque sean sencillos, han de tener tres tipos de carnes como ingredientes fundamentales y de más contundencia, los cuales en este caso serán, como aquéllos, tres relojes "contundentes", uno de caja larga (que si bien ahora está como de pared, pero puede hacérsele o buscársele una caja para ponerlo en el suelo, quedando como de caja larga o antesala), uno de pared y uno de sobremesa:
¿Qué supusieron estos relojes y otros tantos de mil maneras similares no sólo en la historia de la relojería, de sus fabricantes, de sus usuarios...? Mil cosas, mil avances, mil sensaciones, mil...
Esa llegada a casa del primer reloj de pared, o de sobremesa... a lo mejor el único o uno de los pocos del lugar, muchas veces el único reloj de la casa... Que sensación el saber la hora en cada casa, escucharla en sus distintas partes... ni contar cuando llegaron los que incorporaban melodías... en fin... Hoy al excuchar algunos aún me emociono.
Muchas veces formaban parte de la propia casa, se "conjuntaban" con el resto de muebles y todo parecía estar fundido. En algunos salones era casi habitual verlos, raro era el que no lo tenía, si su dueño podía afrontar su compra, si bien algo más económica en ciertas épocas.
Pasamos ahora a incorporar otros ingredientes menores, pero que también hacen muy buen caldo, otros relojes "gruesos" más pequeños, de sobremesa y construidos pensando en todas las edades. Relojes que ayudaban a despertar a los de sueño más profundo. Otros, sin despertador, hacían compañía en mesas de pasillo, de despachos y otros lugares. Tendría para varios días el contaros mis despertares con estos relojes y lo que ha pasado ese Bucherer zodiacal haciéndome muchas veces compañía en mi mesa, a mi vera.
Pasamos ahora a otros condimentos y especias para este caldo, condimentos y especias que tanto acompañaban y servían en el día a día a sus poseedores allá adónde fueran y que, al mismo tiempo, hoy tanto nos gustan a nosotros, por los motivos que sean. Todos ellos descansan o acompañan a uno de los libros cuya sencillez hace que todos los mortales como yo podamos entender las leyes fundamentales para comprender el cosmos. Su creador, un genio, donde como bien se señala en este libro, se entrecruzan la físca y la metafísica, el hombre y la máquina, la vida y la muerte... Stephen William Hawking, que a sus 70 años cumplidos el domingo pasado, sigue, sin perder el entusiasmo, tratando de desentrañar los secretos del universo a pesar de su enfermedad neurodegenerativa progresiva. Todo un talento brillante, ejemplo también de fuerza y tesón ante la adversidad y que nunca nadie pensó que llegase a tan alta edad. Si bien, uno de sus libros, este, no trata el sentido que aquí daríamos posiblemente a lo que sería una "historia del tiempo desde el punto de vista relojeril" me pareció oportuno que me acompañase dadas las circunstancias de dos celebraciones que, por un lado una es mi "pasión principal" por así decirlo y la otra, que yo no entiendo como pasión en el sentido de la primera, sí es, en el fondo, esta última, algo que nos une a todos los de este apartado del foro. Se juntaron pues entre esta semana y la anterior dos circunstancias en mi persona, pena no poder disfrutarlas mejor, pero ya se sabe que primero es la obligación y luego, la devoción.
Así nos encontramos con relojes cuyas marcas también establecieron puntos importantes en la historia, cada una con sus aportaciones, adelantos técnicos, etc etc Una parte minúscula esta, en efecto, de la historia relojera y de todos esos avances, entre otros aspectos. Aparece un "catalino" como se suelen denominar en España, junto con algunos Roskopf, cuyo creador y contribución, de sobra es por todos conocido, hasta por el más profano en la materia como yo. Una creación que marcó a grandes rasgos un antes y un después para el usuario, sobre todo para el más humilde...
Os imagináis al primer obrero o a cualquier persona de clase más modesta con un reloj así... esa sensación... poder tener un reloj... el primer reloj... un reloj así, humilde, robusto, adsequible, pero preciso... Luego vendrían otros de su misma base, mejores en muchos casos y todos ellos también con nuevas sensaciones.
Vemos también relojes "de ferroviario" tan peculiares y que tuvieron su importancia, una revolución en la relojería, acontecida a raíz de aquel fatal accidente a fines del siglo XIX, un choque entre dos trenes con pérdida de vidas humanas, que cambió la historia.
Junto a ellos observamos otra suerte de ellos, marcas que sobran los comentarios para describir tanto lo que fueron y son, como lo que hicieron sentir y que, a buen seguro, nos hacen sentir aún hoy a todos los que las portamos iguales o en sus más diversos modelos, de carga manual, de distintas formas de puesta en hora, los de diapasón, electrónicos, automáticos de diversa índole... en fin... Omega, Eterna, Seiko, Cyma, Bulova, Billodes Zenith, Longines... y también otras marcas sin manufactura propia (no sé si es exacto el témino), pero que también pusieron su granito de arena comercializando relojes por todo el mundo y haciéndolos quizás también, algunas o todas, algo más accesibles que otros de marcas-manufactura, para el público con menos posibilidades.
Mención especial merecen también, claro está, dentro de estas últimas, los "ébauches" que llevaban (AS, FE, ETA y tantos otros) más o menos "modificados" y que también seguramente ayudaron al desarrollo de la relojería, muchos de ellos desde tiempos bien antiguos.
Por último, quiero poner el punto de sal a este "caldito vintage" con el reloj de bolsillo que me acompaña en estos días, el cual, uniendo todo lo anterior, funde el tiempo antiguo con el contemporáneo (y más abrazado a su compañero de pulsera, del que tanto dista en edad), muchas épocas y momentos por los cuales pasó y seguirá pasando, midiendo el tiempo de cada cual con la misma precisión que el día en el que salió allá por el 1883. Ese tiempo compañeros que es oro, que pasa irremediablemente, pero se queda en cada uno de nosotros, siendo entonces nosotros los que pasamos y no el tiempo, procurando más muchas veces, como decía M. de Unamuno, ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.
Y bien, hasta aquí, con el poco tiempo, los escasos conocimientos y los escasos ingredientes de pulsera, este sencillo cocinero llega al fin de esta singular receta, un "caldito relojeril", modesto aporte para esta importante semana.
Buen provecho!!, mejor fin de semana y un cordial saludo a todos.
Postdata: ... pero, dicen también los gastrónomos que si bien es importante ofrecer al invitado un buen plato, no menos importante ha de ser el postre (y la bebida claro) y por ello, como postre, y para que conversen en la posterior sobremesa, dejo mi recuerdo, sin excepción, a todo lo que ha tenido que ver con la relojería, las marcas y sus dueños, los científicos, los relojeros, mecánicos, técnicos, diseñadores, fabricantes varios de toda suerte de fornituras y herramientas, etc etc de la historia, de más o menos importancia, según se quiera establecer. De muchos de ellos se ha tratado aquí en el foro y todos tienen mi admiración... Breguet, ese genio, ya tratado en un hilo para esta semana, la marca Bulova, Longines ( la marca en vigor más antigua resistrada) y tantas otras también tratadas... cuales escoger entre ellas y entre sus representantes, imposible quedarme con una. Por decir algo que me venga ahora a la cabeza y en distintos campos y desde el punto de vista para un simple usuario como yo:
Omega, Zenith, Bulova, Certina, IWC, Longines, Movado, Seiko, GP, V&C, Ulysse Nardin, etc etc sobran las palabras para todas ellas, mención aparte ETERNA por los especiales recuerdos que siempre me traen (junto también con los Roskopf) sobre todo los de bolsillo y en pulsera, por esos cojinetes de bolas que tanto significaron y por supuesto también por ETA
Todos los "ébauches"
G. F. Roskopf, por su "reloj del proletario" y mucho más
A. N. Patek y J.A. Philippe, que decir, mejor sólo dejarlo ahí
E. Gustav Becker y su posterior adquisidor Junghans por sus excelentes relojes que aún hoy y por muchos años "darán guerra", el tipo de fabricación, el abarcar con éxito distintos tipos de relojes...
J. A. Lepine por su contribución a la relojería de bolsillo, suprimiendo el caracol que posibilitó nuevas cosas como una nueva disposición de las maquinarias, relojes más planos/delgados, etc
Jaeger-LeCoultre y todos los que en esa empresa participaron, por ser pioneros en muchas cosas, el reloj más fino del mundo, relojes pequeños entre los que se halla en más diminuto del mundo, el Atmos, el primer reloj automático con alarma, el Reverso, etc etc Mención especial merece su fundador Antonie LeCoultre, un genio, que muchas veces viene a mi memoria, no por su tan importante descubrimiento del micrón, sino al usar relojes de bolsillo de llave o cambiar a otros de cuerda y puesta en hora por la corona, por su genial e innovador sistema que acabaría con la necesidad de usar llaves para poner los relojes de bolsillo en hora o darles cuerda. Algo sencillo que transformó totalmente el mundo de la relojería.
Christiaan Huygens, por patentar el primer reloj de péndulo con lo que importó para la mayor precisión en la medida del tiempo, también como no, por su experimentación y patentado del resorte espiral (importante también aquí R. Hooke no sin polémica entre ambos) y tantos otros temas...
Me vienen otros a la mente, pero lo dejo, ya se hace tarde y mañana toca madrugar.
Muchas gracias a todos y de nuevo buen fin de semana.
Saludos.
Buen día compañeros, pasado ya el siempre controvertido viernes 13, y en esta semana tan especial para todos, sea de la forma que sea, en este subforo y foro igualmente especiales, de relojes no menos especiales, claro; saco un rato ahora por fin y tras una buena cena, para hacer este hilo, en el que me váis a perdonar el texto y la calidad de las fotos, pero dadas las horas y el que yo ya soy mal fotógrafo... bueno... no tengo otro momento, si bien las de los relojes más grandes ya las hice ayer, pero me espera un fin de semana complicado y es ahora el único rato que tengo más libre.
Primero de nada me gustaría felicitar, dada la ocasión, a todo coleccionista de relojes vintage y también, por partida doble, a todos los que al mismo tiempo que los coleccionan, los usan con más o menos frecuencia, o simplemente, sin más, los usan o los admiran por lo que sea, aunque nunca se planteasen el coleccionarlos.
Desconocía la digamos tradición de este subforo de hacer esta celebración de la semana del "coleccionista vintage" hasta que leí los demás hilos referentes a la misma a comienzos de semana.
Yo no hago colección, pero uso relojes vintages prácticamente siempre y también tengo mi parte de "pasión" por ellos, aunque esta "pasión" la sienta de otra forma que muchas veces es muy distinta a la de la mayoría, pero, al fin y al cabo, algo hay que me une a todos. Por ello, en esta semana de poco tiempo libre para mi y aún a pesar de que esto de hacer hilos se me da bastante mal, no quise dejar de poner mi humilde aporte a tan importante semana. ¿Cómo enfocar pues un hilo para este menester? "Complicado" es la contestación a esta pregunta y, a todas luces, más aún para mi, dados mis escasos conocimientos en la materia, nulos en muchos casos. Pero a pricipios de semana surgió en mi una idea al ver el resto de los hilos, la cual se solapó en mi cabeza a un acontecimiento acaecido el día 8 de este mes, el cual, al mismo tiempo me recordó un libro... entoces asocié, quizás mal, historia del tiempo con historia de relojes, de marcas de relojes...
Dada mi afición a los calendarios y al estudio del tiempo como magnitud, al como se medía a lo largo de la historia, etc etc cosa que, tras ver ya el hilo de vomrotw a principios de semana, poco o nada más se puede aportar como resumen, decidí entonces hacer un "arrejuntamiento", un tanto chapucero y que sólo con una pizca de humor se puede estructurar, pues al desconocer los datos históricos es imposible y aún seguramente teniendo esos datos aquí en el foro o en otras páginas, me harían falta meses para darle forma. Podría cambiar de idea, pero esta semana la verdad pocos momentos tuve para pensar (tocaba actuar más que pensar) y como se suele decir "la primera es la que vale". Entonces decidí dejarla así y ponerla aquí, aunque quede como un "popurrí" un tanto alocado y sin mucho sentido, que en el fondo, aunque sólo sean las fotos, algo tiene que ver con el tema de la semana.
Así pues, dada mi ignorancia de esta tradición que ahora llamo "visita inesperada de la semana del coleccionista vintage" y, estando fuera de mi casa, tengo que apañarme con lo poco que me encuentro (de pulsera) en mi otra morada, para ofrecer un modesto recibimiento a esta inesperada visitante. Dadas estas gélidas fechas invernales mejor nos irá algo calentito, entonces haré un caldito, por supuesto "caldito vintage", un tanto especial, eso sí, pues al ser visita inesperada, me pilla de imprevisto y con la despensa alborotada. Este plato, elaborado en frío y sólo con cierta parte de ingredientes, también se podrá tomar fresquito, a modo de "gazpacho" (o inclusive hacer una ensalada) allá donde el otro tiempo, el meteorológico, está más calentito. De todas maneras, este no va a ser un caldo para comer, sino única y exclusivamente para saborear, con lo cual, cualquier temperatura será buena.
De este modo, con poco tiempo disponible y escasos ingredientes de pulsera también disponibles, hay que buscarse la vida con lo que hay para hacerle este "caldo-popurrí" a esta inesperada invitada. En esta situación conjugaré para su elaboración, de forma muy breve y sin entrar en grandes detalles (que el que lo desee los encontrará, brillantemente reflejados en Esenciales o en otros hilos dispersos por el foro) dos aspectos:
1.- Un suceso importante dentro del estudio del tiempo, el cual precisamente en estos días se ha recordado...
2.- Lo que fueron y siguen siendo todavía, en un sentido u otro, para las gentes que los usaron, o los usan (usuarios de a pie como yo), los relojes similares, iguales o superiores (en fin, vintages de diversa condición) a los que aquí están conmigo.
Repito, sólo serán pinceladas breves, sin detallar, sólo algo muy sencillo de cada cosa, pero amplia información de todos ellos hay en el foro, mucha de la cual se ha recuperado muy bien en diversos hilos de esta semana especial.
Voy entonces camino de la despensa a por los ingredientes para comenzar esta receta...
Dicen los expertos gastrónomos que todo este tipo de caldos "especiales" y más con saborcillo vintage, para que más o menos estén sabrosos, aunque sean sencillos, han de tener tres tipos de carnes como ingredientes fundamentales y de más contundencia, los cuales en este caso serán, como aquéllos, tres relojes "contundentes", uno de caja larga (que si bien ahora está como de pared, pero puede hacérsele o buscársele una caja para ponerlo en el suelo, quedando como de caja larga o antesala), uno de pared y uno de sobremesa:
Esa llegada a casa del primer reloj de pared, o de sobremesa... a lo mejor el único o uno de los pocos del lugar, muchas veces el único reloj de la casa... Que sensación el saber la hora en cada casa, escucharla en sus distintas partes... ni contar cuando llegaron los que incorporaban melodías... en fin... Hoy al excuchar algunos aún me emociono.
Muchas veces formaban parte de la propia casa, se "conjuntaban" con el resto de muebles y todo parecía estar fundido. En algunos salones era casi habitual verlos, raro era el que no lo tenía, si su dueño podía afrontar su compra, si bien algo más económica en ciertas épocas.
Pasamos ahora a incorporar otros ingredientes menores, pero que también hacen muy buen caldo, otros relojes "gruesos" más pequeños, de sobremesa y construidos pensando en todas las edades. Relojes que ayudaban a despertar a los de sueño más profundo. Otros, sin despertador, hacían compañía en mesas de pasillo, de despachos y otros lugares. Tendría para varios días el contaros mis despertares con estos relojes y lo que ha pasado ese Bucherer zodiacal haciéndome muchas veces compañía en mi mesa, a mi vera.
Pasamos ahora a otros condimentos y especias para este caldo, condimentos y especias que tanto acompañaban y servían en el día a día a sus poseedores allá adónde fueran y que, al mismo tiempo, hoy tanto nos gustan a nosotros, por los motivos que sean. Todos ellos descansan o acompañan a uno de los libros cuya sencillez hace que todos los mortales como yo podamos entender las leyes fundamentales para comprender el cosmos. Su creador, un genio, donde como bien se señala en este libro, se entrecruzan la físca y la metafísica, el hombre y la máquina, la vida y la muerte... Stephen William Hawking, que a sus 70 años cumplidos el domingo pasado, sigue, sin perder el entusiasmo, tratando de desentrañar los secretos del universo a pesar de su enfermedad neurodegenerativa progresiva. Todo un talento brillante, ejemplo también de fuerza y tesón ante la adversidad y que nunca nadie pensó que llegase a tan alta edad. Si bien, uno de sus libros, este, no trata el sentido que aquí daríamos posiblemente a lo que sería una "historia del tiempo desde el punto de vista relojeril" me pareció oportuno que me acompañase dadas las circunstancias de dos celebraciones que, por un lado una es mi "pasión principal" por así decirlo y la otra, que yo no entiendo como pasión en el sentido de la primera, sí es, en el fondo, esta última, algo que nos une a todos los de este apartado del foro. Se juntaron pues entre esta semana y la anterior dos circunstancias en mi persona, pena no poder disfrutarlas mejor, pero ya se sabe que primero es la obligación y luego, la devoción.
Os imagináis al primer obrero o a cualquier persona de clase más modesta con un reloj así... esa sensación... poder tener un reloj... el primer reloj... un reloj así, humilde, robusto, adsequible, pero preciso... Luego vendrían otros de su misma base, mejores en muchos casos y todos ellos también con nuevas sensaciones.
Vemos también relojes "de ferroviario" tan peculiares y que tuvieron su importancia, una revolución en la relojería, acontecida a raíz de aquel fatal accidente a fines del siglo XIX, un choque entre dos trenes con pérdida de vidas humanas, que cambió la historia.
Junto a ellos observamos otra suerte de ellos, marcas que sobran los comentarios para describir tanto lo que fueron y son, como lo que hicieron sentir y que, a buen seguro, nos hacen sentir aún hoy a todos los que las portamos iguales o en sus más diversos modelos, de carga manual, de distintas formas de puesta en hora, los de diapasón, electrónicos, automáticos de diversa índole... en fin... Omega, Eterna, Seiko, Cyma, Bulova, Billodes Zenith, Longines... y también otras marcas sin manufactura propia (no sé si es exacto el témino), pero que también pusieron su granito de arena comercializando relojes por todo el mundo y haciéndolos quizás también, algunas o todas, algo más accesibles que otros de marcas-manufactura, para el público con menos posibilidades.
Mención especial merecen también, claro está, dentro de estas últimas, los "ébauches" que llevaban (AS, FE, ETA y tantos otros) más o menos "modificados" y que también seguramente ayudaron al desarrollo de la relojería, muchos de ellos desde tiempos bien antiguos.
Por último, quiero poner el punto de sal a este "caldito vintage" con el reloj de bolsillo que me acompaña en estos días, el cual, uniendo todo lo anterior, funde el tiempo antiguo con el contemporáneo (y más abrazado a su compañero de pulsera, del que tanto dista en edad), muchas épocas y momentos por los cuales pasó y seguirá pasando, midiendo el tiempo de cada cual con la misma precisión que el día en el que salió allá por el 1883. Ese tiempo compañeros que es oro, que pasa irremediablemente, pero se queda en cada uno de nosotros, siendo entonces nosotros los que pasamos y no el tiempo, procurando más muchas veces, como decía M. de Unamuno, ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.
Y bien, hasta aquí, con el poco tiempo, los escasos conocimientos y los escasos ingredientes de pulsera, este sencillo cocinero llega al fin de esta singular receta, un "caldito relojeril", modesto aporte para esta importante semana.
Buen provecho!!, mejor fin de semana y un cordial saludo a todos.
Postdata: ... pero, dicen también los gastrónomos que si bien es importante ofrecer al invitado un buen plato, no menos importante ha de ser el postre (y la bebida claro) y por ello, como postre, y para que conversen en la posterior sobremesa, dejo mi recuerdo, sin excepción, a todo lo que ha tenido que ver con la relojería, las marcas y sus dueños, los científicos, los relojeros, mecánicos, técnicos, diseñadores, fabricantes varios de toda suerte de fornituras y herramientas, etc etc de la historia, de más o menos importancia, según se quiera establecer. De muchos de ellos se ha tratado aquí en el foro y todos tienen mi admiración... Breguet, ese genio, ya tratado en un hilo para esta semana, la marca Bulova, Longines ( la marca en vigor más antigua resistrada) y tantas otras también tratadas... cuales escoger entre ellas y entre sus representantes, imposible quedarme con una. Por decir algo que me venga ahora a la cabeza y en distintos campos y desde el punto de vista para un simple usuario como yo:
Omega, Zenith, Bulova, Certina, IWC, Longines, Movado, Seiko, GP, V&C, Ulysse Nardin, etc etc sobran las palabras para todas ellas, mención aparte ETERNA por los especiales recuerdos que siempre me traen (junto también con los Roskopf) sobre todo los de bolsillo y en pulsera, por esos cojinetes de bolas que tanto significaron y por supuesto también por ETA
Todos los "ébauches"
G. F. Roskopf, por su "reloj del proletario" y mucho más
A. N. Patek y J.A. Philippe, que decir, mejor sólo dejarlo ahí
E. Gustav Becker y su posterior adquisidor Junghans por sus excelentes relojes que aún hoy y por muchos años "darán guerra", el tipo de fabricación, el abarcar con éxito distintos tipos de relojes...
J. A. Lepine por su contribución a la relojería de bolsillo, suprimiendo el caracol que posibilitó nuevas cosas como una nueva disposición de las maquinarias, relojes más planos/delgados, etc
Jaeger-LeCoultre y todos los que en esa empresa participaron, por ser pioneros en muchas cosas, el reloj más fino del mundo, relojes pequeños entre los que se halla en más diminuto del mundo, el Atmos, el primer reloj automático con alarma, el Reverso, etc etc Mención especial merece su fundador Antonie LeCoultre, un genio, que muchas veces viene a mi memoria, no por su tan importante descubrimiento del micrón, sino al usar relojes de bolsillo de llave o cambiar a otros de cuerda y puesta en hora por la corona, por su genial e innovador sistema que acabaría con la necesidad de usar llaves para poner los relojes de bolsillo en hora o darles cuerda. Algo sencillo que transformó totalmente el mundo de la relojería.
Christiaan Huygens, por patentar el primer reloj de péndulo con lo que importó para la mayor precisión en la medida del tiempo, también como no, por su experimentación y patentado del resorte espiral (importante también aquí R. Hooke no sin polémica entre ambos) y tantos otros temas...
Me vienen otros a la mente, pero lo dejo, ya se hace tarde y mañana toca madrugar.
Muchas gracias a todos y de nuevo buen fin de semana.
Saludos.
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