godsmonkey
Milpostista
Sin verificar
Buenas noches a todos
Aprovecho que sacar un rato para mostraros el último fregao en el que me he metido. Si normalmente me cuesta la misma vida sacar tiempo para revisar mis relojes, no os digo ya para preparar hilos...
Le ha tocado está vez a un Longines 6651, que como sabréis es un derivado del famoso 431 que equipaba los Ultra-Chron, con una bajada de frecuencia desde las 36000 pph del 431 a 28800, según parece, para paliar los problemas de desgaste y necesidad de mantenimiento que suponían los 5 Hz. En este caso equipa a un Admiral
Comenzamos desmontado el rotor, y salta a la vista la cantidad de mierda y óxido. Para mi desgracia, en algún momento de la vida de este reloj, su dueño se dio un bañito con él puesto, pensando que ahí no entraba el agua, craso error

Lo primero que vemos a comenzar desmontar el módulo automático es que se trata de un conjunto independiente, al igual que ocurre por ejemplo en los Omega 55X y 56X, puede desmontarse de una pieza.

Lo que queda al descubierto es el calibre base con el correspondiente hueco para el módulo automático.

Como se puede ver, éste sólo ocupa espacio en el mismo plano que el tren de rodaje, de forma que que él único incremento de tamaño de este calibre con respecto a una hipotética versión manual, es el correspondiente al grosor del rotor.
Desmontamos el módulo automático.
El sistema de remonte automático nuevamente recuerda a los citados Omega 55X y 56X, Para el que no lo conozca, consiste una inversora con dos entradas y una salida, recibe el movimiento del rotor en ambos sentidos mediante las dos pequeñas ruedas que se ven más a la izquierda, una engrana de forma directa con la corona del rotor, y la otra de forma indirecta en sentido inverso, cada una de ellas mueve una de las dos ruedas de entrada de la inversora, de forma que ésta última trasmite el movimiento al tren de remontaje mediante su piñón de salida, siempre en el sentido de la carga del barrilete.
Desmontamos el puente de rodaje y descubrimos otra particularidad de este calibre.

Como se puede ver, la configuración es de segundos indirectos, pero en lugar de hacerse añadiendo una rueda al eje de la tercera rueda para que transmita al piñón del segundero, como suele hacerse tradicionalmente en los calibres con segundos indirectos, se transmite directamente con la tercera rueda, disponiendo para ello ésta, junto con la cuarta, de manera inversa a la tradicional. De esta forma la rueda cumple la doble función de recibir el movimiento del piñón de la cuarta rueda y trasmitirlo al piñón del segundero. Nuevamente, un punto en común con los Omega 56X, y con sus versiones manuales 6XX.
Lo explico mejor haciendo un pequeño esquema:
Otra particularidad propia de Longines en la época, el cubo "no mantenible", con una inscripción que dice "no abrir" en francés e inglés, en este caso medio borrada (aunque en la foto queda en la parte de abajo).
Creo que se va a quedar tal cual, no voy a tratar de abrirlo ni a reemplazarlo.
Vamos a la parte del dial.

Y al levantar el puente de cobertura del mecanismo de fecha descubrimos otra de las muchas particularidades

La leva en forma de espiral gira en sentido anti horario, haciendo retroceder el brazo de cambio de fecha que se ve a su derecha, de forma que va acumulándose la tensión en el resorte que se ve en la foto anterior montado sobre el puente. De esta forma, al llegar al extremo de la espiral, libera el brazo, haciendo que la tensión del resorte se libere de golpe, y así el brazo hace que el cambio de fecha se haga instantáneamente, sin pasar por una transición como es lo habitual en la gran mayoría de calibres. Esto para mí es una característica que transmite calidad y sofisticación.
Sin entrar en más detalles, desmontamos por completo y ponemos en remojo en alcohol isopropilico.


La cantidad de óxido, junto con los aceites secos, me ha dado una gran cantidad de trabajo en la limpieza, tanto en las piezas de acero directamente oxidadas, como las que se han impregnado de óxido.

Las piezas de acero oxidadas las he bañado en un producto antióxido que reacciona con el mismo.

Hasta la corona del rotor tenía una buena cantidad de óxido. He evitado bañar en el ácido las partes rodiadas, por lo que pudiera pasar, por lo que en estos casos he aplicado un poco de producto en las partes oxidadas con un aceitador.

Después he eliminado el óxido como mejor he podido, mediante un cepillo de nylon, goma de borrar de tinta, y papel de lija de 1000, haciendo con él un canutito y montándolo en un mandril.

Me ha hecho el apaño, aunque para la próxima espero contar con un cepillo de cerdas de latón o fibra de vidrio. De todas formas creo que es Imposible dejar las piezas perfectas.
El trinquete era lo que peor estaba. Demasiado bien ha quedado...
Con los puentes y la platina la cosa ha ido mejor, al no estar directamente oxidados, sino impregnados con el oxido de las piezas de acero


Más óxido... en muchos de los piñones de las ruedas, Incluso en uno de los pivotes del eje de volante.

En estos casos me limito a aplicar como he dicho una pequeña gota del reactivo con un aceitador justo en las partes afectadas, para evitar dañar las piezas, para después liarme con la goma y la lija, e incluso la punta del destornillador en algún caso. Van quedando medianamente decentes.

La humedad ha hecho estragos en la pintura del dial, y sobretodo en la del anillo del fechador, haciendo que se desprendan caliches de pintura al manipularlo. El día 1 se ha caído por completo, obligándome a hacer una patética "restauración" en la pintura blanca. Esto me trae algo a la memoria...


Poco a poco, después de mucho curro, vanos recomponiendo y aceitando.




En el proceso me he cargado la lira de uno de los antichoques del volante. El repuesto ha llegado a tiempo. En lugar de pedir una lira kif genérica he preferido buscar el conjunto completo de Longines para no arriesgarme a que no encaje. Solo he encontrado la del 431, pero dado que la lira no debe cambiar con respecto a la del 6651, decidí ir a por él.

Cuál es mi sorpresa cuando veo que en lugar de ser un kif elastor como el del mío, es kif ultraflex...
Afortunadamente ha encajado a la perfección, pero podía hacerme ahorrado el precio del repuesto Longines comprando una lira genérica de su medida, que visto lo visto hubiera encajado...

Otra sorpresa causada por la corrosión, al montar el tornillo del rochete, sin apenas apretar se pasa la rosca del eje del cubo... . Buscando entre mis repuestos he conseguido dar con un tornillo con la cabeza idéntica, el mismo paso de rosca, pero con el tallo ligeramente más largo, y diría que algo más grueso

Et voilà, enorme suerte que he tenido, el tornillo coge la rosca perfectamente, se aprieta sin problemas, y una vez puesto queda idéntico al que traía.

Esto ya comienza a tener otra pinta... Una vez conseguida algo de tensión en el muelle real, como es habitual aceito la paleta de salida del áncora, hago avanzar 5 dientes y repito el proceso hasta completar la rueda de escape. Continúo montando.
Aunque por alguna razón no lo hayan capturado las fotos, os puedo asegurar que el volante en este punto está ya meneándose.
Finalmente le doy un repaso de limpieza a la esfera. Afortunadamente, la humedad aquí también ha hecho sus estragos en barniz y pintura, pero no ha causado el mismo efecto que en el anillo del fechador. No tengo una buena foto del antes, pero creo que ha mejorado de forma notoria.
Y el último escollo en el que me he visto con este movimiento: una de las cosas que me llamaron la atención antes de desmontar era la enorme holgura que presentaba el rotor, no en el propio rodamiento sino entre la parte fija de éste y el puente en el que va montado, como si el tornillo no lograra sujetarlo bien. Investigando veo que el tornillo necesita una arandela especial para sujetar la parte fija del cojinete (pareciera un capricho de Longines), a la luz del surco visible en la parte interior, y finalmente de una foto encontrada en Internet:
Está claro que el mío venía sin ella, al menos eso quiero pensar, ya que no está... Dándole algunas vueltas al tema decido ir con una solución provisional para poder usar el reloj sin que se el rotor roce demasiado con el movimiento o con la caja. Tirando de cuerda de guitarra eléctrica, y haciendo varios intentos, me fabrico una arandela
Y de nuevo tengo suerte en el resultado, el rotor queda perfectamente fijado y gira a la perfección sin roces. No hice fotos del calibre completamente montado.
A pesar de todo el trabajo tengo que aguantarme sin ponerme el reloj, venía con un cristal más pequeño de lo que corresponde, pegado con pegamento, y está a la espera de ser montado con un cristal de su medida.
Espero haberos entretenido un rato, y como suelo decir, esto no es nada profesional, es sólo por diversión.
Aprovecho que sacar un rato para mostraros el último fregao en el que me he metido. Si normalmente me cuesta la misma vida sacar tiempo para revisar mis relojes, no os digo ya para preparar hilos...
Le ha tocado está vez a un Longines 6651, que como sabréis es un derivado del famoso 431 que equipaba los Ultra-Chron, con una bajada de frecuencia desde las 36000 pph del 431 a 28800, según parece, para paliar los problemas de desgaste y necesidad de mantenimiento que suponían los 5 Hz. En este caso equipa a un Admiral
Comenzamos desmontado el rotor, y salta a la vista la cantidad de mierda y óxido. Para mi desgracia, en algún momento de la vida de este reloj, su dueño se dio un bañito con él puesto, pensando que ahí no entraba el agua, craso error

Lo primero que vemos a comenzar desmontar el módulo automático es que se trata de un conjunto independiente, al igual que ocurre por ejemplo en los Omega 55X y 56X, puede desmontarse de una pieza.

Lo que queda al descubierto es el calibre base con el correspondiente hueco para el módulo automático.

Como se puede ver, éste sólo ocupa espacio en el mismo plano que el tren de rodaje, de forma que que él único incremento de tamaño de este calibre con respecto a una hipotética versión manual, es el correspondiente al grosor del rotor.
Desmontamos el módulo automático.
El sistema de remonte automático nuevamente recuerda a los citados Omega 55X y 56X, Para el que no lo conozca, consiste una inversora con dos entradas y una salida, recibe el movimiento del rotor en ambos sentidos mediante las dos pequeñas ruedas que se ven más a la izquierda, una engrana de forma directa con la corona del rotor, y la otra de forma indirecta en sentido inverso, cada una de ellas mueve una de las dos ruedas de entrada de la inversora, de forma que ésta última trasmite el movimiento al tren de remontaje mediante su piñón de salida, siempre en el sentido de la carga del barrilete.
Desmontamos el puente de rodaje y descubrimos otra particularidad de este calibre.

Como se puede ver, la configuración es de segundos indirectos, pero en lugar de hacerse añadiendo una rueda al eje de la tercera rueda para que transmita al piñón del segundero, como suele hacerse tradicionalmente en los calibres con segundos indirectos, se transmite directamente con la tercera rueda, disponiendo para ello ésta, junto con la cuarta, de manera inversa a la tradicional. De esta forma la rueda cumple la doble función de recibir el movimiento del piñón de la cuarta rueda y trasmitirlo al piñón del segundero. Nuevamente, un punto en común con los Omega 56X, y con sus versiones manuales 6XX.
Lo explico mejor haciendo un pequeño esquema:
Otra particularidad propia de Longines en la época, el cubo "no mantenible", con una inscripción que dice "no abrir" en francés e inglés, en este caso medio borrada (aunque en la foto queda en la parte de abajo).
Creo que se va a quedar tal cual, no voy a tratar de abrirlo ni a reemplazarlo.
Vamos a la parte del dial.

Y al levantar el puente de cobertura del mecanismo de fecha descubrimos otra de las muchas particularidades

La leva en forma de espiral gira en sentido anti horario, haciendo retroceder el brazo de cambio de fecha que se ve a su derecha, de forma que va acumulándose la tensión en el resorte que se ve en la foto anterior montado sobre el puente. De esta forma, al llegar al extremo de la espiral, libera el brazo, haciendo que la tensión del resorte se libere de golpe, y así el brazo hace que el cambio de fecha se haga instantáneamente, sin pasar por una transición como es lo habitual en la gran mayoría de calibres. Esto para mí es una característica que transmite calidad y sofisticación.
Sin entrar en más detalles, desmontamos por completo y ponemos en remojo en alcohol isopropilico.


La cantidad de óxido, junto con los aceites secos, me ha dado una gran cantidad de trabajo en la limpieza, tanto en las piezas de acero directamente oxidadas, como las que se han impregnado de óxido.

Las piezas de acero oxidadas las he bañado en un producto antióxido que reacciona con el mismo.

Hasta la corona del rotor tenía una buena cantidad de óxido. He evitado bañar en el ácido las partes rodiadas, por lo que pudiera pasar, por lo que en estos casos he aplicado un poco de producto en las partes oxidadas con un aceitador.

Después he eliminado el óxido como mejor he podido, mediante un cepillo de nylon, goma de borrar de tinta, y papel de lija de 1000, haciendo con él un canutito y montándolo en un mandril.

Me ha hecho el apaño, aunque para la próxima espero contar con un cepillo de cerdas de latón o fibra de vidrio. De todas formas creo que es Imposible dejar las piezas perfectas.
El trinquete era lo que peor estaba. Demasiado bien ha quedado...
Con los puentes y la platina la cosa ha ido mejor, al no estar directamente oxidados, sino impregnados con el oxido de las piezas de acero


Más óxido... en muchos de los piñones de las ruedas, Incluso en uno de los pivotes del eje de volante.

En estos casos me limito a aplicar como he dicho una pequeña gota del reactivo con un aceitador justo en las partes afectadas, para evitar dañar las piezas, para después liarme con la goma y la lija, e incluso la punta del destornillador en algún caso. Van quedando medianamente decentes.

La humedad ha hecho estragos en la pintura del dial, y sobretodo en la del anillo del fechador, haciendo que se desprendan caliches de pintura al manipularlo. El día 1 se ha caído por completo, obligándome a hacer una patética "restauración" en la pintura blanca. Esto me trae algo a la memoria...


Poco a poco, después de mucho curro, vanos recomponiendo y aceitando.




En el proceso me he cargado la lira de uno de los antichoques del volante. El repuesto ha llegado a tiempo. En lugar de pedir una lira kif genérica he preferido buscar el conjunto completo de Longines para no arriesgarme a que no encaje. Solo he encontrado la del 431, pero dado que la lira no debe cambiar con respecto a la del 6651, decidí ir a por él.

Cuál es mi sorpresa cuando veo que en lugar de ser un kif elastor como el del mío, es kif ultraflex...
Afortunadamente ha encajado a la perfección, pero podía hacerme ahorrado el precio del repuesto Longines comprando una lira genérica de su medida, que visto lo visto hubiera encajado...

Otra sorpresa causada por la corrosión, al montar el tornillo del rochete, sin apenas apretar se pasa la rosca del eje del cubo... . Buscando entre mis repuestos he conseguido dar con un tornillo con la cabeza idéntica, el mismo paso de rosca, pero con el tallo ligeramente más largo, y diría que algo más grueso

Et voilà, enorme suerte que he tenido, el tornillo coge la rosca perfectamente, se aprieta sin problemas, y una vez puesto queda idéntico al que traía.

Esto ya comienza a tener otra pinta... Una vez conseguida algo de tensión en el muelle real, como es habitual aceito la paleta de salida del áncora, hago avanzar 5 dientes y repito el proceso hasta completar la rueda de escape. Continúo montando.
Aunque por alguna razón no lo hayan capturado las fotos, os puedo asegurar que el volante en este punto está ya meneándose.
Finalmente le doy un repaso de limpieza a la esfera. Afortunadamente, la humedad aquí también ha hecho sus estragos en barniz y pintura, pero no ha causado el mismo efecto que en el anillo del fechador. No tengo una buena foto del antes, pero creo que ha mejorado de forma notoria.
Y el último escollo en el que me he visto con este movimiento: una de las cosas que me llamaron la atención antes de desmontar era la enorme holgura que presentaba el rotor, no en el propio rodamiento sino entre la parte fija de éste y el puente en el que va montado, como si el tornillo no lograra sujetarlo bien. Investigando veo que el tornillo necesita una arandela especial para sujetar la parte fija del cojinete (pareciera un capricho de Longines), a la luz del surco visible en la parte interior, y finalmente de una foto encontrada en Internet:
Está claro que el mío venía sin ella, al menos eso quiero pensar, ya que no está... Dándole algunas vueltas al tema decido ir con una solución provisional para poder usar el reloj sin que se el rotor roce demasiado con el movimiento o con la caja. Tirando de cuerda de guitarra eléctrica, y haciendo varios intentos, me fabrico una arandela
Y de nuevo tengo suerte en el resultado, el rotor queda perfectamente fijado y gira a la perfección sin roces. No hice fotos del calibre completamente montado.
A pesar de todo el trabajo tengo que aguantarme sin ponerme el reloj, venía con un cristal más pequeño de lo que corresponde, pegado con pegamento, y está a la espera de ser montado con un cristal de su medida.
Espero haberos entretenido un rato, y como suelo decir, esto no es nada profesional, es sólo por diversión.
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