Si señor, a disfrutarlo por mucho tiempo.
Como puedes ver las opiniones sobre si limpiar o no son distintas y es que, como decían los antiguos, "cada maestrillo tiene su librillo". Sin embargo, después de mucho leer a los expertos y oir a los profesionales, puedes llegar fácilmente a la conclusión de que un reloj mecánico, para que tenga una marcha decente con sólo unos segundos al día de variación, necesita estar limpio y aceitado correctamente. Pues bien, partiendo de esa base, si tú compruebas la marcha de tu reloj y ves que es la correcta ¿necesitas llevarlo a que lo revisen? ¿es preferible correr el riesgo de que le pase algo en la revisión a que le pase por dejarlo como está?. Está claro que si quien está haciendo la revisión es un buen profesional correrá con el gasto de lo que pase (algo se rompe, se pierde, se dobla, ....etc) pero ello conlleva que te costará seguramente, porque no lo sé con certeza, más de 100 euros la revisión. Entre muchos han de pagar un poco del previsible riesgo para que cuando se actualice el mismo la pérdida no sea grande para el relojero sino que esté compensada desde antes. Esto es como las garantías: se pagan por adelantado.
Ciñéndonos al simple valor material del reloj, en cinco o seis revisiones, te ha costado como un reloj entero pero, claro, también hay que tener en cuenta el valor sentimental, que ese no tiene precio.
Yo cuando compro un reloj con cierto valor, como por ejemplo un Omega, si marcha bien no lo limpio. Yo no lo llevo al relojero porque mi auténtica afición es desmontar y montar, pero no corro el riesgo de romper algo que no lo está. En cuanto vea que no marcha bien no tardo ni un minuto en abrirlo y, entonces, sí, corriendo el riesgo de fastidiar algo. Si el reloj no tiene valor material o éste es escaso, entonces ni miro la marcha: directamente me pongo a limpiar.
No quiero levantar polémica sobre si revisar de todas todas un reloj o esperar a que empiece a fallar porque, seguramente, no se llegaría a un acuerdo unánime, sólo reflexiono "en voz alta". La conclusión debe sacarla cada uno para sí.
Y con esto no quiero fastidiar las fiestas a nadie, que yo les deseo paz y felicidad a todas/os.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!