Casiná
De la casa
Sin verificar
Hoy me ha tocado entretenerme con un Omega 601 que alguien dijo hace unos días que podría ser el reloj más común entre nosotros. No sé si será el más común pero para mi sí es uno de los mejores: sin complicaciones, con buen material, ajustado y ..... bonito ¡muy bonito!. Tanto por fuera como por dentro.
Y creo que nunca hemos puesto un despiece, casi al completo, de este "monstruo" que a mi parecer no tiene todo el reconocimiento que se merece. Claro que yo soy de los que piensan que el reloj solo hora es el más bonito y con mientras menos agujas más elegante. Aunque no se le vea la vida.
Os voy a hacer primero una presentación del lugar de trabajo. Así comprenderéis por qué casi no me canso en esto, je,je,je.
Bueno, ya visto el sitio, aquí tenemos el esqueleto encima del quirófano:
Nunca en todos los Omega que llevo hechos me había costado tanto meter las ruedas en su sitio; no he podido afotar por mala leche.
Puestas las ruedas, el cubo y sus dos puentes nos vamos atrás para poner el cañón de minutos antes de que se quede mucho tiempo al aire la espiga del segundero. En todos los relojes es muy fina pero en los Omega ya es la leche. De camino vemos todo el sistema remontoir ya en su sitio.
Rueda corona ya instalada y, a continuación, el rochete de carga.
Ya podemos comprobar que el rodaje va fino y suave, así que a instalar el áncora
Comprobamos que hay escape con suavidad, engrasamos la paleta de salida 3 veces, cada seis dientes, y ya podemos poner el volante que, como esperaba, arranca a rodar que ya quisiera Fernando Alonso.
Y a ver quien es el guapo que me niegue el por qué me gusta tanto limpiar un Omega viendo esta imagen:
O esta otra:
Ahora ya toca lo más incordioso y que menos me gusta: afinar la marcha.
Si habéis llegado hasta aquí es que tenéis la paciencia de Job.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!
PS. ¡Ahh!, que se me olvidaba: este jueves ha sido fructuoso aunque no para mi. Pero mi relojero es ya casi mi hermano.
Y creo que nunca hemos puesto un despiece, casi al completo, de este "monstruo" que a mi parecer no tiene todo el reconocimiento que se merece. Claro que yo soy de los que piensan que el reloj solo hora es el más bonito y con mientras menos agujas más elegante. Aunque no se le vea la vida.
Os voy a hacer primero una presentación del lugar de trabajo. Así comprenderéis por qué casi no me canso en esto, je,je,je.
Bueno, ya visto el sitio, aquí tenemos el esqueleto encima del quirófano:
Nunca en todos los Omega que llevo hechos me había costado tanto meter las ruedas en su sitio; no he podido afotar por mala leche.
Puestas las ruedas, el cubo y sus dos puentes nos vamos atrás para poner el cañón de minutos antes de que se quede mucho tiempo al aire la espiga del segundero. En todos los relojes es muy fina pero en los Omega ya es la leche. De camino vemos todo el sistema remontoir ya en su sitio.
Rueda corona ya instalada y, a continuación, el rochete de carga.
Ya podemos comprobar que el rodaje va fino y suave, así que a instalar el áncora
Comprobamos que hay escape con suavidad, engrasamos la paleta de salida 3 veces, cada seis dientes, y ya podemos poner el volante que, como esperaba, arranca a rodar que ya quisiera Fernando Alonso.
Y a ver quien es el guapo que me niegue el por qué me gusta tanto limpiar un Omega viendo esta imagen:
O esta otra:
Ahora ya toca lo más incordioso y que menos me gusta: afinar la marcha.
Si habéis llegado hasta aquí es que tenéis la paciencia de Job.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!
PS. ¡Ahh!, que se me olvidaba: este jueves ha sido fructuoso aunque no para mi. Pero mi relojero es ya casi mi hermano.