LuisG
Tropicalizado
Sin verificar
Mientras les preparo un post como ha de ser (con fotos dignas y bien hechas y la historia que lleva detrás) sobre un magnífico pack recibido que incluye dos Zenith, un Longines y un Certina de 1965, sigo buscando mi lugar en este sub-foro, en un punto indeterminado entre los que coleccionan relojes y los que no, los que abren relojes y los que no, los que saben algo de relojes y los que no, los que distinguen un resorte del tiret de un volante y los que no, los que tienen recursos para invertir y los que no, los que saben lo que quieren y los que no, los que etc. y los que no.
Bueno, lo penúltimo es mentira, cada vez tengo más claro lo que me gusta y, aunque aquí no triunfen demasiado -o más bien nada-, en algún sitio tengo que enseñar a mis pequeñines, esos que nacieron poco elegantes, feos, contrahechos o sin la prestancia que da un poco de oro rosa, una antropomorfia sesentera o cincuentera, un apellido de rancio abolengo o unas entrañas de artesanía manufacturada.
Pues no, señores, no hay vintage al que no se pueda querer lo suficiente si se pone empeño, y por eso les muestro dos Helsa recientemente llegados a casa, recogidos de un orfanato donde nadie los quería. Cierto es que gracias a sus condiciones estéticas, con un poco de suerte pueden encontrarse al precio que cuestan dos cañas; algo bueno ha de tener su obsolescencia estética. Y un servidor se está aficionando a los Helsa, porque una empresa (HELSA Watch Factory Ltd.) que lo tuvo tan claro como para existir sólo entre 1961 y 1976 es una marca de enorme DIGNIDAD; son los mejores años en la historia estética de la relojería, oigan. ¡Para qué fundarse antes o durar más tiempo!¡Con un par! Lo necesario y suficiente.
Así que aquí les cuelgo mis dos nuevos Helsa, manuales ellos, que orgullosamente lucen la leyenda "unbreakable mainspring" (un día lo probaré, si son irrompibles...) Aviso: el armis de agujeros es rígido. Cómo lo oyen, un auténtico brazalete de metal sólido. Si algún día voy a una quedada de estas de relojes de 3.000.000.000.000.000.000 de euros, ya sé que reloj llevaré puesto... Claro que, bien pensado, tengo un Mortima Mayerling bastante más monstruoso que aún no me he atrevido a mostrar. En fin, las fotos, que no tengo ganas de trabajar y estoy divagando...
Bueno, lo penúltimo es mentira, cada vez tengo más claro lo que me gusta y, aunque aquí no triunfen demasiado -o más bien nada-, en algún sitio tengo que enseñar a mis pequeñines, esos que nacieron poco elegantes, feos, contrahechos o sin la prestancia que da un poco de oro rosa, una antropomorfia sesentera o cincuentera, un apellido de rancio abolengo o unas entrañas de artesanía manufacturada.
Pues no, señores, no hay vintage al que no se pueda querer lo suficiente si se pone empeño, y por eso les muestro dos Helsa recientemente llegados a casa, recogidos de un orfanato donde nadie los quería. Cierto es que gracias a sus condiciones estéticas, con un poco de suerte pueden encontrarse al precio que cuestan dos cañas; algo bueno ha de tener su obsolescencia estética. Y un servidor se está aficionando a los Helsa, porque una empresa (HELSA Watch Factory Ltd.) que lo tuvo tan claro como para existir sólo entre 1961 y 1976 es una marca de enorme DIGNIDAD; son los mejores años en la historia estética de la relojería, oigan. ¡Para qué fundarse antes o durar más tiempo!¡Con un par! Lo necesario y suficiente.
Así que aquí les cuelgo mis dos nuevos Helsa, manuales ellos, que orgullosamente lucen la leyenda "unbreakable mainspring" (un día lo probaré, si son irrompibles...) Aviso: el armis de agujeros es rígido. Cómo lo oyen, un auténtico brazalete de metal sólido. Si algún día voy a una quedada de estas de relojes de 3.000.000.000.000.000.000 de euros, ya sé que reloj llevaré puesto... Claro que, bien pensado, tengo un Mortima Mayerling bastante más monstruoso que aún no me he atrevido a mostrar. En fin, las fotos, que no tengo ganas de trabajar y estoy divagando...