Casiná
De la casa
Sin verificar
Mis conocimientos de un crono son incipientes pero como siempre me han atraido una jartá he procurado entender algo de ellos y, con la ayuda de fotos, reports y relojeros, ya le he metido mano al alguno de ellos. El 6139 de Seiko, como todo lo que tocan los japoneses, es más sencillo de funcionamiento pero igual de atrayente. El de Landerón se complica algo más pero es apasionante. A éste le voy a dedicar estas líneas y, en concreto al Landeron 55. Si queréis ver muchos de él buscar la "marca/fantasía" Chronographe Suisse que lo empleó en abundancia.
Lo primero que nos llama la atención, al menos a mi me la llama, es el conjunto de ruedas doradas que resaltan entre tanta pieza de acero o acerada. Entre ellas la número 1 es la que tiene movimiento propio ya que está clavada en el vástago de la rueda de segundos del reloj, aguja a las 9. Ella transmite el movimiento continuamente a la número 4 y ésta, cuando ponemos el crono en marcha, lo transmite a la 2, que está en el centro, y empieza a correr la trotadora. Un tetón, no tan turgente como los de antares, que hay debajo de ella, la 2, cada vez que da una vuelta le da un empujoncito a la 5 que, a su vez, le pasa un diente a la 3 que mueve la aguja contadora, situada cerca de las 3: un minuto ha pasado.
Como véis están numeradas de arriba abajo y de izquierda a derecha.
Otra cosa que nos llama mucho la atención cuando abrimos un crono es la cantidad de "cacharros" que se ven ahí dentro. Vamos a tratar de ir conociéndolos poco a poco.
Con los números 1 y 2 he señalado las dos puntas del martillo; con él se ponen a cero tanto la trotadora como la contadora. Las ruedas que antes hemos llamado 2 y 3 tienen debajo una pieza con aproximadamente la forma de un corazón (y así se llaman) y esas puntas del martillo las empujan por donde quiera que las cojan hasta llevar la punta del corazón a la parte opuesta de donde él se encuentra. Como un corazón tiene forma excentrica girará sobre sí mismo si se empuja en cualquier lado. Esto nos hace pensar en que cuando vamos a colocar tanto la trotadora como la contadora en sus ejes, tenemos que poner los corazones de ambas en el punto opuesto al martillo y así colocamos las agujas en el cero.
En la siguiente imagen vemos la punta de ese corazón junto a la rueda central, la de la trotadora. El otro lo tapa el puente. Lo he señalado con el núm. 1 en el centro de la imagen.
También vemos la palanca 3 que tiene (echadle un poco de imaginación) la forma de una E mayúscula con sus puntas muy abiertas; llega desde el tornillo 4 hasta por encima del 5, esa que se ve muy blanca/brillante. En el "rabito" del centro tiene la rueda que hemos llamado 4 (la 1 no está puesta aquí todavía) y que se aproxima a la 2 para mover a la trotadora cuando apretamos el pulsador de arranque del crono.
Los tornillos 4 y 5 (que no se ve casi nada) son unas excentricas que sirven para regular esta palanca de forma que acerque su rueda a la otra lo justo, ni más porque la ahogaría, ni menos porque no la haría girar.
Lo que más resalta de esta vista de un crono abierto es la pieza núm. 6, que es el puente de las ruedas 2 y 3, o sea, las de trotadora y contadora. Parece una Y con formas redondeadas.
Ahora vemos en la siguiente imagen, ya colocadas, las palancas 1 y 2 que son movidas, respectivamente, por los pulsadores 1 y 2. La 2 vemos perfectamente que está sujeta por un tornillo de rosca cambiada: ved las 3 rayas.
Cuando apretamos el pulsador 1, se mueve su palanca, la 1 y hace que la pieza 3 se desplace hacia el centro del reloj; entre los números 3 y 4 se ve un tornillo que estaba impidiendo que la punta de la palanca 4 se fuera también hacia el centro empujada por el muelle 5, luego ahora se va hacia el centro y aproxima su rueda, que está junto al 6, a la rueda central, la de la trotadora, y, por tanto, ésta echa a andar. A la vez, al pulsar el num. 1, se carga el martillo, es decir, vuelve a la posición de poder actuar para el reseteo. En esta imagen se ve cuando ha puesto ya a cero el crono.
Cuando luego presionemos el pulsador 2, en la primera pulsación deshará estos cambios que hizo el número 1 y el crono parará. En la segunda pulsación el martillo se moverá hacia el centro y empujará los corazones para poner el crono a cero.
Hay en el crono una pieza extremadamente frágil que hay que tratar con muchísimo cariño y es el freno de la contadora: en la imagen anterior es esa fina palanquita marcada con el núm. 1 en sus extremos, desde los tornillos hasta la "pancita" final, que se mete entre los dientes de la rueda contadora y la mantiene firme hasta que llegue el próximo movimiento y marcando fijamente el número de minutos transcurridos.
Con el núm 2 vemos la palanca del pulsador núm. 2 que en la otra imagen anterior no se distinguía muy bien.
No sé si habré sabido explicarme bien ni si en alguna/as ocasion/es he metido la gamba. Como estoy empezando esta apasionante experiencia me puede haber pasado de todo. Espero que unos sepáis perdonarme y otros corregirme.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.
PS. Como véis, un crono sin rueda de pilares. Y ¿que falta le hace? je,je,je.
Lo primero que nos llama la atención, al menos a mi me la llama, es el conjunto de ruedas doradas que resaltan entre tanta pieza de acero o acerada. Entre ellas la número 1 es la que tiene movimiento propio ya que está clavada en el vástago de la rueda de segundos del reloj, aguja a las 9. Ella transmite el movimiento continuamente a la número 4 y ésta, cuando ponemos el crono en marcha, lo transmite a la 2, que está en el centro, y empieza a correr la trotadora. Un tetón, no tan turgente como los de antares, que hay debajo de ella, la 2, cada vez que da una vuelta le da un empujoncito a la 5 que, a su vez, le pasa un diente a la 3 que mueve la aguja contadora, situada cerca de las 3: un minuto ha pasado.
Como véis están numeradas de arriba abajo y de izquierda a derecha.
Otra cosa que nos llama mucho la atención cuando abrimos un crono es la cantidad de "cacharros" que se ven ahí dentro. Vamos a tratar de ir conociéndolos poco a poco.
Con los números 1 y 2 he señalado las dos puntas del martillo; con él se ponen a cero tanto la trotadora como la contadora. Las ruedas que antes hemos llamado 2 y 3 tienen debajo una pieza con aproximadamente la forma de un corazón (y así se llaman) y esas puntas del martillo las empujan por donde quiera que las cojan hasta llevar la punta del corazón a la parte opuesta de donde él se encuentra. Como un corazón tiene forma excentrica girará sobre sí mismo si se empuja en cualquier lado. Esto nos hace pensar en que cuando vamos a colocar tanto la trotadora como la contadora en sus ejes, tenemos que poner los corazones de ambas en el punto opuesto al martillo y así colocamos las agujas en el cero.
En la siguiente imagen vemos la punta de ese corazón junto a la rueda central, la de la trotadora. El otro lo tapa el puente. Lo he señalado con el núm. 1 en el centro de la imagen.
También vemos la palanca 3 que tiene (echadle un poco de imaginación) la forma de una E mayúscula con sus puntas muy abiertas; llega desde el tornillo 4 hasta por encima del 5, esa que se ve muy blanca/brillante. En el "rabito" del centro tiene la rueda que hemos llamado 4 (la 1 no está puesta aquí todavía) y que se aproxima a la 2 para mover a la trotadora cuando apretamos el pulsador de arranque del crono.
Los tornillos 4 y 5 (que no se ve casi nada) son unas excentricas que sirven para regular esta palanca de forma que acerque su rueda a la otra lo justo, ni más porque la ahogaría, ni menos porque no la haría girar.
Lo que más resalta de esta vista de un crono abierto es la pieza núm. 6, que es el puente de las ruedas 2 y 3, o sea, las de trotadora y contadora. Parece una Y con formas redondeadas.
Ahora vemos en la siguiente imagen, ya colocadas, las palancas 1 y 2 que son movidas, respectivamente, por los pulsadores 1 y 2. La 2 vemos perfectamente que está sujeta por un tornillo de rosca cambiada: ved las 3 rayas.
Cuando apretamos el pulsador 1, se mueve su palanca, la 1 y hace que la pieza 3 se desplace hacia el centro del reloj; entre los números 3 y 4 se ve un tornillo que estaba impidiendo que la punta de la palanca 4 se fuera también hacia el centro empujada por el muelle 5, luego ahora se va hacia el centro y aproxima su rueda, que está junto al 6, a la rueda central, la de la trotadora, y, por tanto, ésta echa a andar. A la vez, al pulsar el num. 1, se carga el martillo, es decir, vuelve a la posición de poder actuar para el reseteo. En esta imagen se ve cuando ha puesto ya a cero el crono.
Cuando luego presionemos el pulsador 2, en la primera pulsación deshará estos cambios que hizo el número 1 y el crono parará. En la segunda pulsación el martillo se moverá hacia el centro y empujará los corazones para poner el crono a cero.
Hay en el crono una pieza extremadamente frágil que hay que tratar con muchísimo cariño y es el freno de la contadora: en la imagen anterior es esa fina palanquita marcada con el núm. 1 en sus extremos, desde los tornillos hasta la "pancita" final, que se mete entre los dientes de la rueda contadora y la mantiene firme hasta que llegue el próximo movimiento y marcando fijamente el número de minutos transcurridos.
Con el núm 2 vemos la palanca del pulsador núm. 2 que en la otra imagen anterior no se distinguía muy bien.
No sé si habré sabido explicarme bien ni si en alguna/as ocasion/es he metido la gamba. Como estoy empezando esta apasionante experiencia me puede haber pasado de todo. Espero que unos sepáis perdonarme y otros corregirme.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.
PS. Como véis, un crono sin rueda de pilares. Y ¿que falta le hace? je,je,je.
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