Gracias Miquel, sin lugar a duda un excelente trabajo tanto de investigación como de redacción e información.
No obstante, y dado que me quiero considerar un experto en la evolución electro-electrónica de la relojería en el siglo XX, y como ya bien has apuntado en tus reflexiones, son realmente relojes que nacieron tarde, hasta 20 años, y partieron de una tecnología parcialmente ya obsoleta.
Se saltaron un paso, posiblemente no fue un problema de patentes, más bien creo que fue un problema de tecnología. Ese paso es bien conocido por todos los occidentales, es el
Diapasón. Eliminar el volante fue lo que le dio precisión y solidez al reloj electrónico.
El diapasón, enseño como fabricar un reloj contra natura, es increible, la teoría dice que es casi imposible que pueda funcionar y más durante 50 años.
Significativo es que solo Bulova fabricó 4.000.000 de Accutron entre 1960 y 1974, relojes que se vendían a 40.000 Pesetas, yo compre uno en 1969.
Desconozco los que llegó a fabricar ESA, pero aún pagando a la patente Bulova, sin duda fueron muchisimos menos, quizás no llegara a los 300.000.
Creo el problema fué realmente técnico, era más fácil fabricar un submarino que un Accutron en los años 60 a nivel técnico e imagino que los presupuestos relojeros de Unión Soviética, estarían más a favor del submarino que de los relojes, los japoneses, no lo consiguieron, claros que no les iba nada, prefirieron comprar a Bulova calibres, como hizo la Citizen.
Con todo tiene su mérito, son relojes fiables y precisos, que fueron superados inmediatamente, sin pasar por el paso intermedio de eliminar el volante, pasando directamente a la electrónica, micro-motor o digitales en pantallas LCD o LED.
Repito las felicitaciones, valoro esa evolución tardía como merece y aprovecho para mostrarte el mio, un 3055 que me permitió conocerlos y ver lo bien fabricados que estaban.
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Un cordial saludo