AbderramanII
Reina Mora
Sin verificar
¡Buen día a todos! Hoy os dejo un clásico de los Eagles para BSO. Si os apetece leer con música, dadle al play
Y aplicando a nuestro agradable rinconcito vintage el estribillo del Hotel California, qué lugar tan encantador… Aunque bueno, el lugar es encantador principalmente por el encanto de quienes por aquí os movéis.
En este caso me refiero concretamente a la generosidad que derrocha este querido compi de inclinaciones últimamente americanas, que hace un par de semanas me escribió para decirme que no había podido dejar en una relojería unos cuantos relojes de dama NOS pero que en su casa no había quien los usara, así que, si me parecía bien, los metía en un sobre y me los mandaba para que se quedaran conmigo Que “si me parecía bien” me dice… y yo mientras lo leía aplaudiendo hasta con las orejas
El caso es que se me han complicado un poco las cosas pero no quiero que pase más tiempo sin darle las gracias públicamente a nuestro amigo Molotov y compartirlos con todos vosotros. Los dos que llevan correa los visteis en el hilo diario nada más llegar, pero los dos que llevan brazalete no los pude estrenar de inmediato porque necesitaban un ajuste para poder usarlos. En cualquier caso, quería mostrarlos todos juntos Si averiguo más cosas sobre ellos y sus calibres, ya os contaré...
Son cuatro setenteros, cada uno de ellos con su toque especial: un todo terreno de camuflaje, un diver, uno femenino y uno elegantote. Aquí os dejo unas fotos de grupo
El todoterreno Osaki, cuya marca y los caracteres japoneses (supongo) que aparecen en su esfera pueden llevar a pensar que es de origen nipón… pero no, es un suizo disfrazado. Por lo que he podido descubrir, es una segunda marca con la que comercializaba Duward, supongo que para atraer al segmento de clientes que en la época optaban por piezas procedentes del país del sol naciente (de hecho, coincide con el Duward que os muestro más adelante en la singular indicación ‘International’ que se aprecia en la parte inferior de la esfera). Tiene un precioso color verde agua de tono oscuro, que a duras penas he logrado que se vea en alguna borrofoto
El diver Vicmar, que tiene una esfera de un color azul especialmente hermoso, aunque presenta algunas rayitas, fruto posiblemente del deterioro del tritio.
El femenino Duward, con ese brazalete para dama tan característico de aquella época (muy similar al de un bello Halcón marrón que recibí por mi pasado cumpleaños) y una bonita esfera metalizada color mostaza muy difícil de fotografiar.
Y el elegante Potens, vestido con una correa que me gusta mucho como le queda, aunque como suele ocurrir con las de Corfam se ha endurecido por el paso del tiempo y hace efecto de desgastada a pesar de estar nueva como el reloj. Me encantan los relojes cuadrondos y las esferas color plata, así que la combinación de ambas cosas me chifla.
Como veis, las cuatro piezas son muy hermosas, aunque lo realmente digno de alabanza es el detallazo de Molotov. Muchas gracias querido amigo
PEQUEÑA DIGRESIÓN AL HILO DEL TEMA QUE AQUÍ SUBYACE
Ya que este hilo, además de ser una presentación relojera, es, fundamentalmente, un agradecimiento y reconocimiento a la generosidad de un compañero, quiero aprovecharlo para sacarme una espinita que tengo desde hace mucho tiempo, cuando aún no me había percatado debidamente de cómo son por aquí las cosas a este respecto.
El caso es que un compañero por el que siento gran aprecio mostró en un hilo dos japos azulitos muy chulos. De los dos mostrados, me gustó especialmente un Ciudadano tremendamente setentoso, y así lo indiqué en una respuesta en dicho hilo. Pocos minutos después, recibía un mensaje privado de este compañero diciéndome que le diera mis datos, que me lo enviaba. Como digo, yo aún no había alcanzado a percibir la gran generosidad y desprendimiento que impregnan este rinconcito, así que, aunque llena de agradecimiento por el gesto, rechacé su amable ofrecimiento. Por un lado, porque me sentí avergonzada de haberle podido provocar con mis elogios a la pieza, y por otro supongo que también por reminiscencias de la educación que me inculcó mi madre según la cual era una grosería aceptar sin más lo que nos ofrecen. Vamos, que consideré que era un abuso egoísta por mi parte aceptar aquel regalo que me estaba ofreciendo el compañero, y por eso le di las gracias pero lo rechacé.
Desde entonces tengo clavada la espinita de haber podido ofender a este querido compañero y haberle parecido una ingrata desagradecida. Me arrepiento enormemente de no haber aceptado su regalo, y no por lo guapísimo que era el Ciudadano, aunque sería un buen motivo, sino sobre todo porque lamentaría profundamente haberle podido molestar con mi respuesta.
Un tiempo después, me encontré ante una situación similar y un querido amigo me dijo algo que le decía su padre y me convenció más que la teoría de mi madre: Cuando te ofrezcan un regalo, acéptalo siempre: si quien te lo ofrece es un amigo, le honrarás y harás feliz al aceptarlo; si quien te lo ofrece es un enemigo, le fastidiarás al hacerlo. Pues eso.
Bueno, pues ya me he quitado la espinita. Siento el tedio causado por haber realizado en público esta especie de catarsis, pero hace tiempo que lo llevaba dentro y necesitaba sacarlo. Me daba apuro escribir al compañero y por otra parte quería hacerlo públicamente para que se supiese, una vez más, lo que tenemos por aquí. Solo confío en que si el compañero lee esto comprenda los motivos que realmente me movieron, y que sepa que le guardo idéntico agradecimiento que si me hubiera enviado aquel hermoso reloj.
Y si habéis llegado hasta aquí, hoy especialmente
Y aplicando a nuestro agradable rinconcito vintage el estribillo del Hotel California, qué lugar tan encantador… Aunque bueno, el lugar es encantador principalmente por el encanto de quienes por aquí os movéis.
En este caso me refiero concretamente a la generosidad que derrocha este querido compi de inclinaciones últimamente americanas, que hace un par de semanas me escribió para decirme que no había podido dejar en una relojería unos cuantos relojes de dama NOS pero que en su casa no había quien los usara, así que, si me parecía bien, los metía en un sobre y me los mandaba para que se quedaran conmigo Que “si me parecía bien” me dice… y yo mientras lo leía aplaudiendo hasta con las orejas
El caso es que se me han complicado un poco las cosas pero no quiero que pase más tiempo sin darle las gracias públicamente a nuestro amigo Molotov y compartirlos con todos vosotros. Los dos que llevan correa los visteis en el hilo diario nada más llegar, pero los dos que llevan brazalete no los pude estrenar de inmediato porque necesitaban un ajuste para poder usarlos. En cualquier caso, quería mostrarlos todos juntos Si averiguo más cosas sobre ellos y sus calibres, ya os contaré...
Son cuatro setenteros, cada uno de ellos con su toque especial: un todo terreno de camuflaje, un diver, uno femenino y uno elegantote. Aquí os dejo unas fotos de grupo
El todoterreno Osaki, cuya marca y los caracteres japoneses (supongo) que aparecen en su esfera pueden llevar a pensar que es de origen nipón… pero no, es un suizo disfrazado. Por lo que he podido descubrir, es una segunda marca con la que comercializaba Duward, supongo que para atraer al segmento de clientes que en la época optaban por piezas procedentes del país del sol naciente (de hecho, coincide con el Duward que os muestro más adelante en la singular indicación ‘International’ que se aprecia en la parte inferior de la esfera). Tiene un precioso color verde agua de tono oscuro, que a duras penas he logrado que se vea en alguna borrofoto
El diver Vicmar, que tiene una esfera de un color azul especialmente hermoso, aunque presenta algunas rayitas, fruto posiblemente del deterioro del tritio.
El femenino Duward, con ese brazalete para dama tan característico de aquella época (muy similar al de un bello Halcón marrón que recibí por mi pasado cumpleaños) y una bonita esfera metalizada color mostaza muy difícil de fotografiar.
Y el elegante Potens, vestido con una correa que me gusta mucho como le queda, aunque como suele ocurrir con las de Corfam se ha endurecido por el paso del tiempo y hace efecto de desgastada a pesar de estar nueva como el reloj. Me encantan los relojes cuadrondos y las esferas color plata, así que la combinación de ambas cosas me chifla.
Como veis, las cuatro piezas son muy hermosas, aunque lo realmente digno de alabanza es el detallazo de Molotov. Muchas gracias querido amigo
PEQUEÑA DIGRESIÓN AL HILO DEL TEMA QUE AQUÍ SUBYACE
Ya que este hilo, además de ser una presentación relojera, es, fundamentalmente, un agradecimiento y reconocimiento a la generosidad de un compañero, quiero aprovecharlo para sacarme una espinita que tengo desde hace mucho tiempo, cuando aún no me había percatado debidamente de cómo son por aquí las cosas a este respecto.
El caso es que un compañero por el que siento gran aprecio mostró en un hilo dos japos azulitos muy chulos. De los dos mostrados, me gustó especialmente un Ciudadano tremendamente setentoso, y así lo indiqué en una respuesta en dicho hilo. Pocos minutos después, recibía un mensaje privado de este compañero diciéndome que le diera mis datos, que me lo enviaba. Como digo, yo aún no había alcanzado a percibir la gran generosidad y desprendimiento que impregnan este rinconcito, así que, aunque llena de agradecimiento por el gesto, rechacé su amable ofrecimiento. Por un lado, porque me sentí avergonzada de haberle podido provocar con mis elogios a la pieza, y por otro supongo que también por reminiscencias de la educación que me inculcó mi madre según la cual era una grosería aceptar sin más lo que nos ofrecen. Vamos, que consideré que era un abuso egoísta por mi parte aceptar aquel regalo que me estaba ofreciendo el compañero, y por eso le di las gracias pero lo rechacé.
Desde entonces tengo clavada la espinita de haber podido ofender a este querido compañero y haberle parecido una ingrata desagradecida. Me arrepiento enormemente de no haber aceptado su regalo, y no por lo guapísimo que era el Ciudadano, aunque sería un buen motivo, sino sobre todo porque lamentaría profundamente haberle podido molestar con mi respuesta.
Un tiempo después, me encontré ante una situación similar y un querido amigo me dijo algo que le decía su padre y me convenció más que la teoría de mi madre: Cuando te ofrezcan un regalo, acéptalo siempre: si quien te lo ofrece es un amigo, le honrarás y harás feliz al aceptarlo; si quien te lo ofrece es un enemigo, le fastidiarás al hacerlo. Pues eso.
Bueno, pues ya me he quitado la espinita. Siento el tedio causado por haber realizado en público esta especie de catarsis, pero hace tiempo que lo llevaba dentro y necesitaba sacarlo. Me daba apuro escribir al compañero y por otra parte quería hacerlo públicamente para que se supiese, una vez más, lo que tenemos por aquí. Solo confío en que si el compañero lee esto comprenda los motivos que realmente me movieron, y que sepa que le guardo idéntico agradecimiento que si me hubiera enviado aquel hermoso reloj.
Y si habéis llegado hasta aquí, hoy especialmente
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