Lisboa

Dirigido a los compañeros portugueses, y más concretamente lisboetas. Los días 19, 20 y 21 de septiembre estaré de viaje de placer con mi mujer y quería que me recomendarais todo lo que se os ocurriera que hay que ver, oir, probar, beber, comer en tan bella ciudad y que se aleje de lo típico (la Torre de Belem ya se que la vamos a ir a ver). Me refiero a restaurantes, plazitas, cefeterías con encanto. Sobre todo tenemos muchas ganas (ya que nos encanta) de escuchar fado en directo en algún sitio en el que también se cene bien y bien de precio. Lo dicho, espero vuestras sugerencias.
Muito obrigado

No soy portuguesa pero acabo de venir de allí

Además de los monumentos y puntos de interés más importantes que encontrarás en cualquier guía o plano turístico, no debéis dejar de probar los pastéis de Belém. ¡¡Son deliciososss!!
0,95 EUR/ud.



Normalmente hay unas colas tremendas en la pastelería, pero si vas después de las 18:00, hora en que cierra el Monasterio de los Jerónimos y se van los montones de autocares, la cosa afloja y no hay que esperar tanto.

Es muy típico subir hasta el castillo en el tranvía 28, el más popular de Lisboa. Es recomendable cogerlo en la cabecera porque suele ir muuuy lleno.
Billete sencillo = 2,85 EUR/pers.



No dejéis de subir al elevador de Santa Justa, la vista es increíble.
Ascensor desde/hasta la base + subida a la plataforma superior = 5 EUR/pers.
Subida a pie desde el Monasterio do Carmo hasta la plataforma superior = 1,5 EUR/pers.



Es muy curiosa la Igreja de São Domingos, junto a la Praça do Rossio, destruida primero por un terremoto y después por un incendio.

Imprescindible, en mi humilde opinión:

• Monasterio de los Jerónimos.
• Sé (catedral).
• Castillo de San Jorge.
• Plazas: Comercio, Restauradores y Rossio.
• Callejear por Alfama. Hay muchos restaurantes con actuaciones de fado por las noches (ojo con los precios de las bebidas).
• Degustar alguna de las muchas especialidades de bacalhau.
• Una copita de ginjinha (licor de guindas) o vinho de Porto.

Nos llamó la atención que cuando te sientas en un restaurante te ponen aperitivos sin pedirlos (queso, patés, canapés, aceitunas, etc.) y cuando llega la cuenta... ¡sorpresa! En la mayoría de los restaurantes puedes rechazarlos amablemente, aunque en otros forman parte del cubierto y no admiten que prescindas de ellos. De hecho, en Cascais unos alemanes se levantaron y se fueron porque no querían tomar los aperitivos y les dijo la dueña que sin aperitivo no había cena.

Dos curiosidades:

• Es habitual que te ofrezcan droga en las zonas turísticas. Con decir "no" amablemente es suficiente para que te dejen en paz. Ni dan miedo ni agobian, pero nos resultó curioso que campen a sus anchas.
• Los taxis son muuucho más baratos que en Madrid y, en los mismos trayectos, los de color beige son algo más económicos que los negros con techo verde.

Si necesitas alguna otra cosa, sólo tienes que preguntar... lo tengo recientito, jejeje :

Muchísimas gracias por tu extensa explicación. Algún restaurante recomendable al que hayásis ido?
Un saludo.
PD Los pastelitos esos (que pintaza!) donde los venden?

Un día cenamos al lado del hotel (estuvimos en el Marriott por siquieres ubicarte) pero no está cerca del centro. No era un sitio de turistas, así que muy bien y muy económico. Se llamaba Carvoeiro de Palma.

Otro día cenamos en un restaurante llamado San Miguel d'Alfama y ese sí que no te lo recomiendo. Nos sentaron en una mesa de 8 donde había 6 sitios libres. Hemos viajado bastante y eso es típico en muchos países, así que no nos sorprendió. El problema fue que le pedimos sentarnos en otros dos distintos a los que nos había asignado y el tío se empeñó en que no. Como estaban ya con la actuación de fado, y para no dar la nota, nos sentamos donde él decía. En la carta faltaban bastantes cosas, el vino blanco no estaba suficientemente frío y no tenía nada para enfriarlo, entre el aperitivo y la comida tardaron una vida, el camarero era borde y un desastre... Y para remate nos clavaron 6 euros por una botella de agua, además de un suplemento (del cual no te avisan de antemano) por los fados. En Alfama en casi todos los restaurantes cantaban fado por las noches, así que seguro que es fácil encontrar alguno mejor.

Otro día cenamos en un restaurante llamado Martinho de Arcada, un clásico en Lisboa. Está en los soportales de la Plaza del Comercio, segun sales por debajo del Arco de la Victoria desde la Rua Augusta a mano izquierda. Es un local muy típico y acogedor, frecuentado por escritores e intelectuales. No es ni barato ni caro; yo diría que el precio es justo por la calidad y cantidad que ofrecen. Los camareros muy atentos. Yo tomé bacalhau grelhado con aceite y ajo y mi chico lo tomó sin nada, y ambos estaban para chuparse hasta los codos. Como fuimos a cenar relativamente tarde, estaba muy tranquilo. Cuando vayáis por allí echadle un vistazo a la carta y, si os convencen los precios, ni os lo penséis: la calidad es de primera.

El último día fuimos de excursión a Sintra y cenamos en Cascais, pero nada del otro mundo. De hecho, no me acuerdo ni como se llamaba el sitio.

La pastelería está al lado del monasterio de los Jerónimos, en la misma acera y justo frente a la parada de los tranvías de regreso a Lisboa. Se llama Pastéis de Belém, tiene toldos azules y el nombre en la acera y, si váis en "hora punta" la encontraréis muy fácil buscando la cola, jeje.



Nosotros probamos en una pastelería cercana otros pasteles que nos recomendó una señora portuguesa y, si bien son muy parecidos, la textura y sabor de los originales es incomparable. Eso sí, si queréis traer a España para vuestra gente tenéis que comprarlos el último día; de un día para otro la crema empapa el hojaldre y pierden bastante gracia. La pastelería es gigante y tiene un montón de salones donde también os podréis sentar a degustarlos con un café, que en Portugal es buenísimo. Si os los lleváis, no olvidéis echarles por encima un poco de canela y azúcar que os darán allí en sobrecitos.

Para ir a Belém la mejor opción es el tranvía 15, muy rápido y moderno. Si no compráis la Lisboa Card o alguna otra tarjeta de transporte, el billete sencillo cuesta 2,85 EUR y hay que pagarlo dentro del tranvía en una máquina de monedas que no admite billetes. A nosotros nos pilló sin cambio y, como el conductor no cobra, o nos hacíamos un sinpa o nos bajábamos...

Si me voy acordando de más cosas, te cuento. Y si tienes más preguntas, ya sabes