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Venga otra historia sobre Rolex, que faltaba la mía, leñe.

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atorling

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Habitual
Sin verificar
Tras muchos años de fiebre relojera insatisfecha mirando catálogos de la coronita que la frustración relojera de mi padre guardó con celo en su cajón, me planto ante un escaparate en Gibraltar... y allí estaban dos casi iguales en azul metálico y plata.
Me gustaba mucho el azul pero consideré que el plata resisitiría mejor el paso del tiempo...No era la típica elección para la edad de un universitario, y el dispendio una locura, dado el inexistente nivel de ingresos.
Por fin, tras el regate al indio y liarme la manta a la cabeza, salí con él ceñido a la muñeca, dispuesto a seguir pacientemente el paso del tiempo.
Me sentí pleno, mi primer automático tras el pequeño Thermidor de la comunión, después de un largo desierto de cuarzo.
Me acompañó durante años, en todos los momentos esenciales de mi vida. Siempre que lo vestía, cuando miraba el brillo de su esfera y el regular movimiento de su mano, me sentía especial, ni el Anillo Único conferiría a un personaje fantástico tales poderes.
Su robustez y fiabilidad míticas. Sólo pasó por mis inexperas manos relojeras. Lo abría continuamente con una herramienta especial que adquirí para mirar embelesado el movimiento de sus engranajes, con el riesgo de que el polvo encontrase asiento entre sus piezas. Lo ajusté yo mismo a base de prueba y error cuando el paso del tiempo quiso que la hora oficial y la suya siguiesen diferentes caminos. Como toda lubricación adicional sólo alguna babilla que se me escapó al mirarlo con devoción.

Y es que esas cinco letras encierran tanta historia y saber hacer relojero que no puedo sino repetir la manida frase "Seiko es Seiko"

Para mi desgracia, y a falta de mayor comprobación empírica por autoridades científicas, viendo su armis y caja marcadas por los avatares de nuestra vida en común, he de concluir que los relojes no tienen propiedades mágicas, ni las confieren a sus propietarios al ceñirlos en su muñeca, sea cual sea su emblema.

Eso sí, cada vez que miro mi Seiko, me acuerdo de todo lo vivido con él, y cómo me hizo sentir desde que lo compré, aunque nos encontramos por casualidad cuando sólo buscaba admirar un Rolex en un escaparate.
 
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Bonita historia, hay que ver lo que es capaz de trasmitir un reloj.
 
Bonita historia.
 
Me encantado tú historia.
 
Seiko?
No la he pillado, te has ido a comprar un Rolex y te saliste con un Seiko, o sea que todas estas sensaciones han sido por llevarse un Seiko?
No entendi::bash::
 
Pero... ¡como te atreves! ¿seguro que no te has equivocado de marca? :D
Un saludo.
 
Lo importante es encontrar el reloj que verdaderamente te llene, sin importar cual sea la marca.
Lo tuyo fué un flechazo :D
 
Agradecer que relate su historia.
 
Me parece perfecto que te encante tu Seiko, de echo yo tengo un Kinetic, pero lo que no me gusta es desmerecer otra marca porque sea más o menos cara. Todos las marcas de relojes son buenas, hoy en día es muy raro encontrar un reloj que salga malo y no aguante el paso del tiempo, a no ser que seas un bestia con el.
 
  • #10
Buena historia y muy bien contada, aunque Mardef no haya entendido nada.

Y ¿donde se desmerece otra marca por ser más o menos cara? ::Dbt::


Saludos
 
  • #11
Preciosa historia, que bien contada, me ha encantado.
 
  • #12
quizas no nos damos cuenta, y olvidemos que las vivencias son nuestras y los relojes, nuestros acompañantes.. que más da lo que costó ese reloj, en ese momento era... simplemente el reloj.
 
  • #13
Otro hilo más con rolex en su argumento, eso garantiza el éxito. Eso sí, la historia me ha encantado y, objetivamente, tiene una fuerte dosis de razón.
 
  • #14
Bonita historia

y el rolex lo sigues esperando?
 
  • #15
Muy bonito, sí señor.

Además ¿me ha parecido oír un "¡zas!, en toda la boca"?.
 
  • #16
A tu relato le falta una fotillo, o varias. No crees?

Un saludo.
 
  • #17
A tu relato le falta una fotillo, o varias. No crees?

Un saludo.

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lostimage.jpg
 
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  • #18
Buena historia.

Seiko es Seiko. En eso tienes razón y, comparaciones al margen, hay que reconocer que es una marca con mayúsculas que sabe muy bien lo que hace. Siempre habrá al menos un Seiko entre mis relojes y, para nada descarto sus gamas altas :drool:
 
  • #19
buena historia, pero por un momento pense que seria un rolex:-P
 
  • #20
Bonitas las dos cosas: reloj e historia.
¿Qué medida tiene?
Un saludo.
 
  • #21
A la vista de que un par de personas no han entendido lo explícito e implícito del hilo, parece que ha perdido elocuencia mi estilo literario, pena de mí.
En descargo diré que lo he redactado en dos minutos, a salto de mata con las peques encima y mi futura-ex haciendo, bueno lo que hacen las futuras ex.
A modo de epílogo glosaré lo explícito de la historia.
Me crié en una casa cuyo perenne hilo musical era el incesante tic-tac de los numerosos relojes de mesa y pared, el himnótico movimiento de los pédulos te seguía por cada rincón. Siendo así estaba abocado por la genética y la magnética a ser un aficionado a la relojería.
En cuanto a Rolex, desde mi tierna infancia aparecían como un mito inalcanzable en casa. Yo husmeaba en el cajón de papá y le cogía el catálogo cuando no me veía, ocupando aquel 1680 un lugar entre mis sueños, que hoy en día, curiosamente, puedo usar con frecuencia cuando visito a un amigo y colega de trabajo. Lástima que ya no se haga.
Seiko tenía para mí también un lugar destacado, con una inmaculada imagen de calidad. Desde años antes de que naciera yo ocupaba su muñeca un precioso Seiko 5 color antracita, adquirido en Canarias. Para cuando me compré el mío ya llevaba treinta años de funcionamiento y otros diecisiete después aún sigue ahí.

En cuanto a lo implícito del hilo:
Cuando imparto alguno de mis cursos comerciales para postventa le pregunto a la gente cuáles son las motivaciones universales de compra. La respuesta más habitual me hace esbozar una sonrisa: "por necesidad".
Pues bien, salvo necesidades primarias relacionadas con la supervivencia (hambre, sed, calor...) el resto de motivaciones de compra son emocionales. Sí, emocionales ( y no lo digo como psicólogo, que no lo soy). El proceso unas veces es compulsivo rápido y otras veces se le trata de dar una pátina racional ( es que "necesito" un bolso a juego con mis zapatos verdes, cómo puede haber una colección sin un coaxial, etc)
Salvo las cualidades físicas inherentes al producto, en el caso de un reloj, peso, tamaño, confort, legibilidad, exactitud... Y otras algo más subjetivas relacionadas con la comparación; la robustez relativa, calidad percibida, prestigio, etc. El resto, relacionadas con la sensación y la experiencia, parten exclusivamente del observador.
Convertirse en un artículo aspiracional, la identificación con la calidad, el lujo, el reconocimiento social, ayudan a inducir la experiencia de parte del exitoso márketing de cualquier marca de cualquier sector. Pero al final, el placer, la sensación que produce un objeto, es puramente subjetivo y personal. Es decir, las propiedades mágicas las ponemos nosotros, en muchos casos asistidos por un eficacísimo márketing que ha conseguido labrar nuestro subconsciente, a veces desde la niñez.
 
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  • #23
Bonita historia, si todavía lo conservas mejor que mejor son relojes que se les toma cariño se un Rolex, Seiko o lo que sea.
 
  • #24
A la vista de que un par de personas no han entendido lo explícito e implícito del hilo, parece que ha perdido elocuencia mi estilo literario, pena de mí.
En descargo diré que lo he redactado en dos minutos, a salto de mata con las peques encima y mi futura-ex haciendo, bueno lo que hacen las futuras ex.
A modo de epílogo glosaré lo explícito de la historia.
Me crié en una casa cuyo perenne hilo musical era el incesante tic-tac de los numerosos relojes de mesa y pared, el himnótico movimiento de los pédulos te seguía por cada rincón. Siendo así estaba abocado por la genética y la magnética a ser un aficionado a la relojería.
En cuanto a Rolex, desde mi tierna infancia aparecían como un mito inalcanzable en casa. Yo husmeaba en el cajón de papá y le cogía el catálogo cuando no me veía, ocupando aquel 1680 un lugar entre mis sueños, que hoy en día curiosamente puedo usar con frecuencia cuando visito a un amigo y colega de trabajo. Lástima que ya no se haga.
Seiko tenía para mí también un lugar destacado, con una inmaculada imagen de calidad. Desde años antes de que naciera yo ocupaba su muñeca un precioso Seiko 5 color antracita, adquirido en Canarias. Para cuando me compré el mío ya llevaba treinta años de funcionamiento y otros diecisiete después aún sigue ahí.

En cuanto a lo implícito del hilo.
Cuando imparto alguno de mis cursos comerciales para postventa le pregunto a la gente cuáles son las motivaciones universales de compra. La respuesta más habitual me hace esbozar una sonrisa: "por necesidad".
Pues bien salvo necesidades primarias relacionadas con la supervivencia (hambre, sed, calor...) el resto de motivaciones de compra son emocionales. Sí, emocionales. El proceso unas veces es compulsivo rápido y otras veces se le trata de dar una pátina racional ( es que "necesito" un bolso a juego con mis zapatos verdes, cómo puede haber una colección sin un coaxial, etc)
Salvo las cualidades físicas inherentes al producto, en el caso de un reloj, peso, tamaño, confort, legibilidad, exactitud... Y otras algo más subjetivas relacionadas con la comparación; la robustez relativa, calidad percibida, prestigio, etc. El resto, relacionadas con la sensación y la experiencia parten exclusivamente del observador.
Convertirse en un artículo aspiracional, la identificación con la calidad y el lujo ayudan a inducir la experiencia de parte del exitoso márketing de cualquier marca de cualquier sector ,pero al final, el placer, la sensación que produce un objeto es puramente subjetivo y personal.


Yo en mi historia particular recuerdo imágenes de mi padre con sus relojes, son imágenes borrosas que tengo en la memoria que en un momento determinado han despertado en mi (ya en mi época de adulto) una cierta curiosidad por los relojes, las estilográficas y esas cosas.
 
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