• El foro de relojes de habla hispana con más tráfico de la Red, donde un reloj es algo más que un objeto que da la hora. Relojes Especiales es el punto de referencia para hablar de relojes de todas las marcas, desde Rolex hasta Seiko, alta relojería, relojes de pulsera y de bolsillo, relojería gruesa y vintages, pero también de estilográficas. Además, disponemos de un foro de compraventa donde podrás encontrar el reloj que buscas al mejor precio. Para poder participar tendrás que registrarte.

Hombres que usan Rolex...

  • Iniciador del hilo Mecanico
  • Fecha de inicio
Estado
Hilo cerrado
Mecanico

Mecanico

Habitual
Sin verificar
Patente de corso, por Arturo Pérez-Reverte
MÁRQUEZ

Es el cámara de televisión más valiente que conocí. Y eso que tuve el privilegio de trabajar con unos cuantos. Tenía la sangre fría y el pulso de hierro, el cabrón, hasta el punto de que a veces, cuando estábamos ganándonos el jornal, yo tenía que decirle que moviera un poquito la cámara o se agachara porque, si no, nadie creería que estuviese grabando de verdad aquello de cerca, sin trípode y de pie. Recuerdo que una vez, en un sitio llamado Gorne Radici, se mosqueó mucho porque, en vista de que no se movía cuando cascaban cebollazos, yo intentaba empujarlo disimuladamente para que no sacara los planos tan perfectos. Se rebotó con aquello y empezamos a discutir en mitad del pifostio, y pasamos el resto de la mañana, yo dándole empujoncitos cada vez que nos arrimaban candela, y él apartándose de mí y diciendo que me iba a calzar una hostia, mientras los de las escopetas que andaban pegando tiros nos miraban como si estuviéramos majaras.

De Vietnam a los Balcanes pasando por la plaza de Tiannanmen, la biografía de Jose Luis Márquez cubre más de un cuarto de siglo de historia bélica. De conmociones internacionales que abrieron telediarios. Tuve la suerte de trabajar a su lado muchas veces, en especial durante la larga guerra de los Balcanes. Con él pasé en Mostar mi última Navidad como reportero, la del año 93. Creo que nunca respeté tanto a nadie. Y no fui el único. Ese fulano gruñón, compacto y duro, de ojos azules y jeta impasible, con su voz de carraca vieja y su sempiterno cigarrillo colgado en la boca, era y es una leyenda en el mundo de los reporteros gráficos internacionales. Yo mismo vi, después de que grabara unas imágenes de belleza y horror perfectos –a veces una cosa y otra eran compatibles, pues no siempre lo peor es la sangre– en un lugar llamado Kukunjevac, acudir a la sala de montaje a los más fogueados cámaras de las televisiones internacionales para contemplar su trabajo, admirados. «Es la guerra de verdad», comentó Rust, de la CNN. Y por Dios lo era.

Ustedes mismos, quienes veían aquellos telediarios, recordarán otro de sus momentos de gloria profesional, pues unas imágenes suyas dieron la vuelta al mundo, emitidas cientos de veces: un croata tumbado en el suelo, intentando acertarle con un lanzagranadas a un tanque serbio, en Vukovar, mientras las balas trazadoras que disparaba el tanque pegaban en el asfalto alrededor, entre las piernas de Márquez; que, de pie junto al soldado, grababa la escena. Luego, un impacto en una pierna del soldado, éste saltando a la pata coja, las manos del reportero que estaba con Márquez metiéndole un paquete de kleenex al herido en el agujero de bala para taponar la hemorragia, y en ese momento, pumba, un zambombazo que hizo a herido y reportero buscar resguardo a toda leche, mientras el cámara, que seguía grabándolo todo de pie y sin inmutarse, se limitaba a pulsar la tecla de zoom abriendo a plano general.

Se jubiló hace algún tiempo de la tele. Nos vemos de vez en cuando, o hablamos por teléfono con esa bronca aspereza que era, y sigue siendo, nuestra manera de ser amigos. Vete a tomar por saco. Mamón. Etcétera. Nunca hablamos entre nosotros de batallitas, ni falta que hace. Como mucho, recordamos a Miguel Gil Moreno, a Julio Fuentes y a los otros compadres que dejaron de fumar. Cuando me pasé del todo a la tecla, escribí Territorio Comanche y dediqué el libro al puente de Petrinja y a Márquez –Carmelo Gómez lo encarnó de maravilla en la película de Gerardo Herrero–, los jefes de la tele quisieron vengarse en él, pues yo estaba fuera de su línea de tiro. Lo pusieron a hacer guardias en la puerta de la Audiencia Nacional. Es la única vez en mi vida que he usado el teléfono para algo así: llamé a Ramón Colom, director de TVE, y le dije que, si no lo dejaban en paz, igual me daba por escribir sobre otros territorios y sus habitantes, y entonces nos íbamos a reír mucho, todos. Ramón captó el mensaje, cumplió como un caballero, y Márquez volvió a sus guerras: Kosovo, Chechenia, Iraq y todo eso. Luego aceptó la jubilación anticipada, y ahora vive junto al mar, con un enano que, estoy seguro, tiene la misma cara de rubio cabrón, la voz de carraca y la mala leche que su padre.

Sólo una vez en veintiún años lo vi moquear. No trabajando, pues ya he dicho que era impasible. Se lo comía todo para sí, y al acabar el curro dejaba la cámara en el suelo, se sentaba en cuclillas con la espalda contra la pared y encendía un pitillo en silencio. Decía que cuando se jubilara iba a comprarse un Rolex, y decidí adelantarme gracias a los derechos de autor de Territorio Comanche. Una noche lo invité a cenar un chuletón en El Schotis, en la Cava Baja de Madrid, y le tiré el reloj sobre la mesa. «Toma, gilipollas», dije. Se lo quedó mirando, sin tocarlo, y sólo dijo dos veces: «En mi puta vida». Fue entonces cuando lloró. No mucho, claro. Una lagrimita de nada. Estamos hablando de Márquez.
 
Siguiendo con Arturo Pérez Reverte, "LA CARTA ESFERICA":

Sus miradas se habían cruzado en ese breve instante, y él tuvo tiempo de retener unos insólitos ojos oscuros de reflejos azulados. O tal vez al contrario: ojos azules de reflejos oscuros, iris azul marino que resbalaron sobre Coy sin prestarle atención, mientras él comprobaba que ella también tenía pecas en la frente y el rostro y el cuello y las manos; que estaba cubierta de pecas y eso le daba una apariencia singular, atractiva y casi adolescente, pese a que ya debía de rondar los veintitantos años muy largos. Pudo ver que llevaba en la muñeca derecha un reloj masculino de acero, grande y de esfera negra. También que era medio palmo más alta que él y que era muy guapa.
 
Bonita historia, A Pérez Reverte también le he visto con un submariner, siendo hombre de mar no podía llevar otro reloj.:D
Gracias por ponerla.
Sld
 
Cierto, suele llevar un Sub:ok:::ok::

lostimage.jpg


Gracias por la historia:clap::clap:
 
Eso es un amigo!!

Gracias por el relato:ok::
 
Me encanta como escribe APR y muy bonito el detalle con su amigo , gracias por publicarlo y saludos
 
Siguiendo con Arturo Pérez Reverte, "LA CARTA ESFERICA":


Sus miradas se habían cruzado en ese breve instante, y él tuvo tiempo de retener unos insólitos ojos oscuros de reflejos azulados. O tal vez al contrario: ojos azules de reflejos oscuros, iris azul marino que resbalaron sobre Coy sin prestarle atención, mientras él comprobaba que ella también tenía pecas en la frente y el rostro y el cuello y las manos; que estaba cubierta de pecas y eso le daba una apariencia singular, atractiva y casi adolescente, pese a que ya debía de rondar los veintitantos años muy largos. Pudo ver que llevaba en la muñeca derecha un reloj masculino de acero, grande y de esfera negra. También que era medio palmo más alta que él y que era muy guapa.

Cuando la leí no me interesaban los relojes, así que ni reparé en la referencia... ¡gracias por recordarlo! :ok::
 
Hace años y antes de Sub, se le veía un Mark IV o V, no sabría decir cual exactamente.
 
Curtidos carniceros horteras, cómo si no se explicaría su gusto por un producto cuyo mejor y casi único mérito es el marketing.
 
  • #10
Me encanta como escribe ese hombre y lo poco que se casa con nadie :ok::
 
  • #11
Yo también pensaba regalarle un Rolex a un amigo... Pero viendo lo que piensan algunos no estoy seguro de que sea de su agrado... Es más, probablemente se ofenda ::Dbt:: ¡Así que finalmente he decidido comprarle un Seiko! ;-) Además pienso decírselo, tal cual, para que valore aún más el hondo sentir de mi regalo... :-P
 
  • #12
Po los rolex no se los habrá comprao con los libros que yo he comprao de el XD, porque entonces ni pa un Casio de 5 euros
 
  • #13
Un honor llevar el muñeca el mismo reloj que Don Arturo. Un saludo desde Bilbao, caballero.
 
  • #15
"La piel del tambor" es de mis libros preferidos, por lo que más puedo decir de este escritor en cuanto a su forma de escribir. En este gesto además demuestra amistad, algo que no se valora por el dinero que te gastas, sino por el gesto de intentar realizarle algún sueño.

Saludos
 
  • #18
Esque er Wancho se hace eco de los argumentos que mas le llegan a la patá en tó la ingle.

Ar Wancho hay que leerlo al revés para interpretarlo bien...
 
  • #21
bonita historia...muchas gracias por ponerla incluso me he emocionado.no mucho claro;-) con amigos asi la vida se vive mucho mejor....:ok::
un saludo
 
  • #22
Lo he leido esta mañana en el semanal y me ha gustao,me gusta mucho los articulos que escribe en el semanal y su forma de escribir.

Este me ha gustado como acaba ,echandole un rolex (que es lo que el queria tener)sobre la mesa, a su compañero de fatigas,al tiempo que le decia toma cabrón, y su compañero mirando el rolex todo emocionado diciendo en mi puta vida ...( 2 veces).


Que satisfación mas grande tener a alguien asi, para poder regalarle un Rolex.
 
  • #23
rolex aparece en tantos libros que es imposible ponerlos todos.
 
  • #24
Si no recuerdo mal en "La piel de tambor" también citaba Hamilton como el reloj que llevaba uno de los protagonistas, al final don Arturo va a ser también un friki de lo nuestro....

Me encanta como escribe.:ok::
 
  • #25
No tengo palabras.

Lo de Colom, muy bueno.

Gracias por la referencia amigo mecanico.
 
Estado
Hilo cerrado
Atrás
Arriba Pie