• El foro de relojes de habla hispana con más tráfico de la Red, donde un reloj es algo más que un objeto que da la hora. Relojes Especiales es el punto de referencia para hablar de relojes de todas las marcas, desde Rolex hasta Seiko, alta relojería, relojes de pulsera y de bolsillo, relojería gruesa y vintages, pero también de estilográficas. Además, disponemos de un foro de compraventa donde podrás encontrar el reloj que buscas al mejor precio. Para poder participar tendrás que registrarte.

El Reloj de mi distrito / Fuencarral-El Pardo (Madrid)

  • Iniciador del hilo kalimocko
  • Fecha de inicio
Estado
Hilo cerrado
kalimocko

kalimocko

Magister Collector
Sin verificar
Lo que relato a continuación son datos transcritos de unos folletos que me facilitó Don Pedro Izquierdo así como conversaciones con el Maestro hace tiempo.
A mí que soy un neofito en relojeria gruesa me fascinó y me pareció interesante, por eso lo quiero compartir con todos ustedes...... Además no deja de ser algo mio porque es; ¡¡¡ el reloj de mi distrito, un reloj de mi Ciudad !!!. Y que gracias a profesionales como el Maestro P. Izquierdo.... sigue realizando su labor social.

PD. Las fotos a color son mias, realizadas en una radiante mañana acompañado de mi más fiel seguidora .... mí MDD.

EL RELOJ DE FUENCARRAL Y SU ENTORNO

Hace ya más de un siglo que el reloj de Fuencarral controla el tiempo desde que fuera ubicado en el torreón del viejo Ayuntamiento, hoy Centro Cultural Valverde. Antes reguló las horas del pueblo el reloj del convento de Nuestra Señora de Valverde, Virgen a la que los funcarraleros veneran con gran devoción. Antaño quedan los días en que alguaciles y serenos cantaban las horas de la noche a son de campana hasta que los primeros carros partían hacia la capital para vender las hortalizas de temporada.

lostimage.jpg

El reloj de cuerda y polea es un símbolo para los vecinos, un faro en la meseta que en otro tiempo guió a pastores y campesinos en el vivir cotidiano, cuando las agujas de su esfera eran referencia desde las viñas y huertas.


lostimage.jpg

Obligado es recordar al alcalde que hizo realidad el deseo de Don Mariano Grácia y García, quien encargo el reloj de torre a la firma Girod en el año 1.805. Bajo su mandato fue puesto en marcha para ser testigo de los acontecimientos.

Más de 100 años han pasado desde entonces, un millón de horas que fueron gastando los entresijos del reloj hasta pararlo. Su restauración ha sido por consiguiente, tarea prioritaria para el Ayuntamiento de Madrid, conscientes de que era necesario recuperar esa obra de arte funcional de la última década del siglo XIX.


lostimage.jpg


El reloj de Fuencarral no es sólo una máquina del tiempo, sino también un elemento romántico en la era de las nuevas tecnologías. La cuerda de mano ha sido sustituida por el mecanismo automático, acorde a la necesidad del momento, pero su estructura de hierro y las piezas de bronce conservan la originalidad gracias al trabajo del maestro relojero don Pedro Izquierdo.


El Madrid de hoy, abierto como siempre a la cultura universal, detiene su tiempo para que los engranajes del reloj de Fuencarral se sumen al impulso de la Villa y Corte hacia los caminos de Europa. Una vez más, la intrahistoria cobra protagonismo en la infinita rueda de la historia.


lostimage.jpg


lostimage.jpg

JOSE MARÍA ALVAREZ DEL MANZANO
Y LOPEZ DEL HIERRO
Alcalde de Madrid

El dominio y la medida del tiempo han sido siempre pretensiones del hombre, planteamientos filosóficos presentes en la reflexión de los grandes pensadores. La praxis de tal teoría se manifiesta en los relojes, que alcanzan su máxima representación en las piezas de torre, el elemento más democrático al señalar el tiempo común para la colectividad, para los vecinos.

La junta Municipal de Fuencarral-El Pardo, en su afán por mantener las características de cada uno de los barrios que la componen, recupera hoy con ayuda de todos, un elemento clave en la historia del último siglo de Fuencarral: el reloj de la torre del antiguo Ayuntamiento, sede actual del Centro Cultural Valverde. Tras varios estudios realizados por el maestro don Pedro Izquierdo, se procedió a restaurar la vieja máquina con el fín de conservar su estructura original.


lostimage.jpg


Esta obra, enmarcada en el conjunto de proyectos culturales de la Junta Municipal, se completa con el libro dedicado al reloj y su entorno, cuya finalidad primera no es otra que dejar constancia social e histórica de un hecho relevante e incluso trascendente en el desarrollo del antiguo pueblo, hoy uno de los más carismáticos barrios de Madrid.


El reloj de Fuencarral continuará marcando las horas desde la torre, mostrará a los cuatro puntos cardinales sus esferas de cristal y girará sus agujas en un interminable baile de horas, minutos y segundos. En la buhardilla, que le guarda acopiará rayos de sol y humedad de lluvia, porque como escribió don Ramón Gómez de la Serna, todo reloj es una flor de metal.


BEATRIZ ELORRIAGA PISARIK
Concejal Presidente de la
Junta Municipal de Fuencarral – El Pardo

EL RELOJ DE FUENCARRAL

Antes de que el reloj de Fuencarral se hiciera popular entre los vecinos, ya lo era el de la desaparecida torre de la ermita de Nuestra Señora de Valverde, según escribió el cronista Antonio Cantó. En 1.850 la capital de España tenía 25 relojes de torre, mal distribuidos y de mal efecto según indica Pedro Felipe Monlau en su obra Madrid en la mano.

El reloj de Fuencarral fue instalado en 1.895, treinta años más tarde que el de la Puerta del Sol. Era alcalde del pueblo Mariano Gracia y García, quien lo encargó a la firma Girod y al mismo tiempo ordenó que se levantara la correspondiente torre en el Ayuntamiento. Las obras se realizaron los meses de abril y mayo, con un gasto en materiales de 1.610 pesetas y de 809,40 en jornales. El torreón se terminó con mayor tamaño del previsto, por lo que hubo que realizarse un reajuste en los gastos por importe de 637,40 pesetas. El encargado de las obras y de la gestión de fondos fue Pascual Camarero, que presentó las cuentas totales en 1 de febrero de 1.896. Trabajaron en la construcción una treintena de personas, más los empleados indirectos creados para atender las necesidades de los primeros.


lostimage.jpg

En 1.896 las campanas del reloj tocaron a muerto decenas de veces. La mayor de los soldados que partían hacia Cuba para defender la colonia española jamás regresaron.

Las madres aguardaban la carta del hijo y pasaban las horas tras los visillos contemplando las agujas negras de luto y la esfera blanca de esperanza. En Fuencarral, como en la mayoría de los rincones de España, se cantaba una triste copla popular:


Ya se van los quintos, madre
Por la puerta de Alcalá.
Ya se van los quintos, madre
¡Sabe Dios si volverán!

Desde el año 1.927, el reloj estuvo ligado a la vida de Esteban Ramírez López, guarda que prestó servicio hasta que la capital engulló el municipio. El tío Esteban, como le conocían popularmente los vecinos, nació en el pueblo en 1.894, apenas unos meses antes de la instalación del reloj en la torre. Durante un par de años Esteban trabajó solo. Además de las funciones del pueblo le fue encomendada la tarea de cuidar el reloj. Engrasaba la maquinaria, lo limpiaba hasta hacerlo brillar y le daba cuerda cada 24 horas. Pero no todo eran problemas, pues el 31 de diciembre los foncarraleros despedían el año tomando las uvas en la plaza al son de las campanadas del reloj para no ser menos que el de la Puerta del Sol.

lostimage.jpg


Durante medio siglo el reloj de Fuencarral fue guía de campesinos y pastores que partían al despuntar el sol. Sus agujas marcaron el camino que siguieron los carros cargados de hortalizas, huevos y legumbres hacía la capital, al tiempo que señalaron el norte a tratantes, aventureros y viajeros en busca de fortuna. La guerra civil paró los relojes de toda España y durante tres años sólo funcionaron a golpe de violencia. En Fuencarral corrió el tiempo muy despacio, tan despacio que fue casi eterno; y en la dura posguerra los engranajes de la maquinaria fueron engrasados con tocino rancio, aceites de ricino e incluso agua de Carabaña. Sin embargo, el tiempo no se detuvo y las campanas despertaron a los foncarraleros con sones limpios de bronce, ajenos a la insensatez de los hombres.


lostimage.jpg


A finales de 1.947 la torre del reloj sufrió un desplome, de cuya gravedad dio fe el arquitecto Luis García de la Rasilla, contratado por el Ayuntamiento para que realizara el informe oficial. Las obras de apuntalamiento se iniciaron el 26 de enero de 1.948, el día 20 de marzo la empresa Girod desmontó el reloj y el 30 de julio se derribó el torreón con carácter de urgencia. Hasta ese momento sólo tenía una esfera, pero al ser reconstruida la torre se dejaron tres huecos, uno por cada lado. En el mes de octubre Marcos Mardomingo instaló el campanario, cuyo importe ascendió a 2.500 pesetas según consta en el Archivo de la Villa.


lostimage.jpg

lostimage.jpg


La firma Girod se hizo cargo del reloj y ofertó dos posibilidades: la restauración completa de la máquina y su reinstalación, o la construcción de tres nuevas esferas transparentes de luna, con marcos de hierro fundido y sus correspondientes cuadraturas. En sesión celebrada el 29 de octubre, el pleno aprobó el segundo presupuesto, y poco después decidió realizar las dos operaciones invirtiendo un total de 16.510 pesetas. El relojero encargado de la compostura y el ajuste fue Emilio Núñez García, quien terminó la instalación el 14 de diciembre de 1.948.

El reloj tuvo después varias averías debido a que el montaje se realizó sin finalizar las obras de torreón, lo que provocó la rotura accidental de un diente de la rueda de bronce (10 de enero de 1.949) y de una de las esferas (15 de febrero). Tras sucesivos arreglos de urgencia, siguió su ritmo hasta que en 1.974, con motivo de la total reconstrucción del antiguo Ayuntamiento para su transformación en el Centro Cultural Valverde, fue desmontado de nuevo. Desde entonces la sufrido varios avatares que terminan al fin con la actual restauración, llevada a cabo por el maestro relojero Pedro Izquierdo.


lostimage.jpg


En el pleno celebrado por la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo, el mes de julio de 1.998, siendo Concejal Presidente Beatriz Elorriaga Pisarik, se aprobó por unanimidad de los representantes políticos, con carácter de urgencia, la restauración y rehabilitación integral del reloj.


lostimage.jpg

Fuencarral recupera así parte de su memoria, símbolo del pueblo que fue y hoy más en la cultura e historia de la Villa y Corte. Sentimiento que el poeta plasma para la posteridad:

El reloj de espuma
Que mece las horas
Abre su ventana
Al sol de la aurora.
Fuencarral despierta
A las cuatro esferas
Como cuatro esquinas
Pintadas de seda.

EL ÚLTIMO RELOJERO DEL PUEBLO

Esteban Ramírez López, el tío Esteban como le conocian popularmente los vecinos, nació en el pueblo de Fuencarral en 1.894 apenas unos meses antes de la instalación del reloj en la torre. Además de las funciones de guardía, le fue encomendada la tarea de cuidar el reloj. Engrasaba la maquinaria, lo limpiaba hasta hacerlo brillar y le daba cuerda cada 24 horas. En el caso de que ocurriera alguna desgracia tocaba a rebato y los vecinos respondían uniendo sus fuerzas en una cadena hasta el lugar del siniestro.


lostimage.jpg

En 1.929, al poco de contraer matrimonio con la foncarralera Felisa López López, fue nombrado alcalde y trasladó su vivienda al Ayuntamiento. En el viejo edificio nació su hija Soledad. Al proclamarse República fue nombrado vigilante de serenos, aumentando así las responsabilidades aunque no el sueldo. Los serenos eran tres: Benito el cabo, El Rubio y Mariano Malaherida.

Las esferas del reloj eran entonces blanco fácil para los chiquillos. A golpe de tirachinas reventaban los cristales y huían a sitio seguro antes de que el tío Esteban les confiscara el arma del delito. Y cuando lograban quitarlos los tirachinas los echaba a un cestillo, que por cierto mermaba tanto como crecía, pues al tiempo que procuraba evitar percances su hijo Esteban –de la edad de los chiquillos- los hurtaba para revenderlos a buen precio. Pero no todo eran problemas, pues el 31 de diciembre los foncarraleros despedían el año tomando las uvas en la plaza al son de las campanas del reloj para no ser menos que el de la Puerta del Sol.


Durante la República los guardias municipales sumaron media docena, pero al estallar la Guerra Civil fueron despedidos. Tres años estuvo el reloj marcando la misma hora por falta de mano que le diera cuerda, hasta que al termino de la contienda volvió Esteban a su puesto y el tiempo corrió de nuevo en el pueblo. Cuando el municipio fue incorporado a la capital, los guardias pasaron a depender de Ayuntamiento de Madrid.


Cierto día del año 1.981, las campanas hicieron eco en los cerros de Guadarrama y las palomas de la iglesia volaron hacia la torre del Ayuntamiento. Al tío Esteban se le acabó el tiempo y durante un minuto las agujas se detuvieron para rendir homenaje al último relojero del pueblo.


MAESTRO RELOJERO

Pedro Izquierdo Martín juega con el tiempo. En sus manos duermen los segundos o adelantan las horas a capricho. Romántico, seductor y pasional, vuelca sus experiencias en los entresijos de engranajes, poleas, esferas y venterotes para recuperar la sobriedad del hierro y el brillo del bronce. Nacido en Helechal de la Serena (Badajoz), en 1.951, ha ocupado los cargos de secretario de la Agrupación de Relojeros Reparadores de Madrid (años ochenta), secretario general de Grupo Profesional de Relojeros de la Comunidad de Madrid (1.997-1.999), director del servicio técnico de Junghans (1.980-1.998) y director de la Escuela de Relojeria de Madrid (1.999).


lostimage.jpg


lostimage.jpg

Entre sus principales trabajos destaca la restauración de los siguientes relojes : Plaza Mayor de Madrid, Plaza Triangular de Benidorm (Alicante), Ayuntamiento de los Yébenes (Toledo), Ayuntamiento del Centro Cultural de Móstoles (Madrid), Iglesia de Guadix (Granada), Plaza de Toros de Teruel, Ayuntamiento de Marbella (Malaga) y un larco etcétera de piezas de nuestro patrimonio.


lostimage.jpg


lostimage.jpg

lostimage.jpg

Premios :

Insignia de Oro al mejor relojero, 1.982.

Subcampeón del Trofeo Internacional de Relojería, 1.998.


lostimage.jpg

Los relojes son cuerpos que encierran el alma del tiempo. Instalados en sus atalayas divisan el futuro sin dejar de mirar al pasado. La torre del reloj de Fuencarral es un mirador al mundo. A lo lejos se adivina Guadarrama en un mar de olas que pinta sus crestas con óleos de nieve. La veleta de edificio es el mascarón de proa, la aguja erguida que distribuye las horas en sombras.


EL RELOJ DE FUENCARRAL, fue instalado por la firma Girod en 1.985, treinta años más tarde que el de la Puerta del Sol. Era alcalde de la villa Mariano Gracia y García, que se adelantó a los tiempos y dio a los granjeros y agricultores que partían al despuntar el sol, una guía para medir las horas. Desde entonces sus agujas marcaron el camino a los carros de hortalizas, huevos y legumbres, al tiempo que señalaron el norte a tratantes, aventureros y viajeros en busca de fortuna. Dormido durante algún tiempo, el reloj de Fuencarral despierta hoy de su letargo para marcar los destinos de la historia con su tic...tac rotundo y misterioso.

Saludos
Fernando
 
Muy interesante. Gracias.
 
Enhorabuena D. Fernando por este interesante artículo del reloj de su barrio, aclaradoras las magnitudes descritas en el esquema, como los pesos de cada unidad, diámetros, etc.... que lo podais seguir disfrutando muchos años.

Recordar a los amigos que la firma Girod es la misma que construyó relojes domésticos de pared, como este con calendario que muestro, desde principios del siglo pasado.


lostimage.jpg


lostimage.jpg



Un saludo​
 
Felicidades ,bonito reportaje , un saludo.
 
Gracias amigos, Ya sé que es un hilo muy pesado y necesita un buen tiempo para leerlo, pero bueno aquí lo dejo, que como dije a mí me encantó y quise colgarlo para que quedará aquí.
Cada vez estoy más interesado en relojería gruesa, recientemente ha llegado a mis manos un reloj de pared, en principio está en el relojero, funcionaba muy bien, pero el amigo que me lo regaló me dijo que sus más de 60 años no había visitado nunca, nungún relojero. Cuando tenga la máquina colgada en mi casa ya haré unas fotos.

Saludos
Fernando
 
Precioso reportaje, gracias por colgarlo. Ademas como soy un enamorado de la historia, doblemente precioso.
 
Estado
Hilo cerrado
Atrás
Arriba Pie