JOACHIM
Forer@ Senior
Sin verificar
“Art Nouveau” o “Belle Êpoque” fue una corriente estética que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del XX, suponía una ruptura con los cánones establecidos en la época, se inspiraba en la naturaleza y en las novedades derivadas de la revolución industrial. Su filosofía estaba basada en el futurismo y progreso, renovación y creación de nuevas normas. En estética proponía la democratización de la belleza y socialización del arte, se aplicó a todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana. Sus características: la línea curva, estilización y abstracción, colorido delicado y sensual, feminización de las figuras, inclusión de elementos japoneses, motivos decorativos envolventes con movimientos orgánicos.
En el caso que nos ocupa, se trata de un reloj modernista del año 1900 más o menos, cuya caja llega hasta nuestros días en buenas condiciones, pero en la década de los 70’s del pasado siglo se sustituyó su mecanismo original averiado, por otro más moderno con duración de 10 días; como la distancia entre el eje de las saetas y el orificio de la llave eran mayores que el original, se modificó la esfera, conservando el orificio de la cuerda, practicando un nuevo orificio para el eje de las saetas; el resultado, excentricidad de las saetas con respecto a la esfera y las marcas horarias (para volverse loco).
Desde hace mucho tiempo, me propuse dotar a la caja de este reloj de una maquinaria original y apropiada. Por el anagrama de la esfera, sabía que la máquina original era “Japy Freres” sencilla, sin sonería; a través de sant Google, se obró el milagro; de tres máquinas apropiadas, una carecía del escape y de péndulo, otra solo conservaba las platinas y alguna rueda, por último, localice en Francia, en un garito, un reloj similar hecho polvo por humedad, pero el mecanismo original, aunque muy sucio, aparentaba bueno, me arriesgué y compré, saliendo los portes tan caros como lo que pagué por el reloj.
Ya en casa, el estado era lamentable, peor que en las fotos, estaban repintados hasta los apliques de bronce, la esfera era de papel y estaba rota por cuatro partes, la saetas muy oxidadas, la cadena no tenía ningún mérito, pero la maquinaria, que quedaba protegida, parecía que podría ser viable.
Del reloj que nos interesa, retiro mecanismo moderno a sustituir, con escape de volante y áncora, que funciona de vicio, y restauro la esfera, tapando el hueco que hicieron para el eje de las agujas y recupero el orificio original, con masilla y pinturas acrílicas queda como nueva, también reparo algunos desconchones de la caja, masillando, igualando y pintando con acrílicos con el mismo color, acometo limpieza de los apliques de bronce y cadena, solo le falta instalar el nuevo mecanismo.
El nuevo mecanismo, al intentar dar cuerda a la marcha, ni se movía, lo desmonté para limpiarlo y aceitarlo, y cuando abro el barrilete, el muelle real tenía la apariencia como si hubiera estallado, el trozo más grande no tenía más de 2 cm. Cambio el muelle real y, montadas las ruedas y aceitados los pivotes, doy cuerda, la marcha duró más de 8 días sin pararse, pero adelantaba 1 hora cada 24 hs., y la palanca del regulador del volante estaba al máximo para que la marcha fuera más lenta; este adelanto, según me informo un buen amigo, maestro relojero, era debido a que el muelle real nuevo, probablemente, sea más grueso que el original. Me fijo en la espiral y veo que está algo oxidada y excéntrica, aunque plana, intento reglarla y llevarla al sitio, pero como era de esperar, se soltó del pitón. Para empitonarla de nuevo, tuve que sacar el puente, retirar el volante con la espiral, sin sacar la virola, y con el ojal de una aguja la reglé. Limpié cada una de las partes en una disolución de KH-7 y detergente, pasando por los rincones un pincel fino, enjuago con agua destilada y con secador de pelo, seco. Aceito los pivotes y dientes de la rueda de escape y, de nuevo, atendiendo los consejos del maestro, lastro con unos trozos de latón el volante, para ralentizar su giro y corregir el adelantamiento de 1 hora cada 24 hs. Empitono de nuevo la espiral y la fijo con el micropasador; centrado el giro del volante con el pivote en su centro y pasada de la espira exterior por la raqueta reguladora, coloco el puente y el pivote del volante en su centro, sujeto con el tornillo y vuelvo a montar en la máquina el escape y, de momento, doy el trabajo por finalizado.
Detalle de las imágenes:
Empezamos a partir de la 6ª-
6ª.- La placa del sistema escape con el volante.
7ª.- Observamos el pitón con el micropasador de latón.
8ª.- Vemos el buen estado de conservación de la espiral.
9ª.- Espiral plana y regulador de cilindro.
10ª.- El puente y volante con micropasador.
11ª.- El escape de cilindro.
12ª.- El sistema regulador despiezado y limpio.
13ª.- Puente y volante con cilindro.
14ª.- Detalle del taladro del pitón, donde se fija la espiral con el micropasador.
15ª.- Espiral empitonada.
16ª.- Lastre de latón en el volante para ralentizar la velocidad de giro y corregir el adelanto del reloj.
Instalo la maquina en su caja, doy cuerda, el volante funciona, pongo en hora con la raqueta reguladora casi a tope a la izquierda, para que la marcha sea la más lenta, lo pongo en observación, si todo va bien, el reloj debe de retrasarse algo, y para regularlo, solo movería la raqueta hacia la derecha, hasta conseguir que ni se adelante ni atrase. Después de 6 horas, verifico la marcha, y creo que se cumplirán mis expectativas, veo que atrasa 1 minuto.
En el caso que nos ocupa, se trata de un reloj modernista del año 1900 más o menos, cuya caja llega hasta nuestros días en buenas condiciones, pero en la década de los 70’s del pasado siglo se sustituyó su mecanismo original averiado, por otro más moderno con duración de 10 días; como la distancia entre el eje de las saetas y el orificio de la llave eran mayores que el original, se modificó la esfera, conservando el orificio de la cuerda, practicando un nuevo orificio para el eje de las saetas; el resultado, excentricidad de las saetas con respecto a la esfera y las marcas horarias (para volverse loco).
Desde hace mucho tiempo, me propuse dotar a la caja de este reloj de una maquinaria original y apropiada. Por el anagrama de la esfera, sabía que la máquina original era “Japy Freres” sencilla, sin sonería; a través de sant Google, se obró el milagro; de tres máquinas apropiadas, una carecía del escape y de péndulo, otra solo conservaba las platinas y alguna rueda, por último, localice en Francia, en un garito, un reloj similar hecho polvo por humedad, pero el mecanismo original, aunque muy sucio, aparentaba bueno, me arriesgué y compré, saliendo los portes tan caros como lo que pagué por el reloj.
Ya en casa, el estado era lamentable, peor que en las fotos, estaban repintados hasta los apliques de bronce, la esfera era de papel y estaba rota por cuatro partes, la saetas muy oxidadas, la cadena no tenía ningún mérito, pero la maquinaria, que quedaba protegida, parecía que podría ser viable.
El nuevo mecanismo, al intentar dar cuerda a la marcha, ni se movía, lo desmonté para limpiarlo y aceitarlo, y cuando abro el barrilete, el muelle real tenía la apariencia como si hubiera estallado, el trozo más grande no tenía más de 2 cm. Cambio el muelle real y, montadas las ruedas y aceitados los pivotes, doy cuerda, la marcha duró más de 8 días sin pararse, pero adelantaba 1 hora cada 24 hs., y la palanca del regulador del volante estaba al máximo para que la marcha fuera más lenta; este adelanto, según me informo un buen amigo, maestro relojero, era debido a que el muelle real nuevo, probablemente, sea más grueso que el original. Me fijo en la espiral y veo que está algo oxidada y excéntrica, aunque plana, intento reglarla y llevarla al sitio, pero como era de esperar, se soltó del pitón. Para empitonarla de nuevo, tuve que sacar el puente, retirar el volante con la espiral, sin sacar la virola, y con el ojal de una aguja la reglé. Limpié cada una de las partes en una disolución de KH-7 y detergente, pasando por los rincones un pincel fino, enjuago con agua destilada y con secador de pelo, seco. Aceito los pivotes y dientes de la rueda de escape y, de nuevo, atendiendo los consejos del maestro, lastro con unos trozos de latón el volante, para ralentizar su giro y corregir el adelantamiento de 1 hora cada 24 hs. Empitono de nuevo la espiral y la fijo con el micropasador; centrado el giro del volante con el pivote en su centro y pasada de la espira exterior por la raqueta reguladora, coloco el puente y el pivote del volante en su centro, sujeto con el tornillo y vuelvo a montar en la máquina el escape y, de momento, doy el trabajo por finalizado.
Detalle de las imágenes:
Empezamos a partir de la 6ª-
6ª.- La placa del sistema escape con el volante.
7ª.- Observamos el pitón con el micropasador de latón.
8ª.- Vemos el buen estado de conservación de la espiral.
9ª.- Espiral plana y regulador de cilindro.
10ª.- El puente y volante con micropasador.
11ª.- El escape de cilindro.
12ª.- El sistema regulador despiezado y limpio.
13ª.- Puente y volante con cilindro.
14ª.- Detalle del taladro del pitón, donde se fija la espiral con el micropasador.
15ª.- Espiral empitonada.
16ª.- Lastre de latón en el volante para ralentizar la velocidad de giro y corregir el adelanto del reloj.
Instalo la maquina en su caja, doy cuerda, el volante funciona, pongo en hora con la raqueta reguladora casi a tope a la izquierda, para que la marcha sea la más lenta, lo pongo en observación, si todo va bien, el reloj debe de retrasarse algo, y para regularlo, solo movería la raqueta hacia la derecha, hasta conseguir que ni se adelante ni atrase. Después de 6 horas, verifico la marcha, y creo que se cumplirán mis expectativas, veo que atrasa 1 minuto.
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