Santimon
Forer@ Senior
Sin verificar
El último Buzo (salvo algún canario, que esa es otra historia).
Es el mío. Y si no lo es, el que crea serlo, que dé un paso al frente. Porque resulta que Ana y Pablo, en persona, en vivo y en directo, me lo han entregado en mano, esta misma mañana, en la cafetería del CI “Costa del Sol”, en la mismísima Marbella. Ana y Pablo, dos bellísimas personas por todos los conceptos que la expresión pueda tener. Gente encantadora y amable, entregada hasta la pasión por la labor que están realizando. Jóvenes y llenos de ilusión ante un futuro que se presiente venturoso para ellos, se les ve felices. No es para menos, a pesar de inexplicables zancadillas sin justificación (¿quién podría quererlos mal?). Que se joda su autor, cuya mezquindad no cosechará otra cosa que vergüenza y descrédito. Ana y Pablo merecen el esplendoroso futuro que les pronostico. Y todo nuestro respeto y aprecio. Gracias a los dos. Y a los cinco compañeros cuyo generoso esfuerzo ha hecho posible que El Buzo sea una realidad.
He sido el último, pero -por paradójico que pueda parecer- vivo la satisfacción de gozar en presente el cúmulo de sensaciones que habéis explicado, y que para vosotros ya son pasado. Reciente, sí, pero pasado.
O sea, que estoy contento.
Salud.
Es el mío. Y si no lo es, el que crea serlo, que dé un paso al frente. Porque resulta que Ana y Pablo, en persona, en vivo y en directo, me lo han entregado en mano, esta misma mañana, en la cafetería del CI “Costa del Sol”, en la mismísima Marbella. Ana y Pablo, dos bellísimas personas por todos los conceptos que la expresión pueda tener. Gente encantadora y amable, entregada hasta la pasión por la labor que están realizando. Jóvenes y llenos de ilusión ante un futuro que se presiente venturoso para ellos, se les ve felices. No es para menos, a pesar de inexplicables zancadillas sin justificación (¿quién podría quererlos mal?). Que se joda su autor, cuya mezquindad no cosechará otra cosa que vergüenza y descrédito. Ana y Pablo merecen el esplendoroso futuro que les pronostico. Y todo nuestro respeto y aprecio. Gracias a los dos. Y a los cinco compañeros cuyo generoso esfuerzo ha hecho posible que El Buzo sea una realidad.
He sido el último, pero -por paradójico que pueda parecer- vivo la satisfacción de gozar en presente el cúmulo de sensaciones que habéis explicado, y que para vosotros ya son pasado. Reciente, sí, pero pasado.
O sea, que estoy contento.
Salud.
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