Sí, es que me gustan todos!
Y, sobre todo, los Swatch mecánicos...
Aquí he puesto fotos de todos
También hay otro "Swatch" llamado SMART, que es mi mayor capricho
Según dicen, SMART viene de Swatch & Mercedes ART... Aunque lo que si está claro es que Swatch tuvo algo que ver
UN SALUDO
Ja, bienvenido al foro. Coincidmos en los Smart: mi señora esposa tiene el fortwo descapotable, y es una pasada. El diseño lo hizo Swatch, y lo compró Mercedes, pero creo que Swatch tuvo que dejar el proyecto
:. Aquí dice álgo:
Pese a que en la actualidad la empresa
Micro Compact Car, (propiedad de
Grupo Daimler-Chrysler), la idea de desarrollar el
Smart fue del fabricante de relojes suizo
Swatch. La empresa que revoluciono el mundo de los relojes estaba empeñada en hacer algo grande en el campo del automóvil, así que busco un socio dispuesto a industrializar su idea. El socio fue
Volkswagen, y la idea de construir un pequeño automóvil de dos plazas que resolviera los problemas de movilidad en las grandes urbes, un coche pequeño pero seguro y bien equipado, que pudiera estacionarse en cualquier lado y que del mismo modo fuera capaz de circular en carretera y autopista si era necesario, consumiera poco, no renunciara a la mas alta tecnología y, sobre todo, sedujera por su diseño y su planteamiento.
Volkswagen finalmente se echo atrás, y
Swatch que estaba dispuesta a compartir la ingente inversión necesaria para lanzar la idea (desarrollo del vehículo y construcción de la fábrica), decidió finalmente vender la idea a
Daimler-Chrysler y dejar que fuera
Mercedes la que se encargara del proyecto.
El
Smart fue presentado oficialmente en el
Salón del Automóvil de Frankfurt en
1997. Antes Volkswagen, cuando aun era socio del proyecto, dio a conocer algunos prototipos que no se apartaban en exceso del resultado final. El coche tuvo una acogida discreta entre el público objetivo, mezcla de curiosidad y reticencia, a pesar de lo cual
Mercedes siguió adelante con el proyecto. El coche era realmente revolucionario. Media solo 2,5 metros de longitud por 1,5 de ancho y alto, era un estricto dos plazas y contaba con una arquitectura mecánica sorprendente, con el motor de 0,6 litros turbo situado sobre el eje trasero
De Dion motriz y un cambio secuencial de seis velocidades.
El
Smart estaba construido alrededor de una estructura de aluminio que oficiaba de célula de seguridad. A esta estructura monocasco se unían los paneles de fibra que componían la carrocería y que eran intercambiables, de manera que si el usuario se hartaba del color del coche, podía cambiarlo con solo cambiar los paneles exteriores.
La empresa estaba decidía a revolucionar no solo el concepto del coche urbano, sino también el de venta. Así diseño unos concesionarios espectaculares en forma de torre de cristal donde se alojaban los coches a diferencia de las alturas y ofrecía a los clientes la posibilidad de crear su
Smart a la carta, combinando colores y equipamiento a través de un ordenador que permita además cambiar las características del pedido hasta horas antes del inicio de la producción.
Tras la polémica suscitada por el vuelco de un
Mercedes Clase A en una prueba periodística que obligo a la marca a efectuar correcciones en el chasis del vehículo antes de ponerlo a la venta, el
Smart tuvo problemas parecidos y su comercialización se retraso hasta que los diseñadores pusieron a punto una suspensión mas dura. Tras el lanzamiento, los objetivos de ventas no se cumplieron, ni mucho menos, hasta el punto de poner en serio peligro la viabilidad del proyecto. El público encontraba el
Smart pequeño y caro, y en los primeros meses le dio la espalda. Poco a poco, sin embargo, las acciones promocionales de la firma y la actitud de multitud de empresas, que lo eligieron como coche de reparto por su originalidad, su estilo, su bajo consumo, su practicidad y sus aires de coche grande y, como suele suceder con las nuevas ideas, acabo poniéndose de moda.
En la actualidad, la marca es rentable, la gama se ha ampliado con versiones
Diesel y descapotable y se preparan otros modelos, en versiones
Coupe y
Roadster, siempre biplazas. Al final, la idea del relojero
Swatch ha funcionado y
Daimler-Chrysler recoge los frutos de una decisión arriesgada que
Volkswagen decidió no acometer.