Brawn GP fue el equipo resultante de la espantada de Honda, que se hartó de enterrar dinero y no ganar. Tuvieron la genial idea de crear el controvertido difusor doble y arrasaron, pero antes de empezar la temporada, nadie, nadie daba un duro por ese equipo. De hecho, hasta media temporada ni siquiera los patrocinadores confiaban en él y sus coches corrían blancos como la nácar.
Con Red Bull pasó algo parecido. De las cenizas de Jaguar, se monta un equipo con grandes aspiraciones (con el tiempo, confirmadas), pero nadie lo tuvo en consideración en su primera temporada, que inclusó montó el poco competitivo motor Cosworth.
Yo encuentro cierto paralelismo en la carrera deportiva de Alonso con la de Carlos Sáinz padre. Grandísimos pilotos que no han tenido la suerte o el acierto de estar en el equipo ganador en el momento adecuado. ¿Os acordáis de la triste temporada de Sáinz con el Lancia Delta?
Coincido contigo en que hay un cierto paralelismo entre la carrera profesional de ambos, pero los tiempos y la disciplina han sido muy diferentes.
A Alonso hay algo que le ha perjudicado muy seriamente en la F1 moderna (y no es el único): su individualismo. Desde los '90, en que la F1 inició una espiral de profesionalización en todos los frentes (motorhomes, servicio de prensa personalizado, etc.), un piloto debe crearse un entorno de referencia, un grupo reducido de personas de confianza con las que llevar adelante su proyecto, su marca personal. Uno de los mejores ejemplos en este sentido es el de Michael Schumacher, que logró ser un catalizador activo desde su entrada en Ferrari. Con Jean Todt como gestor deportivo, y Ross Brown y Rory Byrne como ingenieros en cabeza, formó un núcleo duro de diversas nacionalidades (muy importante para evitar el siempre molesto patriotismo cuando se busca la objetividad) y trabajaron en una sola dirección, aguantando las presiones de unos y otros. Porque cabe recordar que cuando el Kaiser llegó a la Scuderia en 1996 (jo, hace ya 20 años!!!) aquello era un absoluto desastre: aunque fue competitivo desde el siguiente año, tardó otros 3 en adjudicarse el mundial del 2000, con toda la prensa italiana y los tiffossi presionando en todo momento, como es habitual.
Pero Alonso es un "outsider", un lobo solitario con el cual es difícil relacionarse (lo han dicho casi todos los que le conocen, y no hablo sólo de sus compañeros de equipo). Y cuidado, que personalmente es una característica que admiro y respeto, porque yo mismo soy un tanto así en líneas generales. Ahora bien, si se persigue un fin hay que poner todos los elementos necesarios para ello, y en este sentido Alonso no ha querido crearse ese equipo personal que le diera seguridad, que le alejara del "ruido" inmediato y que le aconsejara con serenidad desde el conocimiento profundo.
El año que viene quemará su último cartucho, y puede pasar de todo, aunque conociéndole, es capaz de dar carpetazo a media temporada si las cosas no van bien. Y tampoco se lo podría criticar, es una cuestión de dignidad.