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Habitual
Sin verificar
Maserati no es una marca de muchas sorpresas pero sí es una marca que destila su propio estilo en sus poros y en ningún momento se escapa de él. De todos sus modelos el más “normalito” es el Maserati Quattroporte y en ningún momento se puede decir que sea un coche del “montón”. Ahora es el momento de que el Quattroporte reciba ese paquete de precisos y preciosos detalles que se engloba bajo la denominación Sportline.
El Sport GT S se convierte en el Sport GT S MC Sportline gracias a la adopción de mucho aluminio y de mucha fibra de carbono que ejercen de sustitutos de la decorativa madera en el interior del habitáculo. El llamativo logo “MC Sportline” queda que ni pintado sobre la fibra de carbono o en el pedal del freno distinguiendo claramente a este Quattroporte. Y el toque extra, ya visto en el GranTurismo S MC Sport Line, llega con las llantas de aleación negras en 20”.
Al derivar del Sport GT S este Maserati cuenta con la versión más potente del bloque V8 que puede montar la berlina. Con sus 4.7 litros de cilindrada se permite entregar 440 CV de potencia junto a 460 Nm de par máximo que llegan a 4.750 rpm. La tracción es posterior y la caja de cambios una automática ZF de seis marchas.
Da gusto ver que con los pequeños cambios efectuados sus prestaciones mejoren bastante, proporcionalmente hablando. A toda potencia su velocidad punta se queda en los 285 Km/h que siguen sin estar nada mal para una berlina de cinco puestos. En el 0 a 100 Km/h barre a prácticamente cualquier competencia marcando 5.1 segundos.
Esta presentación por parte de Maserati no hace que olvide a ese gran, y nunca mejor dicho, GranTurismo MC Stradale con el que nos deleitaron en París. Un GranTurismo S más liviano que nunca y con un aspecto deportivo hasta más no poder. ¿Acaso puede Maserati defraudarnos con alguna de sus creaciones?
Vía: Autoblog.it
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