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Los Lancia de Seat.

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Los Lancia de Seat, los Lancia Coupé y HPE

Seat venía ofreciendo desde noviembre de 1970 para el restringido mercado español una opción realmente deportiva a nivel internacional. Tal opción carecía de problemas en un mercado donde no se podían importar coches hasta que en 1980 nuestra próxima entrada en la CEE nos obligó a ello, cesando así la protección a nuestra industria nacional del automóvil, protección que había permitido crecer sin competencia a nuestros fabricantes.


Dicha opción deportiva era el Seat 124 Sport Coupé 1600, luego Seat 124 Sport Coupé 1800.
Cuando éste último se dejó de fabricar en 1975, los excelentes Sport 1200-1430 y los polifacéticos 128 no fueron, sin embargo, suficiente oferta para sustituir a los 124 Sport Coupé pues su menor envergadura, potencia y prestaciones no estaban a la altura de los 124 Sport.



Seat -que no tenía nada semejante que ofrecer en el catálogo de su licenciataria Fiat en sustitución de los 124 Sport- buscó en la oferta de Lancia, propiedad de Fiat desde 1969, y encontró el Lancia Beta, el cual disponía desde 1973 de una opción coupé, complementada desde marzo de 1975 con una especie de break deportivo de tres puertas alargado en 29 cm para una mejor habitabilidad trasera llamado HPE, variante ésta, medio sport y medio familiar, sin otra competencia en su época que los raros Reliant Scimitar GTE, los MGB GT o los BMW Touring 1802 y 2002, a los que se sumaban los más habituales y accesibles Renault 15 y 17 o los Ford Capri de la segunda serie, que ofrecían un portón trasero sin perder sus aires de coupé.



Ambos modelos, que aquí no pudieron llamarse Beta por estar patentado ya el nombre, fueron una excelente oferta para los que se habían acostumbrado a las prestaciones y al nivel general de los 124 Sport.
En marzo de 1979 fue cuando se presentaron en España el Lancia Coupé y el Lancia HPE y los dos se pusieron a la venta desde mayo de ese año constituyendo la oferta más cara y refinada del mercado español de entonces, junto con el excelente Citroen CX 2400 Pallas, que, obviamente, era otra cosa distinta.


Pero los Lancia llegaron tarde, en un mal momento para ellos, pues los coches importados aparecerían libremente dispensados en nuestro país tan sólo unos meses después, devaluando así la oferta de los Lancia de Seat, que con la libre competencia de productos similares del mercado europeo de entonces, como los Alfa Romeo Alfetta GT, los BMW de la serie 3, los Opel Manta, los Ford Capri o el Triumph TR 7, perdían el carácter de exclusividad del que habían disfrutado sus antecesores los Seat 124 Sport.

Los Lancia españoles derivaban de la tercera serie de los modelos italianos, que había sido presentada a finales de 1978, en el Salón de Turín, series la segunda y tercera que diferían en pequeños detalles de presentación interior y exterior de la primera serie del Beta Coupé de junio de 1973, a su vez un derivado de la berlina Lancia Beta, que era el primer Lancia de la época Fiat, berlina presentada en octubre de 1972 y berlina construida guardando cierto parentesco con los Fiat 132.



Se diferenciaban los Lancias españoles de los italianos, éstos en versión 1300, 1600 y 2000, en algo fundamental y exclusivamente español: su motor. Ocurría que el 4 cilindros de 1995 cc y 119 cv de los Beta italianos hubo de dejar su sitio al motor de 1919 cc y 111 cv diseñado en el Centro Técnico de Martorell de la Seat, motor que nuestros Lancia compartían con el Seat 124-2000 y el 132-2000 ya que, de ese modo, al disminuir la cilindrada, el impuesto de lujo bajaba del 35% al 22%, lo que era una apreciable economía.
Se presentó a nuestros Lancias – que aun en medio de la competencia europea antecitada eran unas excelentes opciones como cupés deportivos – como los primeros productos de tan prestigiosa firma fabricados fuera de Italia, lo que era olvidar que en los años 30 se habían fabricado en Francia los Lancia Augusta y Aprilia, bautizados allí como Lancia Belna y Lancia Ardennes.


Con todo, en un contexto poco favorable y muy competido, se fabricaron los Lancia en Landaben-Navarra, en la antigua factoría de donde habían salido los Mini y luego saldrían los Volkswagen Polo, y se montaron entre 1978 y 1981, un total de 1.349 Lancia HPE, forzosamente vendidos en azul o gris metalizado, y 1.398 Lancia Coupé, todos rojos o marrones.



La prensa especializada valoró positivamente la estética de nuestros Lancias, así como su confort algo duro, la elasticidad de su motor y sus prestaciones. Elogiaba igualmente la crítica su excelente comportamiento, en el que destacaba una estabilidad sobrada y unos frenos poderosos calificados como excepcionales, aunque susceptibles de algún blocaje, considerando en suma que nuestros Lancias eran en realidad unos gran turismo de lujo muy bien equipados, más que unos verdaderos deportivos, y también, en el caso del coupé, un dos plazas con otras dos para niños.
Los inútiles asientos traseros del Coupé, escasos de altura y de espacio para las piernas, su dirección excesivamente asistida y desmultiplicada, o demasiado dura si no disfrutaba de asistencia, así como su escasa protección lateral, su deficiente visibilidad trasera, su mejorable control de calidad y su elevado precio eran los defectos más evidentes.


Seat pretendía que el Lancia Coupé alcanzaba los 186 km/h y los179 km/h el Lancia HPE, prestaciones que la prensa de la época no consiguió revalidar, quedando su velocidad máxima en unos aceptables 180 km/h. Seguía Seat atribuyéndoles unas aceleraciones de 16,1 y 30,3 segundos a los 400 y a los 1000 metros (16,6 y 30,9 en el HPE), las cuales tampoco confirmó la prensa. En cuanto a su consumo, éste iba desde unos 8,9 1 cada 100 km en plan paseo a los 15,5 l yendo a tope durante la misma distancia.



El Lancia HPE ofrecía sevodirección y aire acondicionado de serie, elementos ambos disponibles en opción en el Coupé y elementos que en aquellos días conferían a los Lancia un toque indiscutido de distinción, que era algo de esperar en una marca de cierta clase como Lancia. A ello se sumaba, en ambos, una presentación general lujosa, con el añadido de unas vistosas llantas de aleación, cuatro faros halógenos, cuatro apoyacabezas, retrovisor con regulación a distancia, cinturones de seguridad automáticos, luces de intermitencia simultánea, sistema hidráulico de reglaje de faros y un completísimo cuadro de mandos, así como una tercera puerta y la posibilidad de disponer a voluntad de dos, tres o cuatro plazas cómodas en el caso del HPE, cuyo volumen de carga podía llegar a los 1200 litros, cosa verdaderamente insólita en un cupé deportivo.


Los principales datos técnicos de nuestros Lancias, según sus catálogos de presentación, eran los siguientes :
Motor delantero transversal inclinado 20 grados, de 4 cilindros en línea con doble árbol de levas en cabeza. Cilindrada de 1919 cc, desarrollando 111 cv a 5500 rpm. Encendido electrónico. Carburador Bressel-Weber 34 DAT 2-250. Admisión termostática de aire.
Tracción delantera. Caja de cambios de 5 velocidades sincronizadas.
Suspensión tipo McPherson, independiente a las cuatro ruedas.
Servodirección ZF de cremallera.

Frenos de disco a las cuatro ruedas con servofreno. Neumáticos de 175/70 HR 14.
Dimensiones: 3,995 m de largo, 1,650 m de ancho y 1,285 m de alto, con un peso en vacío de 1.000 kg en el caso del Coupé. En el HPE, 4,285 m de largo, 1,650 m de ancho y 1,310 m de alto, con un peso de 1.060 kg.

En suma, Seat presentaba al Lancia Coupé como “Un deportivo de gran clase para los amantes de la potencia, la seguridad y la comodidad” y al original Lancia HPE como “Un coche espacioso, confortable y seguro, que proporciona además todo el placer de la conducción deportiva”. Tales sentencias publicitarias se ajustaban con considerable exactitud a lo que eran y representaban los Lancia españoles, ambos las ofertas más caras del mercado español de entonces y los dos sin competencia alguna entre los coches fabricados en la España de su tiempo, pero ambos presentados en un mercado mucho más exigente que el de los días de los Seat 124 Sport Coupé.



Bibliografía:
Autopista nos 1046 y 1047
Automecánica nº 109
Motor Mundial nos 409 y 412
El Automóvil nº 16
Velocidad nos 910, 915 y 921

Extra Lap
Aunque nada tiene que ver con los SEAT, recordemos las preciosas versiones de carreras del Lancia Beta.

Lancia Beta Montecarlo Grupo 5

Grupo 4




Grupo A


Fuente.8000vueltas.
 
SUPER-interesante. No conocía la historia :ok:::ok:::ok:::Cheers::Cheers::Cheers:
 
Que recuerdos....mi padre tuvo un Beta Coupé en Rojo, era precioso y rapidisimo....una de las cosas mas divertidas que ha habido en casa (junto con El primer Mercedes G)...lo llegué a catar, aunque no siempre con permiso de la autoridad...;-)

Luis Romero.
 
:clap::clap::clap::clap:

Magnífica aportación. Un historia muy interesante que yo personalmente (y creo que muchos desconocía).

Saludos. :ok::
 
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