Jaguar C-X75, 1.600 Nm de placer eléctrico
Los rumores sobre el nombre del nuevo prototipo de Jaguar no fallaron, el
Jaguar C-X75 se ha
presentado hoy en el
Salón de París y no defraudará a nadie, sin lugar a dudas. Donde se equivocaban esos rumores, de medio a medio, era en la concepción del coche. Ni adelanto del
Jaguar XK ni motor V6 híbrido.
Eléctrico de rango extendido y un deportivo en toda regla. Sin más.
Tenemos que viajar mucho atrás en el tiempo para buscar la inspiración de este
Jaguar C-X75, diseñado para celebrar los 75 años de la marca, y detenernos en la década de los ’60 para encontrarnos con el
Jaguar XJ13, que es quien ha inspirado a sus diseñadores. Muchos dicen que es el Jaguar más bonito de la Historia. No seré yo el que diga lo contrario.
Su diseño exterior poco tiene que ver con los modelos actuales, pero mirando atrás y recordando los superdeportivos que hicieron historia en la marca, encontraremos ciertas similitudes. Formas sinuosas y elegantes se unen para darle un perfil afilado y muy bajo, cota que se ve acentuada por su amplio ancho de vias. Pero lo mejor son sus números,
780 CV y
1.600 Nm.
Microturbinas de gas como sistema de propulsión extendido
El
Jaguar C-X75 es un eléctrico de rango extendido pero no como estamos acostumbrados a ver. Su concepción es similar a la del
Chevrolet Volt o
Opel Ampera pero en lugar de utilizar un motor de combustión térmica para recargar sus baterías de ión-litio utiliza
dos microturbinas de gas que giran a 80.000 rpm y solo pesan
35 kg cada una.
Cada rueda monta un
motor eléctrico de 195 CV y apenas
50 kg de peso cada uno. Combinados desarrollan una potencia máxima de
780 CV y lo que es mejor, un par máximo de
1.600 Nm. Al estar anclados directamente a cada rueda, aquí no hay problemas con la caja de cambios y su resistencia a un par tan sumamente brutal.
No hay caja de cambios, aliviando también bastante peso al conjunto.
Ambas microturbinas se encargan de recargar las baterías de ión-litio durante la marcha o directamente, si se elige el modo de conducción
Track, suminstrar potencia suplementaria a los motores eléctricos. Pueden trabajar de forma secuencial o combinadas entre sí junto a dos generadores de reluctancia conmutada, dando al
Jaguar C-X75 una autonomía teórica de
900 km.
Su autonomía en modo exclusivamente eléctrico es de
110 km y la carga de las baterías se puede hacer en
seis horas en una toma de corriente convencional de 220 V. Las turbinas funcionan con GLP, pero también se pueden adaptar a diésel, biocombustibles o gas natural comprimido. El
Jaguar C-X75 cuenta con un depósito de combustible de
60 litros.
Prestaciones dignas de un superdeportivo
Con el
Jaguar C-X75 podemos ir olvidándonos del tópico de los coches eléctricos son aburridos, sus prestaciones dicen todo lo contario. Acelera de 0 a 100 km/h en
3,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de
330 km/h, a la altura de superdeportivos con configuraciones más conservadoras.
Podrían ser mejores, pero dado su brutal par y que la entrega del mismo se haría de forma casi inmediata a las ruedas, los ingenieros de Jaguar han tenido que caparlo a bajas velocidades. Según el comunicado de prensa, con ese par disponible desde cero sería casi imposible conducirlo de forma cómoda. Me lo creo, sinceramente.
A partir de cierta velocidad es cuando el
Jaguar C-X75 empieza a desmelenarse. Para pasar de 80 km/h a 145 km/h sólo necesita
2,3 segundos y para alcanzar los 160 km/h desde parado
5,5 segundos. Para llegar a los 300 km/h le bastan
15,7 segundos. El cuarto de milla lo hace en
10,3 segundos superando los
250 km/h.
El interior del Jaguar C-X75
En un prototipo de estas características el interior suele ser lo menos remarcable de todo el conjunto. No por su falta de usabilidad o diseño, sino porque es donde los diseñadores realmente hacen lo que no podrían hacer en un coche de producción y dejan volar su imaginación hasta el límite.
En el caso del
Jaguar C-X75 no es una excepción. Sus asientos se han construido como en un monoplaza de competición. Están fijos al chasis y es el volante y los pedales los que se ajustan a las necesidades del conductor. Para hacerlo aún más complicado, integran los conductos de aire que alimentan las microturbinas.
El panel de mandos simula el puesto de control de un caza, con dos esferas simétricas donde se muestra la información de las revoluciones de las turbinas, la autonomía de las baterías, la potencia que se desarrolla en ese momento y como no, la velocidad. Simple, pero con un diseño muy cuidado y futurista, a pesar de heredar toques del
Jaguar XJ.
Sinceramente, cuando se hablaba de un prototipo para celebrar el 75 aniversario de Jaguar no me esperaba una obra de ingeniería como es el
Jaguar C-X75. Un diseño muy atractivo, muy en la línea de los deportivos clásicos de Jaguar, y con
una tecnología realmente interesante. Si consiguen aplicarla a coches de calle, en un futuro cercano, podría ser una perfecta sustituta a los combustibles fósiles.