llellei
Milpostista
Sin verificar
El otro día tuve la oportunidad de ver y probarme el Patek 5960, cosa que no es tan fácil la verdad, ya sabemos cómo funciona esta casa, reloj deportivo que llega al CO, reloj que normalmente ya está vendido, y dependemos de la amabilidad del vendedor para que nos avise a ver si llegamos antes que el propietario y lo podemos ver. En este caso sigue a la venta, por si hay alguien interesado.
Tenía ganas de verlo porque me dejó bastante sorprendido cuando lo presentaron, la verdad no sabía si me gustaba o no en las fotos, pero si tenía clarísimo que era lo más deportivo que había visto nunca en Patek.
A priori lo que más llamaba mi atención, para mal, era el brazalete y sus brillos. La propia esfera tampoco es que me enamorara a vista de foto pero aun así tenía el magnetismo de la audacia que representaba para una casa como Patek.
Con estas impresiones previas me presenté en el CO, y para no variar con Patek, todas se vinieron abajo. ¿Todas?.
El reloj en mano gana una barbaridad, caja esfera, pulsadores son de un clasicismo deportivo que enamora, realmente impresionante. Es como debe ser un Patek, un reloj para toda la vida inmune a modas y tendencias.
Tenerlo puesto y comprender que tenemos en la muñeca un calendario anual, crono, indicador de reserva de marcha y una pequeña ventanita de noche/día en algo tan pequeño es algo que impresiona. Al menos a los que no estamos acostumbrados.
Como ya insinúe anteriormente hubo algo que no termino de gustarme, aunque tampoco tiene nada que ver con las impresiones en foto, y es el brazalete. La calidad del mecanizado de los pequeños eslabones es tremenda, eso solo se aprecia bien cuando lo tienes en la mano, pero debido a su propia concepción en esos pequeños eslabones da idea de cierta fragilidad.
Y brilla, si brilla, es innegable. En mi opinión si fuera cepillado el brazalete ganaría bastante. También es posible ponerle una correa de cuero, pero tendría que ser aftermarket, Patek no la proporciona.
En su defensa tengo que decir que también me tuve que acostumbrar al del Nautilus, en un principio me parecía raro. Para ser sincero todo lo que no sea un Oyster de primeras me parece raro.
Para finalizar tengo que decir que el propio vendedor confesó que no había sido un gran éxito entre los acólitos de Patek, y es comprensible siendo un reloj tan deportivo dentro de la marca.
Para mí es un acierto de pleno la nueva política implantada por Thierry Stern, hijo del gran Henri, y actual responsable de la marca, que como él mismo confesó quería un nuevo público para la casa, ahí está también el nuevo pilot, sin olvidarse de los valores y clientes tradicionales.
Un sueño de reloj al que le daría una larga oportunidad para acostumbrarme a su brazalete.
Ahora las fotos. Multiplicar por mil lo que he dicho anteriormente de las impresiones en foto de este reloj porque las mías son.... lo que son.
Venga va, os pongo alguna de la red para que dejéis de llorar.
Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk
Tenía ganas de verlo porque me dejó bastante sorprendido cuando lo presentaron, la verdad no sabía si me gustaba o no en las fotos, pero si tenía clarísimo que era lo más deportivo que había visto nunca en Patek.
A priori lo que más llamaba mi atención, para mal, era el brazalete y sus brillos. La propia esfera tampoco es que me enamorara a vista de foto pero aun así tenía el magnetismo de la audacia que representaba para una casa como Patek.
Con estas impresiones previas me presenté en el CO, y para no variar con Patek, todas se vinieron abajo. ¿Todas?.
El reloj en mano gana una barbaridad, caja esfera, pulsadores son de un clasicismo deportivo que enamora, realmente impresionante. Es como debe ser un Patek, un reloj para toda la vida inmune a modas y tendencias.
Tenerlo puesto y comprender que tenemos en la muñeca un calendario anual, crono, indicador de reserva de marcha y una pequeña ventanita de noche/día en algo tan pequeño es algo que impresiona. Al menos a los que no estamos acostumbrados.
Como ya insinúe anteriormente hubo algo que no termino de gustarme, aunque tampoco tiene nada que ver con las impresiones en foto, y es el brazalete. La calidad del mecanizado de los pequeños eslabones es tremenda, eso solo se aprecia bien cuando lo tienes en la mano, pero debido a su propia concepción en esos pequeños eslabones da idea de cierta fragilidad.
Y brilla, si brilla, es innegable. En mi opinión si fuera cepillado el brazalete ganaría bastante. También es posible ponerle una correa de cuero, pero tendría que ser aftermarket, Patek no la proporciona.
En su defensa tengo que decir que también me tuve que acostumbrar al del Nautilus, en un principio me parecía raro. Para ser sincero todo lo que no sea un Oyster de primeras me parece raro.
Para finalizar tengo que decir que el propio vendedor confesó que no había sido un gran éxito entre los acólitos de Patek, y es comprensible siendo un reloj tan deportivo dentro de la marca.
Para mí es un acierto de pleno la nueva política implantada por Thierry Stern, hijo del gran Henri, y actual responsable de la marca, que como él mismo confesó quería un nuevo público para la casa, ahí está también el nuevo pilot, sin olvidarse de los valores y clientes tradicionales.
Un sueño de reloj al que le daría una larga oportunidad para acostumbrarme a su brazalete.
Ahora las fotos. Multiplicar por mil lo que he dicho anteriormente de las impresiones en foto de este reloj porque las mías son.... lo que son.
Venga va, os pongo alguna de la red para que dejéis de llorar.
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