Rierol
Forer@ Senior
Sin verificar
Saludos,
A raíz de mis últimas adquisiciones se me ha pasado por la cabeza una idea. ¿Y si intercambiamos esos tinteros que hemos comprado, probado una o dos veces y olvidado en un cajón?
Parece frecuente la acumulación desmedida no solo de plumas sino de todos los satélites que le rodean [tintas y papeles sobretodo], así como la evidente complicación que resulta acertar de pleno en todas nuestras compras. A veces por impulso, otras porque con el uso más allá de la prueba descubrimos que no nos termina de convencer, etc, el caso es que en ocasiones acabamos comprando tinteros que acaban actuando más de adorno que de elemento de escritura.
Para remediar el mal de Diógenes, propongo un ameno intercambio de aquellos tinteros que apenas hemos usado por otros que nos resulten más interesantes. Se podría hacer escribiendo una lista de prescindibles y otra de deseables. Sería recomendable indicar la cantidad aproximada de tinta. Queden mis listas como ejemplo:
Añadir que la lista de deseables funciona como referencia. Se permite oferecer un tintero ajeno a dicha lista para cubrir situaciones como cuando nos interesa una de las prescindibles de otro usuario pero no tenemos ninguna de sus deseables.
Sobre el nivel de tinta, pondría como valor aceptable más de tres cuartos y como límite mínimo al menos la mitad, siendo ambos valores relativos, pues dependerá de la conformidad de las partes realizar el truque o no.
Se abre la veda.
A raíz de mis últimas adquisiciones se me ha pasado por la cabeza una idea. ¿Y si intercambiamos esos tinteros que hemos comprado, probado una o dos veces y olvidado en un cajón?
Parece frecuente la acumulación desmedida no solo de plumas sino de todos los satélites que le rodean [tintas y papeles sobretodo], así como la evidente complicación que resulta acertar de pleno en todas nuestras compras. A veces por impulso, otras porque con el uso más allá de la prueba descubrimos que no nos termina de convencer, etc, el caso es que en ocasiones acabamos comprando tinteros que acaban actuando más de adorno que de elemento de escritura.
Para remediar el mal de Diógenes, propongo un ameno intercambio de aquellos tinteros que apenas hemos usado por otros que nos resulten más interesantes. Se podría hacer escribiendo una lista de prescindibles y otra de deseables. Sería recomendable indicar la cantidad aproximada de tinta. Queden mis listas como ejemplo:
Añadir que la lista de deseables funciona como referencia. Se permite oferecer un tintero ajeno a dicha lista para cubrir situaciones como cuando nos interesa una de las prescindibles de otro usuario pero no tenemos ninguna de sus deseables.
Sobre el nivel de tinta, pondría como valor aceptable más de tres cuartos y como límite mínimo al menos la mitad, siendo ambos valores relativos, pues dependerá de la conformidad de las partes realizar el truque o no.
Se abre la veda.
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