A
Alfre1
Habitual
Verificad@ con 2FA
(Disclaimer: todas aquellas personas de buen gusto, de una minima cultura y que piensen que un relato ha de tener un hilo conductor coherente, no leais esto so pena de pensar que estoy peor de lo que pensais)
Todos sabeis del cariño que profeso por Patricia y de mi interés por los mitos. Cuando Nala dejo de cuidar a nuestra amiga recordé a mi diosa favorita, Sekhmeth la terrible Diosa-gato o Diosa-leona de los egipcios, aunque es obvio que dada mi querencia hacia lo escatológico, hacia la risa y a los dioses bondadosos mi favorito en el panteón faraónico es el pequeño y deforme Bes. Un dios risueño, alegre, priapico y protector... Y os preguntareis a donde se dirige esta disgresion mitologica, bueno, el caso era contarle un cuento y hacerle un regalo que le debía. Ponerla un poco menos triste.
El regalo estaba claro desde hacia mucho pero nunca llegaba a cuajar. Un “loquesea” en cuero negro cosido en rojo. Eso era fácil. Me acerque a mi "camello" y le pedi un trozo de cuero especial, algo bueno, muy bueno, algo que no fuese lo que uso de manera habitual ( por un segundo pensé en que me sacaba un trozo de cocodrilo) el chico no sabia que sacar, le conte que era lo que iba a hacer y se le ilumino la cara, “Tafilete”, es una piel especial, muy delicada, no es fácil de trabajar pero por lo que dices es lo que quieres, sacó un rollo, pequeño de piel y lo puso sobre la mesa, al abrirlo yo también supe que esa era la piel. Cortó un trozo adecuado y me lo lleve… Segunda parada, la mercería del barrio. La dueña casi me esperaba, es muy maja y sabe que tipo de hilos le pido, esta vez la sorprendi, ¿ROJO?, estas loco. Ale “pa casa”.
Esto es lo que tengo.
Estoy preocupado porque es una piel delicada, y me da miedo mancharla o jorobarla aunque se limpia con crema incolora de zapatos, pero no me gustaría que llegase mal a su dueña.
Ah, la historia… Bueno, en realidad no lo es, simplemente es uno de esos personajes entrañables que te encuentras leyendo textos raros y que por su “locura”, por el cariño y su empeño en hacer felices a otros se me ha quedado pegado igual que Bes y se ha unido a ese grupo de alegres comadres de Windsor que cuando estoy triste se encargan de darme ese toque de locura y de alegría que intento por encima de todo no perder.
Mi personaje es Baubo, es la vieja niñera de Demeter ( si la diosa) que cuando perdió a su hija( Persefone) bajo hasta los infiernos a buscarla para volver a estar con ella. En su triste deambular buscando a su niña perdida acabo en casa del Rey de Eleusis, la pobre Baubo no sabia que hacer para que Demeter aliviase su tristeza y le ofrecio todos los manjares que tenia, se deshacia en atenciones hacia ella pero su semblante seguía oscuro por la pena. Finalmente deseperada Baubo se levanto las faldas y le enseño su sexo. Demeter sorprendida por el gesto y abrumada por las atenciones de su aya, sonrio y acepto la comida y la bebida que esta le ofrecia. Asi reanimada pudo volver a salir en busca de Perséfone.
Si yo me levantase las faldas ante Patricia ( que Loki me confunda solo por pensarlo) creo que solo podría provocar mas tristeza. Asi que le evito el mal trago y le envio estas fotos para ver si con ellas esboza una levísima sonrisa que premie a este compungido.
En breve ( Dios lo quiera) colgare el trabajo acabado para ver si consigo que la sonrisa vuelva de a poquito a la cara de la princesa de las tintas de colores.
Un abrazo...
Todos sabeis del cariño que profeso por Patricia y de mi interés por los mitos. Cuando Nala dejo de cuidar a nuestra amiga recordé a mi diosa favorita, Sekhmeth la terrible Diosa-gato o Diosa-leona de los egipcios, aunque es obvio que dada mi querencia hacia lo escatológico, hacia la risa y a los dioses bondadosos mi favorito en el panteón faraónico es el pequeño y deforme Bes. Un dios risueño, alegre, priapico y protector... Y os preguntareis a donde se dirige esta disgresion mitologica, bueno, el caso era contarle un cuento y hacerle un regalo que le debía. Ponerla un poco menos triste.
El regalo estaba claro desde hacia mucho pero nunca llegaba a cuajar. Un “loquesea” en cuero negro cosido en rojo. Eso era fácil. Me acerque a mi "camello" y le pedi un trozo de cuero especial, algo bueno, muy bueno, algo que no fuese lo que uso de manera habitual ( por un segundo pensé en que me sacaba un trozo de cocodrilo) el chico no sabia que sacar, le conte que era lo que iba a hacer y se le ilumino la cara, “Tafilete”, es una piel especial, muy delicada, no es fácil de trabajar pero por lo que dices es lo que quieres, sacó un rollo, pequeño de piel y lo puso sobre la mesa, al abrirlo yo también supe que esa era la piel. Cortó un trozo adecuado y me lo lleve… Segunda parada, la mercería del barrio. La dueña casi me esperaba, es muy maja y sabe que tipo de hilos le pido, esta vez la sorprendi, ¿ROJO?, estas loco. Ale “pa casa”.
Esto es lo que tengo.
Estoy preocupado porque es una piel delicada, y me da miedo mancharla o jorobarla aunque se limpia con crema incolora de zapatos, pero no me gustaría que llegase mal a su dueña.
Ah, la historia… Bueno, en realidad no lo es, simplemente es uno de esos personajes entrañables que te encuentras leyendo textos raros y que por su “locura”, por el cariño y su empeño en hacer felices a otros se me ha quedado pegado igual que Bes y se ha unido a ese grupo de alegres comadres de Windsor que cuando estoy triste se encargan de darme ese toque de locura y de alegría que intento por encima de todo no perder.
Mi personaje es Baubo, es la vieja niñera de Demeter ( si la diosa) que cuando perdió a su hija( Persefone) bajo hasta los infiernos a buscarla para volver a estar con ella. En su triste deambular buscando a su niña perdida acabo en casa del Rey de Eleusis, la pobre Baubo no sabia que hacer para que Demeter aliviase su tristeza y le ofrecio todos los manjares que tenia, se deshacia en atenciones hacia ella pero su semblante seguía oscuro por la pena. Finalmente deseperada Baubo se levanto las faldas y le enseño su sexo. Demeter sorprendida por el gesto y abrumada por las atenciones de su aya, sonrio y acepto la comida y la bebida que esta le ofrecia. Asi reanimada pudo volver a salir en busca de Perséfone.
Si yo me levantase las faldas ante Patricia ( que Loki me confunda solo por pensarlo) creo que solo podría provocar mas tristeza. Asi que le evito el mal trago y le envio estas fotos para ver si con ellas esboza una levísima sonrisa que premie a este compungido.
En breve ( Dios lo quiera) colgare el trabajo acabado para ver si consigo que la sonrisa vuelva de a poquito a la cara de la princesa de las tintas de colores.
Un abrazo...
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