B
barbicas
Forer@ Senior
Sin verificar
La incongruencia, a mi juicio, es la esencia de lo ridículo, entiéndase ridículo, tal y como lo define el diccionario de la R.A.E, en sus cuatro acepciones: 1ª. Ignorante que no sabe lo que podía o debía saber. 2ª.Imprudente o falto de razón. 3ª. Terco y porfiado en lo que hace o dice.4ª. Dicho de una cosa: Ejecutada con ignorancia, imprudencia o presunción.
¿Somos conscientes cuando hacemos el ridículo?, las personas con capacidad de razonamiento y reflexión, sí, el mentiroso y el necio, no; con su disfraces intentan evadirse de su propia identidad, ya que ser uno mismo puede ser agobiante y “perjudicial para la salud”, todo o casi todo tiene que ser lúdico, ilusionante, jamás hay que rendirse ante la evidencia, jamás, el mundo tiene que ser pura ficción y siempre en beneficio propio, de ahí que los engaños, las ocultaciones, las tergiversaciones, forman parte de la apariencia de su ser, atrapándolo hasta el ridículo más espantoso.
La desvirtuación de la realidad llega a ser tan intensa que, más tarde o más temprano, acaban siendo descubiertos. El gran Moliére, de forma magistral, en su “Tartufo”, nos lo indicaba, había que desconfiar de los hipócritas, de los “buenos samaritanos”.
Saludos cordiales.
¿Somos conscientes cuando hacemos el ridículo?, las personas con capacidad de razonamiento y reflexión, sí, el mentiroso y el necio, no; con su disfraces intentan evadirse de su propia identidad, ya que ser uno mismo puede ser agobiante y “perjudicial para la salud”, todo o casi todo tiene que ser lúdico, ilusionante, jamás hay que rendirse ante la evidencia, jamás, el mundo tiene que ser pura ficción y siempre en beneficio propio, de ahí que los engaños, las ocultaciones, las tergiversaciones, forman parte de la apariencia de su ser, atrapándolo hasta el ridículo más espantoso.
La desvirtuación de la realidad llega a ser tan intensa que, más tarde o más temprano, acaban siendo descubiertos. El gran Moliére, de forma magistral, en su “Tartufo”, nos lo indicaba, había que desconfiar de los hipócritas, de los “buenos samaritanos”.
Saludos cordiales.
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