reflexiones sobre un libro de john dickie

en el planeta europa, existen cosas que para un indio transoceanico le son familiares por lo raras que son, john dickie escribe en "la cosa nostra" que los origenes de la mafia siciliana se remontan a los tiempos en que garibaldi "libero" a italia del ejercito borbonico y se produjo tremendo vacio de poder especialmente en el sur

si existian "conductas mafiosas" que consistian en obedecer ciegamente las directrices de los propietarios de la tierra sicilianos, se cristalizaron en ese momento en la creacion de unos rituales, codigos de honor y tal

me impresiono el paralelismo con otras regiones de por aca, pero en las que se instalaron rapidamente otras dinastias potentes, como paso en barcelona cuando los berengueres se extinguieron por falta de descendencia, que los trastamara, que eran unos tios bajitos y con una mala leche tremenda, instauraron rapidamente un tribunal de justicia y un ejercito

fijense ustedes, el papel que ha jugado una depauperada aristocracia europea en ambos casos, mientras habia borbones en sicilia habia un relativo orden, cuando el pobre garibaldi que era un tio de lo mas legal, se le ocurrio unificar aquel galimatias de lenguas, dialectos y nacionalidades de diferentes tipos, metio el tio la pata hasta el axila, pobre hombre

y todavia hoy o tal vez mas que nunca, los pobres palermitanos tienen que pagar el tributo a su propia historia

Una de las dos interpretaciones, y la otra, se remonta a mucho más atrás y tiene que ver con la figura de la clientela romana. (No por ello son contradictorias).

La clientela romana que no sólo le dio el nombre al fenómeno sino que indudablemente es el ejemplo más conocido: en Roma, por clientela se entendía una relación entre sujetos de status diverso que se entablaba al margen del la comunidad familiar, aunque dentro de su órbita; relación de dependencia económica y política, al mismo tiempo, que llegaba a estar sancionada en el mismo campo religioso, entre un individuo de rango más elevado (patronus) que protegía a sus propios clientes, los defendía en los juicios, testificaba en su favor, les asignaba una tierra de su propiedad para el cultivo y un ganado para que lo criaran, y uno o varios clientes que eran individuos que gozaban del status libertatis, en general siervos libertos o extranjeros inmigrantes, que a cambio no sólo se mostraban sumisos y deferentes sino que obedecían y ayudaban de diversas maneras al patronus, defendiéndolo con las armas, testificando en su favor en los tribunales y prestándole ayuda aun en el nivel financiero cuando así lo requerían las circunstancias. Diccionario de Política - Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino. 7º edición corregida y aumentada. Siglo XXI Editores.

Una más de las nosecuantas veces que en el mundo mundial se ha liado gorda a pesar de las nobles intenciones del procer de turno. Que la vamos a hacer, condición humana.

sin duda, en la historia de la sociedad italiana existen muchos antecedentes, tambien esta la parcelacion de las ciudades incluida la de roma por centros de influencia de las diferentes familias, dickie mas bien considera como consolidacion los rituales de la iniciacion, la brutalidad de las acciones y la obediencia ciega

pooh dijo:

Una de las dos interpretaciones, y la otra, se remonta a mucho más atrás y tiene que ver con la figura de la clientela romana. (No por ello son contradictorias).

La clientela romana que no sólo le dio el nombre al fenómeno sino que indudablemente es el ejemplo más conocido: en Roma, por clientela se entendía una relación entre sujetos de status diverso que se entablaba al margen del la comunidad familiar, aunque dentro de su órbita; relación de dependencia económica y política, al mismo tiempo, que llegaba a estar sancionada en el mismo campo religioso, entre un individuo de rango más elevado (patronus) que protegía a sus propios clientes, los defendía en los juicios, testificaba en su favor, les asignaba una tierra de su propiedad para el cultivo y un ganado para que lo criaran, y uno o varios clientes que eran individuos que gozaban del status libertatis, en general siervos libertos o extranjeros inmigrantes, que a cambio no sólo se mostraban sumisos y deferentes sino que obedecían y ayudaban de diversas maneras al patronus, defendiéndolo con las armas, testificando en su favor en los tribunales y prestándole ayuda aun en el nivel financiero cuando así lo requerían las circunstancias. Diccionario de Política - Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino. 7º edición corregida y aumentada. Siglo XXI Editores.

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