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¿Os habéis enterau qu'España ha ganao el mundial?

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tortuga

tortuga

Forer@ Senior
Sin verificar
:yhoo::Me acabo de despertar en la calle estafeta con un dolor de cabeza y una resaca del copón, mi camiseta del betis manchá de vino y una rozadura nel cuello de haberme quedao dormido con mi sombrero mejicano puesto. He tenío una pesadilla increible, corría y corría en el encierro de los San Fermines delante de un morlaco con cara de pocos amigos. Le he comentado mi pesadilla al Pajarillo y me ha contestado "de pesadilla nada, como la vida misma y con el fragor de la celebración ni te has enterao de la suerte que has tenío de que no te matara el bicho". Entonces ha sido cuando me lo ha dicho. "Tío es que no tenteras de ná, no te acuerdas que nos vinimos a celebrar la victoria de la selección a los San Fermines::Dbt::
 
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La fiesta continúa...Mi amiguete es un chaval demasiado sincero, la culpa la tiene el culto ese al que va todos los días, desde que le dió por hecharse una novia gitana, a pesar de eso tiene un potencial demoledor, que desconoce, aunque creo que me voy a encargar de ir puliendo. El pajarillo en cuestión es un campeón de pulsos.

Aunque el Pajarillo de Linares aún no lo sabe, creo que él y yo vamos a hacer negocios juntos de ahora en adelante, aprovechando ese poderoso talento que tiene para los pulsos.

Llevamos cuatro días de fiesta, aprovechando esa oportunidad que nos ha dao "la roja". Ayer cuando el Pajarillo me dijo lo que estuve haciendo delante del Miura, me entraron unos sudores fríos que sólo conseguí calmar cuando me recordó la victoria de la seleción en la final e inmediatamente decidí cambiar de rumbo. Ahora nos encontramos en un autocar que se dirige a Lloret de Mar, después de engañar a unos mastodontes con forma de mozos navarros en una apuesta de pulsos. Y es que el pajarillo no lo parece, de hecho su imagen es algo escuálida, aunque sólo él y yo sabemos la dinamita en forma de dorsales que oculta tras esa roja con el número siete de Villa...
 
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Estamos colgados en un área de servicio, después de perder el autocar que nos llevaba a Lloret de Mar. Estando en el bar llegó un payo con una jaula tapada con un pañuelo y el pajarillo no pudo resistir la tentación de acercarse y entablar conversación. No hace falta decir el porqué de su mote, está pirao por los pajarillos de cante.

Después de tomarme cuatro cubatas el pajarillo aun seguía con su cocacola, pegando la hebra con el payo de la jaula, que deboraba un bocata de jamón de pata negra. Una hora después, por el rabillo del ojo vi que ya se había ido y el pajarillo tenía en su posesión la jaula. Fue entonces cuando se me acercó el camarero con la cuenta y me dejó anonadao:¡120 euracos! , por cinco cubatas la cocacola del pajarillo y media botella de Rioja un bocata de jamón del bueno, café copa y puro del payo. Sin entender nada me acerqué al pajarillo y entonces me lo dijo, le había comprado el colorín al payo por los cuatrocientos lereles que le levantamos a los mozos navarros y también le había regalado el almuerzo. La cuestión es que sólo teníamos cuatrocientos.

Estoy un poco borracho, mientras estamos siendo custodiados en un area de servicio de los Monegros, por un segurata cejijunto con cara de pocos amigos y en espera de que venga una pareja de la Guardia Civil para solucionar este asunto. Tengo justo delante una columna forrada de espejos en la que se nos ve estupidamente contentos y muy sucios con nuestras camisetas de Cardeñosa del Betis y de Villa de la selección, mi socio con una jaula tapada con un pañuelo y yo tocado con un sombreo mejicano.
 
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Hemos pasao la noche nel cuartelillo, menos mal que un guardia civil amante la naturaleza muy gentilmente nos a traido una bolsa de alpiste pal colorín, porque si no, no sé que hubiera pasado. Te juro que si se muere el colorín yo mato con mis propias manos al pajarillo...El guardia civil que nos vigila nel calabozo, por lo visto es amante también de los pajarillos y no para de hablar con mi socio del tema, la verdad es que estoy harto ya de los cantores ornitólogos de híspalis y se me empiezan a mover las tripas. Llevo dos días sin comer y aquí en el calabozo no te dan ná. El buen hombre nos ha dicho que nos van a soltar pronto y que nel pueblo hay un concurso de cante pajaril este domingo con un premio de 300 euros pal campeón. Mi socio está loco de contento y ya se vé campeonando con los 300 napos nel bolsillo. Yo tengo poca fé nel colorín, que aún no le escuchao ninguna toná.
 
:laughing1::laughing1::laughing1: La verdad es que me tienes en vilo. Espero ansiosa el siguiente capitulo. :D:D:ok:::ok::
 
Ahora mismo estamos siendo atendidos en el Bar Cariñena el único que hay nel pueblo, y donde mañana se celebrará el concurso ese de cante pa los pájarrillos. La mastresa estaba guisando unos garbanzos con chorizo pa su familia, que despedían un olor celestial y cuando le hemos dicho si se podía comer, nos ha dicho que el menú era ese.

El pajarillo está desganao, desde que sanamorao no hace más que beber cocacolas, y su plato apartao deshonrosamente por la mitad, me lo estoy rebañando yo con el pan y me da un poco de vergüenza porque la botella de vino que nos ha puesto honestamente la mastresa es de esas de plástico de litro y medio para agua y que generosamente reutilizada para vino a granel, me la estoy zumbando toda.

Hemos tenío mucha suerte, viniendo pal pueblo después de salir del cuartelillo, nel arcen de la carretera nos hemos encontrado a una putilla y le hemos comentado la delicada situación de nuestros estómagos y muy amablemente nos ha puesto en la mano un billete azulón de veinte euretes. Son unas santas.

A maitai...

Un besazo wapa
 
Hummmmmmm!!!!! Garbanzos con chorizoooooo!!!!!! :drool::drool::drool:

Espero que ganeis el concurso de pajarillos. :laughing1::laughing1::laughing1:

Un abrazo, y sobretodo, mantenme al corriente de las novedades.:Cheers:
 
Tengo mucha teca pa contar, empezaré diciendo que la noche del sábado la pasamos al raso en una alberca en deshuso junto a un sembrado de patatas que un parroquiano del bar muy amablemente nos ofreció.

Un poco antes del anochecer, la mastresa del bar apareció con dos bocatas y dos camisetas de la Caja Rural, que le habían dado por poner el dinero a "punto muerto" y que nadie de su familia se ponía. Con una mirada oblicua y mientras cruzaba desafiantes sus brazos, nos dijo que nel momento de poner la lavadora se acordó de nuestras camisetas y "que convendría que se las llevara si queríamos presentarnos en el concurso del domingo decentemente" Mi socio y yo con cierto recojimiento espiritual, como el que se merecen tanto Cardeñosa como Villa y haciendo acto de omisión y contricción al mismo tiempo no tuvimos más remedio que quitárnoslas, aunque eso sí se las entregamos con la reverencia propia de los santos sacramentos.

El dómingo me despertó temprano un cuco madrugador y brioso. Me percaté quel pajarillo y el colorín ya no estaban por allí y al incorporarme giré sobre mi propio cuerpo y cerca sobre el horizonte y perpendicularmente al astro rey su silueta se recortaba junto con la de la jaula a poco menos de 200 metros de mi posición. Aproveché pa cambiarle el agua a mi propio colorín, cuya vejiga estaba a punto de estallar mientras ventoseaba al mismo tiempo. Comprobé quel bocata del pajarillo continuaba intacto.

El Pajarillo estaba concentrado entrenando a su colorín, provocándole con suaves silbidos y no quise inmiscuirme en su trabajo, así que y decidí incarle el diente a su bocata, aunque mi idea inicial era comerme una pequeña porción, finalmente acabé zampándomelo entero.

La mañana no pudo empezar mejor, cuando llegamos acababan de abrir el bar y la mastresa nos ofreció un café con leche y dos sobaos. Al poco rato y como acordáncose de repente, sacó de un cesto las dos camisetas limpias como los chorros del oro y las puso sobre la barra. Mi socio y yo nos miramos sonrientes y cómplices, sabiendo que nada malo podría pasarnos con nuestros amuletos favoritos. Después de comerme mi sobao me planté la mía, al poco rato el pajarillo apuró su taza. Entonces mientras él se ponía su camiseta de Villa, yo me zampaba el suyo.
 
Al poco rato empezaron a entrar parroquianos entusiastas con sus jaulas empañoladas y sus presos campeones dispuestos para el evento.

Aprovechando que el bar empezaba a llenarse le Guiñé un ojo a mi socio y le propuse echar unos pulsos para pasar el rato. Uno tras otro, misteriosamente le fui venciendo. Un payo entendido que había por allí se aproximó y me propuso hechar uno, y aunque me empleé a fondo, me venció con facilidad. El payo retó a alguno más, teniendo una suerte dispar. Al final fue vencido por otro parroquiano fornido que lucía en su cuello y de forma ostentosa un cordón de oro que parecía una cuerda de atar barcos.

Instantes después, estaba todo dispuesto para el concurso y fueron llamados los propietarios de los pajarillos para que dejasen sus jaulas preparadas para la competición. Una hembra actuaba de cebo y el ganador era el que finalmente se quedaba sólo cantando y disputándosela. Las competiciones "pajariles" son una tomadura de pelo en toda regla al género masculino, aunque reflexionando friamente, los humanos no semos mu diferentes.

El colorín fue vencido con facilidad, por la mayoría de competidores y finalmente ganó un verderón que parecía Plácido Domingo en versión pajaril. Mi socio me dijo que era porque el colorín "estaba pelechando" pero que era un campeón.

Después de la entrega de premios le pasé bajo mano el submariner a mi socio y le propuse al del cordón de oro jugarme el colorín con él por 100 euretes en un pulso, me miró como mira un dobermán a un gato y me dijo quel colorín ese no valía ni cincuenta. Le dije que era bueno pero que estaba pelechando y como el que no quiere la cosa se sacó la cartera del bolsillo posterior del pantalón y urgando en ella con hábil desenvoltura sacó dos billetes de cincuenta. Le dije que eligiera el lugar y se aproximó a la mesa más cercana, le acompañé y pusimos sobre el otro lado de la mesa el colorín de mi socio y los cien euretes y nos dispusimos a batirnos con un pulso. La gente empezó a agolparse alrededor para presenciar el combate y como no podía ser de otra manera, picó el anzuelo y me venció con una rapidez increible. Se levantó inmediatamente con una sonrisa de oreja a oreja cogiendo con sus manazas su recompensa. Fue entonces cuando el pajarillo sacó con rapidez el Submariner de su bolsillo y enseñándoselo le dijo. Me lo juego contigo por tu cordón de oro más 300 napos. El palurdón tensando su poderoso cuello cogió con sus manazas el Submariner y empezó a examinarlo, como si supiera lo que tenía entre sus manos...
 
  • #10
El pajarillo es un puto crack haciendo pulsos, a pesar de su apariencia algo escuálida, su aspecto es definitivamente engañoso. Su porte echado hacia delante me recuerda constantemente los cuellos de las jirafas, cuando rie muestra sus grandes, amarillentos y torcidos dientes, tiene una voz cazallera que apenas usa y todo en el resulta huesudo y nudoso. Su estatura no debe llegar al metro setenta y apenas pesa 60 Kilos. Sorprende el tamaño grande de sus manos, claramente desproporcionadas con el conjunto general de su cuerpo.

Tiene una técnica singular en la ejecución de pulsos, que le hace prácticamente invencible, no tira como el resto de los mortales con el biceps para rotar luego el triceps y compensar la carga, sino que usa ingeniosamente sus poderosos dorsales como muro infranqueable, repercutiendo astutamente la fuerza del adversario a favor suyo. Su depurada y singular técnica de ejecución contribuye sin lugar a dudas a que sus contrincantes se acaben inocentemente enfrentando a sí mismos.

El payo del cordón, después de vencerme (mi apariencia y volumen son muy superiores a los del pajarillo) tenía la moral por las nubes y tampoco era cuestión de dejarla allí. Miró a mi socio, como un gorila miraría a un conejo y después de examinar el Rolex y sopesarlo como si se tratara de un melón, con un movimiento ridiculamente automático lo puso sobre la mesa e inmediatamente se sacó la cartera y con sus macizos y hábiles dedos sacó de ella un fajo de billetes. Apartó trescientos, guardó el resto, comenzó a desabrocharse la soga de oro que rodeaba su poderoso cuello y lo dejó todo desrordenado junto al Submariner para sentarse retador a esperar a su adversario. Inmediatamente supe que el asunto estaba hecho, cuando antes de sentarse el pajarillo brevemente me sonrió mostrando sus sucios, torcidos y amarillentos dientes.

El pajarillo una vez sentado y antes de comenzar la competición, con su grave timbre cazallero dijo.

-Un momento, mi Rolex vale mucho más que tu cordón y quiero que entre en la apuesta también el colorín.

El payo con una media sonrisa de cazurro sentenció.

-Está bien.

Inmediatamente hizo una señal a un parroquiano, para que pusiese la jaula junto a los elementos de la apuesta.

La gente comenzó a agolparse junto a la mesa, como si de un rumor largamente extendido fuese e inexplicablemente había gente asomada incluso por las ventanas del bar, para contemplar la victoria del vecino grandullón.

El combate lo inició de forma algo apresurada y traidora el parroquiano, pillando al pajarillo desprevenido, pero de seguida compensó mi socio arqueando el hombro como un resorte y el gorila se encontró con la cruda realidad en forma de muro infranqueable. El rostro del grandullón no parecía entender nada y comenzaba a ponerse colorado mostrando unas venas moradas en su cuello casi tan gordas como su cordón de oro. La situación era cómica, y tuve que mirar hacia bajo con mi cabeza para que nadie viera descargar mi risa. Las venas continuaban hinchándose, los globos oculares parecía como si fueran a estallarle de un momento a otro y su rostro ya de por sí colérico, presentaba ahora un color totalmente carmesí. Como un animal herido luchaba moribundo hasta su último suspiro. Mi socio tenía gotas de sudor en las sienes y su rostro impertérrito parecía haber cambiado poco. Él y yo sabíamos que estaba deliberadamente usando tiempo para desgastar a su oponente...
 
  • #11
Diosssssss!!!!! Que nerviossssss!!!!! ::bxd::::bxd:: Espero que el Rolex no cambie de manos. Y que recupereis al pobre colorín. De verdad, esto es un no vivir. :laughing1::laughing1:

Esperando la siguiente entrega, un abrazo.:ok::
 
  • #12
Acabamos de vender el cordón del mameluco, nos han endosao 1800 napos por los 103 gramos de oro que pesaba la pieza, lo hemos hecho en la primera tienda que hemos visto en Lloret de Mar en cuyo rótulo hemos leído que compraban oro.

Ahora estamos sentados en un chinringuito de la playa, el Pajarillo con su camiseta de Villa, el colorín, con su mocador y yo con mi sombrero mejicano. Con tanta calor me he descalzado y quitado mi camiseta del Betis. El Pajarillo, me ha mirado de malas maneras y me ha dicho que cada vez que me descalzo le entran ganas de romper nuestra amistad. Aunque me estoy convirtiendo en un varón de mediana edad calvo, gordo y peludo tengo también mis sentimientos y no consigo entender esa excesiva sensibilidad de mi socio, aunque lo disculpo poque está enamoriscao y lleva ya unos cuantos días sin ver a su gitana de carnes morenas.

Tengo el gaznate seco y acabo de ordenar al camarero, mediante un sonoro chasquido de dedos que me sirva el tercer Cuba Libra. El Pajarillo está pensativo, todavía no se ha acabado su primera cocacola y luce con una elegancia fuera de lo común medio palillo de dientes en su cerrada y hermética boca.
 
  • #13
La pensión donde nos alojamos no está nada mal, lo primero que me gustó fue su nombre: Pensión Lolita. Nos han dado una habitación con dos camas un bidet y un balcón, donde hemos instalado al colorín como si de un príncipe se tratase y donde El Pajarillo me obliga a dejar mis bambas. Creo que las voy a tirar aprovechando que tenemos guita y me voy a comprar unos zapatos decentes de esos con tacón cubano. La hija de la dueña está todo el día escuchando las rumbas de Estopa con su radiocasette, a un volumen atronador. Me las estoy aprendiendo de tanto sentirlas. Nunca me había fijado en esas letras que son más transcendentes que el mismo Vivaldi.

Nos hemos hecho amigos del camarero del Waykiki, un bar que tenemos en la esquina más próxima a nuestra pensión, es un tipo de mediana estatura, delgado, rubicundo, ojos azul intenso, con los antebrazos tatuados, acento sevillano y que dice que se llama Ángelo. Todo un profesional de la hostelería, curtido en mil batallas y al que le salieron los dientes sirviendo cañas. Lo que más me guata de él es su marcada generosidad sirviendo cubalibres. Nos ha dicho que también se aloja en misma pensión que nosostros, aunque todavía no lo hemos visto por allí...
 
  • #14
Anoche estuvimos de celebraciones. El Ángelo nos llevó a un chiringuito que hay en la playa que ponen música latina hasta la madrugá. La verdá es que de bailar poco. El Pajarillo se tomó dos cocacolas y se quedó en estado de confluencia consigo mismo.

El Ángelo resultó ser un decadente bailarín, atrevido y consumado, que continuamente nos invitaba a participar de su degenerado y cadencioso movimiento de caderas. Muy amablemente le iba indicando con un gesto que no. Por las noches, cuando se quita su camisa blanca de camarero se transforma en un ser totalmente distinto. Se planta unas camisas a lo "Chiquito de la Calzada" y se nos convierte en una criatura híbrida mitad Rafaela Carrá mitad Chiquito de la Calzada, con un exceso de confianza en sus posibilidades cinéticas.

Nos presentó a unas chatis conocidas y degeneradas que amablemente invitamos. Una de ellas, algo borracha, se mostró en seguida muy interesada en mí, incluso tuve la impresiópn de que quería festejar conmigo. Me sorpredió, porque precisamente
mi frondosa calvicie combinada con mi desvergonzada barriga, no suelen fascinar a las chicas y ella parecía no advertirlo. Todo iba muy bien y ya comenzaba a albergar esperanzas conquistadoras, cuando un niño con la cara sucia y apenas seis añitos se acercó a la muchacha y le dijo.

-Mamá tengo sueño, quiero irme a casa...
 
  • #15
UyYuYuy!!!!!!! Vigila que esa creo yo que te quiere echar el guante. :laughing1::laughing1::laughing1::laughing1:
 
  • #16
La cocacola tiene que tener poder nutricional y seguro que los ejecutivos de la marca aun no lo saben y el Pajarillo sería un buen ejemplo para demostrar lo que estoy diciendo y divulgar esas magníficas propiedades desconocidas por el resto de los mortales.
Como empezaba a tener hambre, después de comprarme unos zapatos estupendos con tacón cubano, nos fuimos a un asador estupendo que hay junto a la estación de autobuses. Para poder entrar me hicieron quitar mi sombrero mejicano y tanto al pajarillo como a mí nos ofrecieron sendas camisas y americanas, porque según nos diría posteriormente el metre ese, "no es apropiado entrar en ciertos lugares, con las camisetas del Betis y un sombreo mejicano" y la duda mía es si lo que molestaba era el conjunto o por separado. La camisa del Pajarillo le queda como tres tallas grandes y con la americana puesta parece un acomodador de cine, si al menos nos hubiran dejado unas camisas estampadas, podríamos lucirnos con la elegancia natural que nos merecemos, pero estos mamarrachos del restaurante no tienen gusto ni para elegir unas simples camisas.

El Pajarillo no a abierto la boca, nada más que para beber cocacola y es una pena, la diatriba que produce su ración de cordero asado. Por mi parte estoy terminándome a toda prisa mi mitad de lechón, para antes de que venga el camarero zamparme también con felonía el fenomenal cordero despechado por m i socio.
 
  • #17
Vamos a tener que empezar a currar, porque ayer reventamos la banca. Cuando me dijeron en el restaurant que no tenían Farias comencé a sospechar que la cosa no iba bien. Después de los postres, no tuve ni que avisar al camarero luciendo mi potente chasquido de dedos, atentamente se nos acercó para preguntarnos si deseábamos café y por supuesto le dije que quería café, copa, puro y un bollicao. El camarero no pudo evitar una sonrisilla de guasa que a mí no me gustó nada porque hablaba en serio. Entonces fue cuando me dijo que no tenían Farias ni Bollicaos. Tanto postín y luego no tienen Bollicaos... El metre muy amable me recomendó otra marca de esas con la vitola amarilla y con mucho arte él mismo le dió lumbre delante nuestras narices sin darle ninguna calá y dejándonos al Pajarillo y a mí como dos pasmarotes.

Luego pensé que tenía que hacer algo para animar al Pajarillo y se me ocurrió llevarlo algún Puticlub, y aunque él sólo se tomó una cocacola fue allí donde terminamos reventando la banca...
 
  • #18
Lloret de Mar es el paraíso. Como nos quedamos sin blanca después del festival eroticofestivo que me pegué, le dije al Pajarillo que había que actuar. Aunque él todavía no lo sabe, mi socio es un valiente samurai, consciente de su superioridad y siempre dispuesto para el combate. Se lo dije, lo de actuar, repantigado en mi cama, viendo una de esas películas porno que ponen de madrugá por el satélite, porno de ese estranjero y fino donde salen lujosos chalés y chavalas ataviadas con fina lencería, y lo hice mientras él atendía a su colorín con ese ascetismo espartanao y austero que le caracteriza.

Hoy nos hemos puesto manos a la obra, en un Pub de juligans que hay al lado del Hotel Anabel. Estos idiotas se caracterizan por tener menos seso que un mosquito y más cerveza que agua en el cuerpo. Ha sido más fácil que pegar un sello. Ha bastado con simular una victoria contra el Pajarillo y hacer un espectáculo de mi derrota contra un gilipollas, perdiendo cincuenta napos dos veces seguidas, para que la peña empezase a animarse y el Pajarillo a vencer uno por uno a todos los desgraciados que se le han querido medir. Finalmente nos hemos levantado con los bolsillos del Pajarillo llenos de billetes de cincuenta.
 
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  • #22
No me quedó más remedio que consolar a la pobre mujer. Le dije que en la parte de atrás de la furgoneta llevaba una manta y que si era urgente su necesidad podía desfogarse conmigo allí mismo..
http://pajarillodelinares.blogspot.com/
 
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