Pues regular Juan, por un lado encantado del país, la hospitalidad y la comida y por otro intentando que mis compañeros otomanos entiendan, comprendan y asuman ciertas regulaciones en temas de seguridad aeronáutica que ignoran a posta por simple desidia.
La paciencia es una gran virtud que no me falta, pero aquí... se necesita a espuertas
Un fuerte abrazo campeón.