J
Juvenal
Novat@
Sin verificar
Qué tal estimados amigos. Con un tiempo si colocar hilos nuevos, ahora vengo para haceros una consulta, ¿Alguien podría decirme quién es la autora de este poema?:
Nací entre mangos, guayabas y almendras, en la
casita que mi papá había construido con sus propias
manos en la propiedad del club de cazadores. Papi era
el encargado del club y, como tal, tenía que vivir en el
Line 5 local mismo para poder cuidarlo día y noche. Al
casarse, mis padres se instalaron en la "casita vieja",
como ha pasado a llamarse en nuestros recuerdos.
Dieciocho meses después de nacida yo, llegó mi
hermano Pepín. ¡Qué dichosos éramos en los vastos
Line 10 terrenos del club! Vivíamos en un mundo de fantasía
y libertad absolutas, corriendo por el pasto recién
cortado por papi, subiéndonos a los árboles de mango
para saborear a plenitud el fruto delicioso, o jugando
con Misula, nuestra fiel perrita.
Line 15 Hoy sigue transportándome al club de mi niñez el
olor de las guayabas, los mangos y las almendras
verdes. Pero el club es ahora un cuartel militar, y
hombres vestidos de verde olivo ultrajan con sus
pisadas duras la hierba que con tanto amor y
Line 20 sacrificio cortara mi padre. Desde el Norte miro hacia
el Sur, y veo entre lágrimas el mar que me separa de
ese terruño, paraíso de palomas nostálgicas. ¡Ay, el
olor de la guayaba, el mango y las almendras tiernas!
Hace unos cuarenta años que vengo nutriéndome de
Line 25 ese recuerdo.
Cualquier información será muy agradecida.
Nací entre mangos, guayabas y almendras, en la
casita que mi papá había construido con sus propias
manos en la propiedad del club de cazadores. Papi era
el encargado del club y, como tal, tenía que vivir en el
Line 5 local mismo para poder cuidarlo día y noche. Al
casarse, mis padres se instalaron en la "casita vieja",
como ha pasado a llamarse en nuestros recuerdos.
Dieciocho meses después de nacida yo, llegó mi
hermano Pepín. ¡Qué dichosos éramos en los vastos
Line 10 terrenos del club! Vivíamos en un mundo de fantasía
y libertad absolutas, corriendo por el pasto recién
cortado por papi, subiéndonos a los árboles de mango
para saborear a plenitud el fruto delicioso, o jugando
con Misula, nuestra fiel perrita.
Line 15 Hoy sigue transportándome al club de mi niñez el
olor de las guayabas, los mangos y las almendras
verdes. Pero el club es ahora un cuartel militar, y
hombres vestidos de verde olivo ultrajan con sus
pisadas duras la hierba que con tanto amor y
Line 20 sacrificio cortara mi padre. Desde el Norte miro hacia
el Sur, y veo entre lágrimas el mar que me separa de
ese terruño, paraíso de palomas nostálgicas. ¡Ay, el
olor de la guayaba, el mango y las almendras tiernas!
Hace unos cuarenta años que vengo nutriéndome de
Line 25 ese recuerdo.
Cualquier información será muy agradecida.