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amenla bondad es opcional en una actitud o comportamiento, la inteligencia no, o se tiene o no se tiene, es hereditaria en gran medida, no se elige ser inteligente, si se elige ser bondadoso (según y como) si eres inteligente.
¿Como es posible "optar" entre ambas si una de ellas no se escoge, o se tiene o no?
Saludos
En el caso que tuvierais que elegir entre ambas, ¿cual seria vuestra elección?, la mía, visto lo visto y vivido lo vivido, la bondad, es el único merito que te queda despúes de una vida. Saludos.
Pues porque la persona que no es inteligente suele creer que lo es. Si además de poco inteligente es mala no pasa nada: a esas se las ve venir. Pero si es bondadosa, puede organizar un desastre: nosotros la dejaremos actuar como bondadosa y ella actuará, tal vez, como poco inteligente.
Creo que si el ser humano ha llegado a dominar al resto de las especies y a la Tierra misma, vencer enfermedades, crear obras de arte y mil cosas más ha sido, sobre todo, por su mayor inteligencia. Ojo: la ambición es ambición, no inteligencia.
Pues sí, vete a saber; con estas cosas uno no sabe si acierta o yerra hasta que baja el telón.
Decía Descartes, franchute de mucho talento y gran facilidad para el catarro (así le fue, por zascandil), que la inteligencia era lo mejor repartido del mundo, porque todos pensaban tener la suficiente. De la bondad supongo que algo diría: los franceses, todo el mundo lo sabe, son de por sí dicharacheros; yo no lo sé, igual no dijo nada sólo para jorobar.
De la bondad dijo algo Antonio, el hermano del gran poeta Manuel Machado; no debía de tenerlas todas consigo, y cuando se definió a sí mismo como un hombre bueno apostilló, yo creo que por si acaso, en el buen sentido de la palabra. Si hemos de creer a tan cabal persona, debe de haber buenos en el mal sentido de la palabra. La experiencia así parece demostrarlo; ellos mismos lo proclaman (como si no se notara): yo, de tan bueno, soy tonto, y no hay por qué ponerlo en duda.
Sumando miembro a miembro nos sale que todos nos consideramos inteligentes, que la mitad (por lo menos) de los buenos son también tontos y la otra mitad son sólo tontos; la mitad de los que se consideran inteligentes serán tontos: un cuarto buenos y un cuarto malos...y suma y sigue.
Llegados a este punto, y para no andar mareando a ningún pájaro, prefiero un inteligente malo que un tonto bueno. Creo que el malo no lo es durante todo el tiempo, pero el tonto sí, y es tal el poder de la "tontez" que impide la manifestación, e incluso la existencia, de otras virtudes. Vamos, que dudo que haya tontos buenos.
Dios, que época nos ha tocado vivir, vivimos como Cósimo Piovese, en las copas de los arboles, pero yá no podremos bajar, es verdad que no nos dejan, pero peor, es que ya tampoco queremos, no es Calvino, es Kennedy, es la conjura, de los necios.
Saludos