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Como en años anteriores el vicepresidente y consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, ha vuelto a situarse como el ejecutivo español mejor pagado. El pasado año cobró entre sueldo fijo y retribución variable 7,161 millones de euros, es decir, un 14,5% más que en el ejercicio precedente, según consta en la memoria anual del Santander correspondiente a 2005.
Sáenz tiene, además, acumulado un fondo de pensiones valorado en 45,44 millones en pensiones y 7,9 millones en un seguro, en total 53,36 millones. Esta cifra es ligeramente inferior a la acumulada un año antes, en el que entre ambos conceptos sumaba 53,78 millones. La diferencia se debe a que la cuantía se va ajustando conforme se acerca su jubilación.
Este año el Santander ha incluido por primera la indemnización que recibirían los consejeros ejecutivos (Emilio Botín, Alfredo Sáenz, Matías Rodríguez Inciarte, Ana Patricia Botín y Francisco Luzón) en caso que cesen por causas imputables al banco o por concurrir 'circunstancias objetivas' como las que afectan a los estatutos de la entidad.
Se toma como base el fondo de pensiones que tienen acumulados los consejeros. En el caso de Sáenz la extinción de su contrato le daría derecho a pasar a la situación de jubilación, con lo que empezaría a cobrar su fondo de pensiones a razón de 3,421 millones de euros anuales, según los cómputos realizados al cierre del pasado año en función de su retribución. Otra opción, excluyente de la primera, sería percibir 26,4 millones de euros de una vez. Esta alternativa equivale al 40% de su salario fijo anual multiplicada por el número de años de antigüedad en banca, con un máximo de 10 veces el salario fijo anual, y le dejaría sin derecho a cobrar pensión.
El presidente del Santander, Emilio Botín, es el único consejero ejecutivo que no está incluido en estas indemnizaciones, que afectan a Sáenz, a Rodríguez Inciarte, a Luzón y a Ana Patricia Botín. El banquero sólo percibiría en caso de cese la pensión anual por jubilación, que corresponde a su último salario fijo, 1,047 millones.
El consejero delegado gana entre sueldo fijo y variable 7,16 millones
Ana Patricia Botín, mientras, tendría derecho a percibir una indemnización por el salario fijo de cinco anualidades. A cierre de 2005, la cantidad sería de 4 millones de euros, y es incompatible con la percepción del complemento de pensiones, ya que al tener 45 años no podría cobrar aún cantidad alguna por su jubilación. En el banco se ha fijado la edad de 50 años como mínimo para poder recibir pensión de jubilación en el caso de los consejeros.
Estos blindajes contrastan con los que recibirían los tres consejeros ejecutivos del BBVA, Francisco González, presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado, y José Antonio Maldonado, secretario general. Entre los tres ingresarían 122 millones de euros.
En cuanto al sueldo de Emilio Botín, éste cobró el pasado año 3,035 millones de euros, un 10,4% más que en 2004. Su salario es inferior al que percibió su homólogo en el BBVA. El presidente del segundo banco español recibió 4,13 millones en concepto de salario fijo y variable, con una mejora del 14,4% respecto a lo recibido en 2004. Ganó otros 4,8 millones, que recibe este mes como bonus extra del plan 2003-2005.
Botín acumula una pensión de 11,78 millones de euros, superior en algo más de un millón a la que poseía un año antes. El fondo de pensiones de González, acumulado desde 1996 a 2005, asciende a 43,24 millones.
Ana Patricia Botín percibió una retribución de 2,73 millones, el 21,36% más.
Sáenz cuenta también con el bonus más alto, de 1.209.100 opciones, que podrá ejecutar a partir de enero de 2008. Este bonus está dentro de un plan de opciones que ha realizado el banco para todos los consejeros ejecutivos, excepción de Ana Patricia Botín, quien lo recibie de Banesto, como presidente.
Tres ejecutivos ganan más que el presidente
Alfredo Sáenz no fue el único ejecutivo que ganó más que el presidente de la compañia Emilio Botín. El vicepresidente segundo, Matías Rodríguez Inciarte, y el responsable para Latinoamérica, Francisco Luzón, tuvieron retribuciones superiores a las de Botín. El primero percibió 3,97 millones, un 12% más, y el segundo, 4 millones, el 13,14% más. Luzón contaba con unos derechos de pensiones de 45,568 millones y Rodríguez Inciarte de 32,950 millones. El presidente del Santander en la tradicional carta que escribe en la memoria del banco y que va dirigida a los accionistas asegura que este 'no debe ser un momento para la complacencia' tras el beneficio récord de 6.220 millones obtenido en 2005, sino que el banco tiene que seguir preparándose 'para enfrentarse con éxito a cualquier cambio'.
Sáenz tiene, además, acumulado un fondo de pensiones valorado en 45,44 millones en pensiones y 7,9 millones en un seguro, en total 53,36 millones. Esta cifra es ligeramente inferior a la acumulada un año antes, en el que entre ambos conceptos sumaba 53,78 millones. La diferencia se debe a que la cuantía se va ajustando conforme se acerca su jubilación.
Este año el Santander ha incluido por primera la indemnización que recibirían los consejeros ejecutivos (Emilio Botín, Alfredo Sáenz, Matías Rodríguez Inciarte, Ana Patricia Botín y Francisco Luzón) en caso que cesen por causas imputables al banco o por concurrir 'circunstancias objetivas' como las que afectan a los estatutos de la entidad.
Se toma como base el fondo de pensiones que tienen acumulados los consejeros. En el caso de Sáenz la extinción de su contrato le daría derecho a pasar a la situación de jubilación, con lo que empezaría a cobrar su fondo de pensiones a razón de 3,421 millones de euros anuales, según los cómputos realizados al cierre del pasado año en función de su retribución. Otra opción, excluyente de la primera, sería percibir 26,4 millones de euros de una vez. Esta alternativa equivale al 40% de su salario fijo anual multiplicada por el número de años de antigüedad en banca, con un máximo de 10 veces el salario fijo anual, y le dejaría sin derecho a cobrar pensión.
El presidente del Santander, Emilio Botín, es el único consejero ejecutivo que no está incluido en estas indemnizaciones, que afectan a Sáenz, a Rodríguez Inciarte, a Luzón y a Ana Patricia Botín. El banquero sólo percibiría en caso de cese la pensión anual por jubilación, que corresponde a su último salario fijo, 1,047 millones.
El consejero delegado gana entre sueldo fijo y variable 7,16 millones
Ana Patricia Botín, mientras, tendría derecho a percibir una indemnización por el salario fijo de cinco anualidades. A cierre de 2005, la cantidad sería de 4 millones de euros, y es incompatible con la percepción del complemento de pensiones, ya que al tener 45 años no podría cobrar aún cantidad alguna por su jubilación. En el banco se ha fijado la edad de 50 años como mínimo para poder recibir pensión de jubilación en el caso de los consejeros.
Estos blindajes contrastan con los que recibirían los tres consejeros ejecutivos del BBVA, Francisco González, presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado, y José Antonio Maldonado, secretario general. Entre los tres ingresarían 122 millones de euros.
En cuanto al sueldo de Emilio Botín, éste cobró el pasado año 3,035 millones de euros, un 10,4% más que en 2004. Su salario es inferior al que percibió su homólogo en el BBVA. El presidente del segundo banco español recibió 4,13 millones en concepto de salario fijo y variable, con una mejora del 14,4% respecto a lo recibido en 2004. Ganó otros 4,8 millones, que recibe este mes como bonus extra del plan 2003-2005.
Botín acumula una pensión de 11,78 millones de euros, superior en algo más de un millón a la que poseía un año antes. El fondo de pensiones de González, acumulado desde 1996 a 2005, asciende a 43,24 millones.
Ana Patricia Botín percibió una retribución de 2,73 millones, el 21,36% más.
Sáenz cuenta también con el bonus más alto, de 1.209.100 opciones, que podrá ejecutar a partir de enero de 2008. Este bonus está dentro de un plan de opciones que ha realizado el banco para todos los consejeros ejecutivos, excepción de Ana Patricia Botín, quien lo recibie de Banesto, como presidente.
Tres ejecutivos ganan más que el presidente
Alfredo Sáenz no fue el único ejecutivo que ganó más que el presidente de la compañia Emilio Botín. El vicepresidente segundo, Matías Rodríguez Inciarte, y el responsable para Latinoamérica, Francisco Luzón, tuvieron retribuciones superiores a las de Botín. El primero percibió 3,97 millones, un 12% más, y el segundo, 4 millones, el 13,14% más. Luzón contaba con unos derechos de pensiones de 45,568 millones y Rodríguez Inciarte de 32,950 millones. El presidente del Santander en la tradicional carta que escribe en la memoria del banco y que va dirigida a los accionistas asegura que este 'no debe ser un momento para la complacencia' tras el beneficio récord de 6.220 millones obtenido en 2005, sino que el banco tiene que seguir preparándose 'para enfrentarse con éxito a cualquier cambio'.
