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Hola:
Me ha sorprendido la historia de un diamante que fue encontrado el año pasado y que debido a su tamaño ha tenido un final inmerecido. El diamante Lesedi La Rona (que significa “nuestra luz” en lenguaje oriundo de la zona), es el tercer diamante más grande que se ha encontrado jamás y el segundo mayor de calidad gema. Tan solo el diamante negro Sergio y el diamante de calidad gema Cullinan son mayores que este. El Lesedi La Rona fue encontrado en la mina Karowe, en la región de Letlhakane, en Botsuana, el 16 de noviembre de 2015. En los dos días después de su hallazgo se encontraron otros dos diamantes de 813 y 374 quilates en la misma sección de la mina. La mina Karowe ya ha producido en total unos 200 kg de diamantes.
El Lesedi La Rona es una diamante gema incoloro tipo IIA (el diamante más puro) que tiene un peso de 1.111 quilates (222,2 g; 7,84 oz) y mide 65 mm × 56 mm × 40 mm. Para comparación, el famoso Cullinan, descubierto en 1905 en Sudáfrica, pesaba 3.106,75 quilates (621,350 g).
La empresa propietaria de la explotación es Lucara Diamond, cuyo presidente es William Lamb.
El valor de la piedra no se puede determinar aunque las estimaciones iniciales eran de entre 40 y 60 millones de dólares. La piedra fue entregada a la galería Sotheby's de Londres para ser vendida en una subasta especial el pasado 29 de junio de 2016. La galería, tras el examen de la piedra la tasó en 1.109 quilates y estimó su valor en 70 millones de dólares.
La subasta se celebró de forma pública y la puja se abrió en 50 millones, llegando 15 minutos después a la mayor puja que fue de 61 millones de dólares, sin embargo, tenía un precio de reserva secreto que no llegó a superarse y no se vendió
En mayo de 2016 se subastó en la misma casa el diamante Lucara's Constellation, de 813 quilates, uno de los dos que se encontraron poco después que el Lesedi, y su precio fue de 63,3 millones de dólares, pagados por una empresa de Dubái.
A principios de año la piedra seguía sin venderse y estaba asegurada por 120 millones de dólares, por si acaso. La conclusión de la falta de comprador es que la piedra es demasiado grande. Según William Lamb es cuestión de esperar un par de años para su venta, pero los accionistas han presionado para obtener beneficios y el diamante será troceado si es necesario para poder venderlo.
Lamentablemente, parece que ha sido así y un fragmento de 374 quilates ha sido adquirido por Graff Diamonds de Londres por un precio de 17,5 millones de dólares en mayo pasado. No ha sido confirmado, pero todo apunta a que el trozo que ha comprado Graff procede del Lesedi. La firma Graff se ha especializado en la talla de grandes diamantes con formas especiales de la manera más cuidadosa y perfeccionada posible para coleccionistas caprichosos.
(Fragmento adquirido por Graff Diamonds)
Es una pena que un cristal idiomorfo e irrepetible como este no haya sido protegido de inmediato, conservándose intacto para pasar a formar parte del fondo de algún prestigioso museo de ciencias naturales, para deleite de toda la Humanidad. Además, gracias a la ansías de un puñado de accionistas impacientes, lo peor ha sido la humillación de que al final algo único en el mundo se haya vendido al corte como cualquier especialidad de charcutería.
Saludos.
Fuentes de fotos y de información: Fortune, The Telegraph, Forbes, Wikipedia y Getty Images.
Me ha sorprendido la historia de un diamante que fue encontrado el año pasado y que debido a su tamaño ha tenido un final inmerecido. El diamante Lesedi La Rona (que significa “nuestra luz” en lenguaje oriundo de la zona), es el tercer diamante más grande que se ha encontrado jamás y el segundo mayor de calidad gema. Tan solo el diamante negro Sergio y el diamante de calidad gema Cullinan son mayores que este. El Lesedi La Rona fue encontrado en la mina Karowe, en la región de Letlhakane, en Botsuana, el 16 de noviembre de 2015. En los dos días después de su hallazgo se encontraron otros dos diamantes de 813 y 374 quilates en la misma sección de la mina. La mina Karowe ya ha producido en total unos 200 kg de diamantes.
El Lesedi La Rona es una diamante gema incoloro tipo IIA (el diamante más puro) que tiene un peso de 1.111 quilates (222,2 g; 7,84 oz) y mide 65 mm × 56 mm × 40 mm. Para comparación, el famoso Cullinan, descubierto en 1905 en Sudáfrica, pesaba 3.106,75 quilates (621,350 g).
La empresa propietaria de la explotación es Lucara Diamond, cuyo presidente es William Lamb.
El valor de la piedra no se puede determinar aunque las estimaciones iniciales eran de entre 40 y 60 millones de dólares. La piedra fue entregada a la galería Sotheby's de Londres para ser vendida en una subasta especial el pasado 29 de junio de 2016. La galería, tras el examen de la piedra la tasó en 1.109 quilates y estimó su valor en 70 millones de dólares.
La subasta se celebró de forma pública y la puja se abrió en 50 millones, llegando 15 minutos después a la mayor puja que fue de 61 millones de dólares, sin embargo, tenía un precio de reserva secreto que no llegó a superarse y no se vendió
En mayo de 2016 se subastó en la misma casa el diamante Lucara's Constellation, de 813 quilates, uno de los dos que se encontraron poco después que el Lesedi, y su precio fue de 63,3 millones de dólares, pagados por una empresa de Dubái.
A principios de año la piedra seguía sin venderse y estaba asegurada por 120 millones de dólares, por si acaso. La conclusión de la falta de comprador es que la piedra es demasiado grande. Según William Lamb es cuestión de esperar un par de años para su venta, pero los accionistas han presionado para obtener beneficios y el diamante será troceado si es necesario para poder venderlo.
Lamentablemente, parece que ha sido así y un fragmento de 374 quilates ha sido adquirido por Graff Diamonds de Londres por un precio de 17,5 millones de dólares en mayo pasado. No ha sido confirmado, pero todo apunta a que el trozo que ha comprado Graff procede del Lesedi. La firma Graff se ha especializado en la talla de grandes diamantes con formas especiales de la manera más cuidadosa y perfeccionada posible para coleccionistas caprichosos.
(Fragmento adquirido por Graff Diamonds)
Es una pena que un cristal idiomorfo e irrepetible como este no haya sido protegido de inmediato, conservándose intacto para pasar a formar parte del fondo de algún prestigioso museo de ciencias naturales, para deleite de toda la Humanidad. Además, gracias a la ansías de un puñado de accionistas impacientes, lo peor ha sido la humillación de que al final algo único en el mundo se haya vendido al corte como cualquier especialidad de charcutería.
Saludos.
Fuentes de fotos y de información: Fortune, The Telegraph, Forbes, Wikipedia y Getty Images.
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