Prensa RE
Forer@ Senior
Sin verificar
La Chronométrie Ferdinand Berthoud presenta su Chronomètre FB 1, el más extraordinario de los creados hasta ahora, puesto que se trata de una pieza única. El Chronomètre FB 1 Edition Malaspina está completamente vestido de oro rosa y con esfera plateada con satinado vertical y toques azules. Su movimiento de alta relojería se presenta aquí en su versión de semipuentes de zafiro, que ponen de relieve los excepcionales acabados y la arquitectura de pilares de este calibre de tourbillon y fuerza constante. Como parte de su iniciativa de enfocar la obra del maestro relojero con un nuevo criterio moderno, la Chronométrie Ferdinand Berthoud presenta una pieza en homenaje a Alejandro Malaspina, explorador que marcó el final de Siglo de las Luces con su impronta. Esta pieza es el resultado de una iniciativa muy estudiada, apasionada e impregnada de una eminente exigencia de calidad.
Nueva versión del Chronomètre FB 1, la Edition Malaspina es una pieza única, creada en una nueva aleación de colores: oro rosa y esfera plateada realzada con toques de azul. Se inscribe en un linaje que queda desde este momento establecido: el de las ediciones especiales de los Chronomètres Ferdinand Berthoud y es un homenaje a la expedición del Capitán Alejandro Malaspina.
Esta expedición, que se dio a conocer en 1788 y cuyos fines fueron científicos, políticos y culturales, en la actualidad está considerada como una de las más audaces y rigurosas de todas las que se concibieron en la época. A bordo de sus dos fragatas recién estrenadas los capitanes solo contaban con instrumentos de navegación como el sextante, la brújula y, sobre todo, con los cronómetros marinos, los únicos dispositivos capaces de determinar la longitud en el mar.
Al trasladar a un lenguaje contemporáneo la búsqueda de excelencia del maestro Relojero-Mecánico del Rey y de la Armada Francesa, la Chronométrie Ferdinand Berthoud pone de relieve los avances de las ciencias, de la medida del tiempo y del conocimiento del mundo a los que Alejandro Malaspina contribuyó escribiendo uno de sus capítulos más importantes con la ayuda de los Relojes Marinos N°10 y Nº13 de Ferdinand Berthoud
UNA INICIATIVA FILOSÓFICA
El conjunto de los relojes de la Chronométrie Ferdinand Berthoud es el resultado de una innovadora iniciativa relojera. Diseño, movimiento, acabados, todo lo que constituye a estos cronómetros con tourbillon y fuerza constante les es propio y responde a una lógica de excelencia sin concesiones. La Chronométrie Ferdinand Berthoud está impulsada por la visión de su presidente, Karl-Friedrich Scheufele. Este último ha ido formando, con paciencia, en el seno del L.U.CEUM en Fleurier, una importante colección de objetos relacionados con la medida del tiempo, entre los que destaca un importante número de obras de Ferdinand Berthoud.
Para honrar a Ferdinand Berthoud, nacido en el Val-de-Travers, la Chronométrie Ferdinand Berthoud dispone de un equipo entregado, de un proceso de desarrollo específico y de una auténtica experiencia en numerosos ámbitos del saber hacer del oficio.
ALEJANDRO MALASPINA
En 1788 el gobierno del rey Carlos III, monarca ilustrado y amante de las ciencias, recibe la propuesta de realizar una expedición científica de gran envergadura, impulsada por objetivos geopolíticos. Dicha expedición está concebida y dirigida por Alejandro Malaspina. Como Cristóbal Colón en su día, Malaspina es italiano y está al servicio de la corona española. Tiene la ambición de recorrer todos los territorios españoles, de estrechar lazos con los países iberoamericanos, pero, sobre todo, desea profundizar en los conocimientos geológicos, botánicos y zoológicos de aquellas posesiones. En este sentido, Malaspina se inscribe en el linaje de Cook. El 30 de julio de 1789, dos fragatas nuevas, de 33 metros, zarpan del puerto de Cádiz, al que no regresarán hasta septiembre de 1794,
Durante los cinco años de navegación Malaspina cruza el Atlántico, dobla el Cabo de Hornos y asciende a lo largo de la costa norteamericana para posteriormente adentrarse en el Pacífico para dirigirse a las Filipinas e Indonesia antes de tomar rumbo de vuelta a Cádiz.
El alcance científico de la Expedición de Malaspina es enorme y emblemática del Espíritu de la Ilustración. Al regresar con nueva cartografía, herbarios y especies nuevas, la Expedición de Malaspina se convirtió en un hito destacado de las ciencias nómadas del siglo XVIII y en la precursora del siguiente siglo.
En 1791 la expedición hace escala en Acapulco. El gran puerto de la colonia mexicana en el Pacífico desempeña un papel esencial en la expedición. Allí fue donde Malaspina recibió nuevas órdenes que le indicaban que prosiguiera hacia el norte, hacia Alaska, donde un glaciar de pie de monte todavía lleva su nombre. Esta edición tan especial del Chronomètre FB 1 rinde homenaje a este episodio tan importante de la historia de las grandes exploraciones del Siglo de las Luces y a México.
LOS RELOJES MARINOS ESPAÑOLES
Malaspina dispone a bordo de dos Relojes Marinos de Ferdinand Berthoud, el N°10 y el Nº13. Los cronómetros marinos, especialmente los de Ferdinand Berthoud, considerados entre los más precisos y fiables, eran las herramientas tecnológicas más avanzadas de la época y tenían una gran importancia estratégica. Francia había autorizado la venta de estos instrumentos de medida del tiempo al Reino de España por su condición de aliado e incluso el propio Ferdinand Berthoud había organizado la transferencia de los conocimientos indispensables para su mantenimiento.
Entre 1774 y 1803 el gobierno español adquirió once relojes de Ferdinand Berthoud. De estos, los Relojes Marinos N°10 y Nº 13 se entregaron en 1776 al Observatorio de la Armada de Cádiz. Se trata de unos cronómetros de escape libre, rejilla bimetálica y estructura de pilares y constan de una esfera de tipo regulador. Antes de ser confiados a Malaspina habían formado parte de otras expediciones, lo que demuestra la solidez y la fiabilidad a largo plazo de estos instrumentos de alta precisión.
NUEVA EJECUCION DE LA CAJA
El Chronomètre FB 1 Edition Malaspina mide 44 mm de diámetro por 13 mm de grosor. La forma de la caja, por primera vez completamente realizada en oro rosa de 18 k, es idéntica a la de las 3 primeras series de este cronómetro de alta relojería.
Los flancos, perforados con cuatro ojos de buey laterales, permiten admirar el funcionamiento del mecanismo de huso-cadena y la reserva de marcha con cono ascendente. A estas aberturas se añade un fondo de zafiro con tratamiento anti reflectante para poder apreciar la calidad de los acabados del movimiento. Una impresionante corona dinamométrica, moleteada, de oro rosa de 18 k, garantiza una carga fácil del movimiento dotado de 53 horas de reserva de marcha.
UNA ESFERA ÚNICA
El reloj presenta una esfera de arquitectura compleja formada a base de tres elementos diferentes unidos. La placa principal está realizada en latón plateado y satinado a mano en vertical. A las 12 horas, una subesfera insertada, de color azul galvánico y con aplicaciones de números árabes blancos, presenta las horas y los minutos. Esta construcción descentrada se inspira en los cronómetros marinos embarcados por Malaspina durante su viaje de exploración.
Una abertura en el centro de la esfera, cuyos chaflanes delicadamente biselados a mano han sido dorados, desvela la rueda de arrastre de la jaula del tourbillon y la rueda del segundero, ambas azuladas.
En cuanto a los segundos, estos aparecen en el contorno de la esfera sobre un disco de latón azulado permitiendo una lectura precisa de los tiempos cortos y recordando que la precisión cronométrica es la misma esencia de los relojes de Ferdinand Berthoud.
La naturaleza y la procedencia del reloj también son legibles sobre esta gran esfera en la que se encuentra grabada la mención «Chronomètre Val-De-Travers Suisse», el lugar donde están situados los talleres de la marca. Se trata de algo mucho más importante que una firma o una denominación de origen: es la reivindicación de una identidad.
UNA ESTRUCTURA CARACTERÍSTICA DE PILARES
El calibre FB-T.FC-2 está construido según una arquitectura única en la relojería contemporánea. Este movimiento de carga manual presenta 15 puentes de alpaca y 3 semipuentes de zafiro encerrados por unos pilares de titanio pulido que rodean a los órganos mecánicos.
Esta construcción es característica de los cronómetros marinos del siglo dieciocho. Esta exigencia arquitectural se encuentra en el diseño de todos los componentes y, sobre todo, en el equilibrio visual simétrico de los grandes conjuntos del movimiento.
DOBLE SISTEMA DE LA CHRONOMÉTRIE
El calibre FB-T.FC.R-2 es uno de los pocos que presentan una transmisión de huso-cadena, la solución más antigua que existe para proporcionar una fuerza constante al escape. Actúa como una caja de desmultiplicación automática. Esto es así porque según el nivel de carga varía el par liberado por el barrilete.
Cuando el movimiento está cargado por completo la cadena se encuentra totalmente enrollada sobre el pequeño diámetro del huso. El resorte del barrilete dispone entonces de su potencia máxima. Esta fuerza disminuye a medida que pasa el tiempo, enrollándose la cadena sobre el tambor, pasando del pequeño al gran diámetro del huso. La variación del diámetro del huso compensa la disminución del par en el resorte del barrilete. El escape recibe así una energía constante, lo que iguala la amplitud del volante y mejora la precisión del movimiento.
Este último también le llega desde su tourbillon. Visible únicamente en el fondo, está formado por 67 elementos agrupados dentro de una jaula de titanio de 16,55 mm de diámetro. Está fijada a un arco de acero en forma de flecha. Un último aspecto viene a convertir a este tourbillon en algo muy especial: efectúa una rotación por minuto, pero no da los segundos. El Chronomètre Ferdinand Berthoud FB 1 es uno de los pocos tourbillons que poseen un segundero central. Extremadamente largo y fino y fabricado en bronce dorado, presenta los segundos con una extremada precisión y una estabilidad extraordinaria.
MATERIALES Y SUPERFICIES NOBLES
Los 3 semipuentes del calibre están situados a ambos lados del tourbillon y entre el barrilete y el huso. Aquí están realizados en zafiro transparente. Su contorno ha sido completamente biselado, una operación de una delicadeza y de una dificultad extraordinarias a causa de la dureza y el valor de este material.
El puente del tourbillon, en forma de flecha de acero azulado, está decorado con el mayor de los cuidados. La cara superior presenta un pulido en espejo, los flancos están estirados y los ángulos pulidos. Todos los niveles de la jaula del tourbillon de titanio están totalmente biselados. El cono de la reserva de marcha está pulido en espejo. La cadena, hecha con 790 piezas de acero, mide 285 mm de largo y ha sido completamente acabada a mano. Las espigas y las varillas están satinadas y las superficies planas pulidas.
UNOS GESTOS PRECISOS
Estas operaciones de acabado de las piezas, cualquiera que sea su emplazamiento y su función, han sido completamente realizadas a mano y con herramientas tradicionales por los artesanos de la Chronométrie Ferdinand Berthoud. El control de calidad de estos acabados se lleva a cabo a un nivel de aumento muchísimo más elevado que el habitual en relojería mediante una lupa 6x. A tal nivel, ningún detalle, por ínfimo que sea, puede pasar desapercibido. No se tolera ningún error, imperfección o insuficiencia.
Este respeto por la tradición relojera, que se expresa con modernidad en los cronómetros de FERDINAND BERTHOUD, siempre va a estar presente en el fundamento de los futuros desarrollos de la Casa.
CARACTERÍSTICAS DEL CHRONOMÈTRE FB 1 EDITION MALASPINA
EF. FB 1.2-2
PIEZA ÚNICA DE ORO ROSA DE 18 K
CAJA
• Caja octogonal de oro rosa de 18 k provista de cuatro ojos de buey de zafiro transparente
Diámetro total 44 mm
Grosor 13 mm
Sumergible a 30 metros
Diámetro de la corona 9 mm
Edición numerada 1/1
• Corona dinamométrica (sistema de desacoplado) de oro rosa de 18 k
• Fondo atornillado de oro rosa de 18 k provisto de un cristal de zafiro anti reflectante
• Asas y perno de fijación de oro rosa de 18 k
• Cristal de zafiro redondeado, abombado y con tratamiento anti reflectante sobre ambas caras
ESFERA
• Esfera de latón galvánico plateada con satinado vertical
• Centro de la esfera abierto e indicador de la reserva de marcha biselados a mano, chaflanes dorados.
• Subesfera de las horas y de los minutos descentrada, cerclada, azul opalino galvánico, números árabes blancos
• Vía férrea de los segundos azul
• Indicación de la reserva de marcha grabada sobre la platina “0_1/4_1/2_3/4_1”
• Autonomía indicada por una flecha de oro rosa de 18 k, señalando a las palabras “HAUT” y “BAS”
• Inscripción: “CHRONOMÈTRE VAL-DE-TRAVERS SUISSE”
AGUJAS
• Agujas de las horas y de los minutos en forma de espada, de oro rosa de 18 k, facetadas y de esqueleto.
• Aguja de la reserva de marcha en forma de flecha de oro rosa de 18 k
• Segundero, situado en el centro, de bronce dorado
CORREA Y HEBILLA
• Correa de aligátor azul remetida y cosida a mano en una sola pieza de cuero (115 x 75 mm, hebilla 20 mm) – Diferentes tallas disponibles a solicitud del cliente
• Cierre desplegable de oro rosa de 18 k de doble lama de largo regulable – hebilla disponible a solicitud del cliente.
FUNCIONES
• Horas, minutos, segundos y reserva de marcha
Esta expedición, que se dio a conocer en 1788 y cuyos fines fueron científicos, políticos y culturales, en la actualidad está considerada como una de las más audaces y rigurosas de todas las que se concibieron en la época. A bordo de sus dos fragatas recién estrenadas los capitanes solo contaban con instrumentos de navegación como el sextante, la brújula y, sobre todo, con los cronómetros marinos, los únicos dispositivos capaces de determinar la longitud en el mar.
Al trasladar a un lenguaje contemporáneo la búsqueda de excelencia del maestro Relojero-Mecánico del Rey y de la Armada Francesa, la Chronométrie Ferdinand Berthoud pone de relieve los avances de las ciencias, de la medida del tiempo y del conocimiento del mundo a los que Alejandro Malaspina contribuyó escribiendo uno de sus capítulos más importantes con la ayuda de los Relojes Marinos N°10 y Nº13 de Ferdinand Berthoud
UNA INICIATIVA FILOSÓFICA
El conjunto de los relojes de la Chronométrie Ferdinand Berthoud es el resultado de una innovadora iniciativa relojera. Diseño, movimiento, acabados, todo lo que constituye a estos cronómetros con tourbillon y fuerza constante les es propio y responde a una lógica de excelencia sin concesiones. La Chronométrie Ferdinand Berthoud está impulsada por la visión de su presidente, Karl-Friedrich Scheufele. Este último ha ido formando, con paciencia, en el seno del L.U.CEUM en Fleurier, una importante colección de objetos relacionados con la medida del tiempo, entre los que destaca un importante número de obras de Ferdinand Berthoud.
Para honrar a Ferdinand Berthoud, nacido en el Val-de-Travers, la Chronométrie Ferdinand Berthoud dispone de un equipo entregado, de un proceso de desarrollo específico y de una auténtica experiencia en numerosos ámbitos del saber hacer del oficio.
ALEJANDRO MALASPINA
En 1788 el gobierno del rey Carlos III, monarca ilustrado y amante de las ciencias, recibe la propuesta de realizar una expedición científica de gran envergadura, impulsada por objetivos geopolíticos. Dicha expedición está concebida y dirigida por Alejandro Malaspina. Como Cristóbal Colón en su día, Malaspina es italiano y está al servicio de la corona española. Tiene la ambición de recorrer todos los territorios españoles, de estrechar lazos con los países iberoamericanos, pero, sobre todo, desea profundizar en los conocimientos geológicos, botánicos y zoológicos de aquellas posesiones. En este sentido, Malaspina se inscribe en el linaje de Cook. El 30 de julio de 1789, dos fragatas nuevas, de 33 metros, zarpan del puerto de Cádiz, al que no regresarán hasta septiembre de 1794,
Durante los cinco años de navegación Malaspina cruza el Atlántico, dobla el Cabo de Hornos y asciende a lo largo de la costa norteamericana para posteriormente adentrarse en el Pacífico para dirigirse a las Filipinas e Indonesia antes de tomar rumbo de vuelta a Cádiz.
El alcance científico de la Expedición de Malaspina es enorme y emblemática del Espíritu de la Ilustración. Al regresar con nueva cartografía, herbarios y especies nuevas, la Expedición de Malaspina se convirtió en un hito destacado de las ciencias nómadas del siglo XVIII y en la precursora del siguiente siglo.
En 1791 la expedición hace escala en Acapulco. El gran puerto de la colonia mexicana en el Pacífico desempeña un papel esencial en la expedición. Allí fue donde Malaspina recibió nuevas órdenes que le indicaban que prosiguiera hacia el norte, hacia Alaska, donde un glaciar de pie de monte todavía lleva su nombre. Esta edición tan especial del Chronomètre FB 1 rinde homenaje a este episodio tan importante de la historia de las grandes exploraciones del Siglo de las Luces y a México.
LOS RELOJES MARINOS ESPAÑOLES
Malaspina dispone a bordo de dos Relojes Marinos de Ferdinand Berthoud, el N°10 y el Nº13. Los cronómetros marinos, especialmente los de Ferdinand Berthoud, considerados entre los más precisos y fiables, eran las herramientas tecnológicas más avanzadas de la época y tenían una gran importancia estratégica. Francia había autorizado la venta de estos instrumentos de medida del tiempo al Reino de España por su condición de aliado e incluso el propio Ferdinand Berthoud había organizado la transferencia de los conocimientos indispensables para su mantenimiento.
Entre 1774 y 1803 el gobierno español adquirió once relojes de Ferdinand Berthoud. De estos, los Relojes Marinos N°10 y Nº 13 se entregaron en 1776 al Observatorio de la Armada de Cádiz. Se trata de unos cronómetros de escape libre, rejilla bimetálica y estructura de pilares y constan de una esfera de tipo regulador. Antes de ser confiados a Malaspina habían formado parte de otras expediciones, lo que demuestra la solidez y la fiabilidad a largo plazo de estos instrumentos de alta precisión.
NUEVA EJECUCION DE LA CAJA
El Chronomètre FB 1 Edition Malaspina mide 44 mm de diámetro por 13 mm de grosor. La forma de la caja, por primera vez completamente realizada en oro rosa de 18 k, es idéntica a la de las 3 primeras series de este cronómetro de alta relojería.
Los flancos, perforados con cuatro ojos de buey laterales, permiten admirar el funcionamiento del mecanismo de huso-cadena y la reserva de marcha con cono ascendente. A estas aberturas se añade un fondo de zafiro con tratamiento anti reflectante para poder apreciar la calidad de los acabados del movimiento. Una impresionante corona dinamométrica, moleteada, de oro rosa de 18 k, garantiza una carga fácil del movimiento dotado de 53 horas de reserva de marcha.
UNA ESFERA ÚNICA
El reloj presenta una esfera de arquitectura compleja formada a base de tres elementos diferentes unidos. La placa principal está realizada en latón plateado y satinado a mano en vertical. A las 12 horas, una subesfera insertada, de color azul galvánico y con aplicaciones de números árabes blancos, presenta las horas y los minutos. Esta construcción descentrada se inspira en los cronómetros marinos embarcados por Malaspina durante su viaje de exploración.
Una abertura en el centro de la esfera, cuyos chaflanes delicadamente biselados a mano han sido dorados, desvela la rueda de arrastre de la jaula del tourbillon y la rueda del segundero, ambas azuladas.
En cuanto a los segundos, estos aparecen en el contorno de la esfera sobre un disco de latón azulado permitiendo una lectura precisa de los tiempos cortos y recordando que la precisión cronométrica es la misma esencia de los relojes de Ferdinand Berthoud.
La naturaleza y la procedencia del reloj también son legibles sobre esta gran esfera en la que se encuentra grabada la mención «Chronomètre Val-De-Travers Suisse», el lugar donde están situados los talleres de la marca. Se trata de algo mucho más importante que una firma o una denominación de origen: es la reivindicación de una identidad.
UNA ESTRUCTURA CARACTERÍSTICA DE PILARES
El calibre FB-T.FC-2 está construido según una arquitectura única en la relojería contemporánea. Este movimiento de carga manual presenta 15 puentes de alpaca y 3 semipuentes de zafiro encerrados por unos pilares de titanio pulido que rodean a los órganos mecánicos.
Esta construcción es característica de los cronómetros marinos del siglo dieciocho. Esta exigencia arquitectural se encuentra en el diseño de todos los componentes y, sobre todo, en el equilibrio visual simétrico de los grandes conjuntos del movimiento.
DOBLE SISTEMA DE LA CHRONOMÉTRIE
El calibre FB-T.FC.R-2 es uno de los pocos que presentan una transmisión de huso-cadena, la solución más antigua que existe para proporcionar una fuerza constante al escape. Actúa como una caja de desmultiplicación automática. Esto es así porque según el nivel de carga varía el par liberado por el barrilete.
Cuando el movimiento está cargado por completo la cadena se encuentra totalmente enrollada sobre el pequeño diámetro del huso. El resorte del barrilete dispone entonces de su potencia máxima. Esta fuerza disminuye a medida que pasa el tiempo, enrollándose la cadena sobre el tambor, pasando del pequeño al gran diámetro del huso. La variación del diámetro del huso compensa la disminución del par en el resorte del barrilete. El escape recibe así una energía constante, lo que iguala la amplitud del volante y mejora la precisión del movimiento.
Este último también le llega desde su tourbillon. Visible únicamente en el fondo, está formado por 67 elementos agrupados dentro de una jaula de titanio de 16,55 mm de diámetro. Está fijada a un arco de acero en forma de flecha. Un último aspecto viene a convertir a este tourbillon en algo muy especial: efectúa una rotación por minuto, pero no da los segundos. El Chronomètre Ferdinand Berthoud FB 1 es uno de los pocos tourbillons que poseen un segundero central. Extremadamente largo y fino y fabricado en bronce dorado, presenta los segundos con una extremada precisión y una estabilidad extraordinaria.
MATERIALES Y SUPERFICIES NOBLES
Los 3 semipuentes del calibre están situados a ambos lados del tourbillon y entre el barrilete y el huso. Aquí están realizados en zafiro transparente. Su contorno ha sido completamente biselado, una operación de una delicadeza y de una dificultad extraordinarias a causa de la dureza y el valor de este material.
El puente del tourbillon, en forma de flecha de acero azulado, está decorado con el mayor de los cuidados. La cara superior presenta un pulido en espejo, los flancos están estirados y los ángulos pulidos. Todos los niveles de la jaula del tourbillon de titanio están totalmente biselados. El cono de la reserva de marcha está pulido en espejo. La cadena, hecha con 790 piezas de acero, mide 285 mm de largo y ha sido completamente acabada a mano. Las espigas y las varillas están satinadas y las superficies planas pulidas.
UNOS GESTOS PRECISOS
Estas operaciones de acabado de las piezas, cualquiera que sea su emplazamiento y su función, han sido completamente realizadas a mano y con herramientas tradicionales por los artesanos de la Chronométrie Ferdinand Berthoud. El control de calidad de estos acabados se lleva a cabo a un nivel de aumento muchísimo más elevado que el habitual en relojería mediante una lupa 6x. A tal nivel, ningún detalle, por ínfimo que sea, puede pasar desapercibido. No se tolera ningún error, imperfección o insuficiencia.
Este respeto por la tradición relojera, que se expresa con modernidad en los cronómetros de FERDINAND BERTHOUD, siempre va a estar presente en el fundamento de los futuros desarrollos de la Casa.
CARACTERÍSTICAS DEL CHRONOMÈTRE FB 1 EDITION MALASPINA
EF. FB 1.2-2
PIEZA ÚNICA DE ORO ROSA DE 18 K
CAJA
• Caja octogonal de oro rosa de 18 k provista de cuatro ojos de buey de zafiro transparente
Diámetro total 44 mm
Grosor 13 mm
Sumergible a 30 metros
Diámetro de la corona 9 mm
Edición numerada 1/1
• Corona dinamométrica (sistema de desacoplado) de oro rosa de 18 k
• Fondo atornillado de oro rosa de 18 k provisto de un cristal de zafiro anti reflectante
• Asas y perno de fijación de oro rosa de 18 k
• Cristal de zafiro redondeado, abombado y con tratamiento anti reflectante sobre ambas caras
ESFERA
• Esfera de latón galvánico plateada con satinado vertical
• Centro de la esfera abierto e indicador de la reserva de marcha biselados a mano, chaflanes dorados.
• Subesfera de las horas y de los minutos descentrada, cerclada, azul opalino galvánico, números árabes blancos
• Vía férrea de los segundos azul
• Indicación de la reserva de marcha grabada sobre la platina “0_1/4_1/2_3/4_1”
• Autonomía indicada por una flecha de oro rosa de 18 k, señalando a las palabras “HAUT” y “BAS”
• Inscripción: “CHRONOMÈTRE VAL-DE-TRAVERS SUISSE”
AGUJAS
• Agujas de las horas y de los minutos en forma de espada, de oro rosa de 18 k, facetadas y de esqueleto.
• Aguja de la reserva de marcha en forma de flecha de oro rosa de 18 k
• Segundero, situado en el centro, de bronce dorado
CORREA Y HEBILLA
• Correa de aligátor azul remetida y cosida a mano en una sola pieza de cuero (115 x 75 mm, hebilla 20 mm) – Diferentes tallas disponibles a solicitud del cliente
• Cierre desplegable de oro rosa de 18 k de doble lama de largo regulable – hebilla disponible a solicitud del cliente.
FUNCIONES
• Horas, minutos, segundos y reserva de marcha
