6aly
Habitual
Sin verificar
Desempolvando antiguos proyectos.
Hoy tras una conversación con un compañero relojero, surgió el tentetieso, un reloj de Galy, automático que carece de tija y corona, por lo que no es factible la puesta en hora, aunque la idea funciono, se quedo a medio camino.
Siguiendo en mi linea desmonte el reloj, separe el cojinete de masa, lo fije en el fondo de la caja, coloque el resto de la masa en la parte inferior del mecanismo, a la altura de las seis, de forma que nos quedo un reloj diferente al cual llame, Tentetieso, en recuerdo al juguete que por muchos meneos le diéramos era imposible tumbar, volvía a la posición vertical.
En mi búsqueda de solventar el tema de la puesta en hora, en su día tuve la suerte de tener entre mis manos relojes sin tija y corona para la puesta en hora, un Harwoord, y posteriormente un Pita. Me fue imposible adivinar, lo que tan celosamente guardan en su interior, esto me recuerda a una frase censurada, de uno de mis cuentos para niños adultos. El guardián de los escritos.
La frase censurada dice asi.
Gallinita gallinita, como es que quieres y proteges tanto a tus pollluelos. - Como nos los voy a querer y proteger, si cada uno de ellos me cuesta un huevo.
Este reloj al igual que otros de mis prototipos, están basados en la modificación del centro de gravedad de los mecanismos.
Hoy tras una conversación con un compañero relojero, surgió el tentetieso, un reloj de Galy, automático que carece de tija y corona, por lo que no es factible la puesta en hora, aunque la idea funciono, se quedo a medio camino.
Siguiendo en mi linea desmonte el reloj, separe el cojinete de masa, lo fije en el fondo de la caja, coloque el resto de la masa en la parte inferior del mecanismo, a la altura de las seis, de forma que nos quedo un reloj diferente al cual llame, Tentetieso, en recuerdo al juguete que por muchos meneos le diéramos era imposible tumbar, volvía a la posición vertical.
En mi búsqueda de solventar el tema de la puesta en hora, en su día tuve la suerte de tener entre mis manos relojes sin tija y corona para la puesta en hora, un Harwoord, y posteriormente un Pita. Me fue imposible adivinar, lo que tan celosamente guardan en su interior, esto me recuerda a una frase censurada, de uno de mis cuentos para niños adultos. El guardián de los escritos.
La frase censurada dice asi.
Gallinita gallinita, como es que quieres y proteges tanto a tus pollluelos. - Como nos los voy a querer y proteger, si cada uno de ellos me cuesta un huevo.
Este reloj al igual que otros de mis prototipos, están basados en la modificación del centro de gravedad de los mecanismos.
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