Depende del modelo de reloj, los biseles suelen quitarse apalancando por un lateral, con una navaja por ejemplo.
El anillo interior que está entre la carrura y el bisel, acostumbra a ser el encargado se sujetarlo y de actuar de trinquete, paraque no gire a lo loco. En relojes sencillos, ese anillo puede ser un trozo de alambre acabado en un pequeño ángulo recto, para que se introduzca en una gujero que tiene la carrura, este alambre tiene una ligera curva y al ser de tipo acero ejerce presión tipo muelle y sujeta al bisel.
Quitar el inserto sin dañarlo és más delicado, con un cuter muy delgado hay que ir levantandolo por todo el perímetro hasta que se caiga. Existen algunos insertos que van pegados con adhesivo, si tenemos mucha prisa en quitarlo y no lo levantamos por todos lados, al tirar de él se dobla el aluminio, y queda para tirarlo.
El cristal no suele llevar adhesivo, si no que la junta de estanqueidad és la que lo sujeta: un buen sistema para quitar un cristal és; sumergir el reloj, ( sin el mecanismo, claro ), en agua bastante caliente, esto favorece que la junta se ablande, luego sólo basta con empujar con los dedos al cristal, de dentro a fuera.
Los plexis són más fáciles, la mayoria de relojes con plexi no llevan junta, no són relojes sumergibles, no tienen por tener estanqueidad y el propio plexi, al ser de plástico, hace de junta contra el bisel metálico.
Si no recuerdo mal, al princio de los plexis o de los cristales en relojes de bolsillo, se les llamaba guardapolvo, su función era esa, que no se manchara la esfera, ( de paso,las agujas no se enganchaban en ninguna parte ).
Por la red se encuentran post de aficionados que muestran los procesos.
A ver si encuentramos alguno y lo ponemos.
salut