JDPBILI
Milpostista
Sin verificar
*** AVISO IMPORTANTE: LAS FOTOS NO SIRVEN DE REFERENCIA, ESTÁN HECHAS CON UNA ILUMINACIÓN PARA QUE SE VEA BIEN LA PANTALLA QUE SERÍA EQUIVALENTE A UNA BUENA LUZ AMBIENTAL ***
En más de una ocasión me han comentado la ausencia de algún representante de la gama Edifice en la colección, y la verdad es que no es por falta de ganas o modelos, que además son de una calidad extraordinaria, sino más bien por seguir un “hilo conductor” en la colección: predominan los digitales o los ana-digi. Y aunque tardé en hacerle ese hueco, finalmente incorporé el EFD-1000 como representante digital Edifice.
Este modelo tiene actualmente 13 años (2006), descatalogado obviamente y durante algún tiempo fue el representante “acero y digital” de la marca, y visto lo visto no creo que la numeración “1000” (hablando del modelo) sea casual, le antecede el magnífico DW-1000 (que presentaré más adelante) y el recién estrenado A-1000.
Este modelo lo podemos encontrar con correa de caucho en varios colores y cierre desplegable en acero con pulsador doble y grabado o bien una versión con armis de acero, todos ellos con el display en negativo, caja de acero con tapa atornillada y botones de acero. Monta el módulo 3057, bastante completo y muy sencillo de utilizar.
Pero este reloj es algo así como el “Dr. Jeckyll y Mr. Hyde” de Casio: es capaz de ofrecer lo mejor y lo peor de la marca en un solo modelo. Voy a tratar de explicarlo:
LO MEJOR
Como buen Edifice, la construcción es de primer orden: un acero bien mecanizado y un diseño cuadrado que lo hace diferente y elegante a la vez. Un bisel por debajo del cristal en fibra de carbono y unos buenos grabados en la tapa son además detalles de calidad, así como el biselado y pulido de la caja, es un buen reloj en este sentido. La correa de caucho es correcta, tiene un buen cierre, en definitiva es un reloj que derrocha seriedad y argumentos por sí solo.
LO PEOR
Pues todo lo anterior lo echa a perder CASIO con una de las pantallas con la peor visibilidad de la marca, por no decir la peor pantalla de la marca, que ya es decir. No soy por lo general muy amante de las pantallas negativas, porque aunque reconozco que son muy elegantes, son más complicadas de leer y en este caso es exagerado. El ángulo es muy crítico, prefiere ambientes muy iluminados para verse bien y la iluminación es mala también.
Eso por no hablar de la animación con forma de abanico que muestra los segundos en intervalos de diez o los indicadores de alarmas, que de pequeños son casi invisibles.
LAS CARACTERÍSTICAS
El módulo 3057 es bastante completo, cuenta con HORA MUNDIAL, CRONO (una hora), TIMER (24 horas) y 4 ALARMAS DIARIAS + SNZ, mostrando la hora en todos los modos. Dispone de función MUTE y resistencia al agua de 100M.
IMPRESIONES
La pregunta es cómo se “combina” toda esta amalgama de sensaciones en un solo reloj. Pues veréis las sensaciones llevándolo son extraordinarias, es muy elegante y distinguido si se me permite la expresión y en ese sentido hay muy pocos Casio que le hagan sombra. Así que por este lado (el del “doctor”) es irreprochable, magnifico. Pero el lado de la visibilidad de la pantalla es sencillamente terrible, requiere de mucha luz ambiental para que el contraste haga la magia porque de lo contrario la pantalla da la sensación de estar “apagada” y si eso es bonito pero no es para nada funcional, en absoluto. Esta carencia es imperdonable en un reloj deportivo, en uno “de vestir” puede ser algo más pasable, pero es tan exagerado en este modelo que hay que pensárselo muy bien.
A mí me encanta, a nivel de diseño, acabados y materiales es muy buen reloj y viste un montón (incluso me atrevería a decir que con traje queda bien, que demonios si la gente lleva hasta “smartwatches” de etiqueta…) pero tiene el gran inconveniente que tiene y creo que de algún modo fue o un error de la marca o una apuesta muy arriesgada.
) y en esas condiciones ya no lees la hora a menos que le estés dando a la luz, en unas condiciones en las que leería la hora en cualquier positivo y en muchos de mis negativos sin tener que activar la luz ni mover el brazo buscando el ángulo correcto.
