Pues yo, al igual que muchos de los foreros, tengo mi propia historia y reloj que no vendería por nada en el mundo. El modelo, es de lo más normal y sin un valor económico en especial.
Pero la historia que tiene para mí se queda.
Se trata de un Cauny Prima aproximadamente de los '50. La primera vez que me topé con él tendría unos 5 años y lo tenía mi abuelo guardado en una vieja caja de puros vacía. Perteneció a mi bisabuelo y luego a mi abuelo, el cual lo guardó en esta caja al estropearse, suponiendo, que ya no volvería a funcionar.
Siempre que iba a casa de mis abuelos, me dirijía al mueble en el que se encontraba el reloj y me lo ponía (ahí recuerdo mi atracción al mundo de los relojes
)
Con el tiempo, cuando me fui haciendo mayor, apenas me lo ponía, lo dejaba en su sitio y otras preferencias, quizás típicas de la edad, me llevaron a interesarme por otro tipo de reloj, los típicos casio en plan batalla...
Luego, al hacerme mayor, mis preferencias cambiaron. Ya no me gustaban los digitales y me decantaba más por lo analógico, en especial los vintage (mis padres me llamaban "raro" por gustarme relojes "viejos" de cuerda y no modernos con su pila...), pero bueno, a mi no me importaba, era feliz con ese tipo de relojes "viejos" de cuerda y sin pila
Hace tres años, rescaté al pobre Cauny, lo llevé a un taller de relojería cuyo propietario, un tipo muy entrañable, me atendió con mucha amabilidad y le comenté mi deseo de restaurar el viejo reloj de mi bisabuelo y abuelo. Tras un par de semanas, me llamó y ahí estaba, funcionando como el primer día.
Ahora, por desgracia, mi abuelo no puede volver a verlo en fucinamiento, pero cuando me lo pongo, sé que estaría orgulloso de ver que lo arregló su nieto.
Desde aquí, le mando un beso a la persona más increíble, mi abuelo.