Yourdudeness080
Milpostista
Sin verificar
Compañeros,
Les comparto la última entrada al blog de Horologia Prima. Como siempre, esperando sea de su agrado.
Una de las complicaciones más deseadas entre los amantes de la horología es sin lugar a dudas el tourbillon. Muchas personas que han tenido la oportunidad de mirar uno en acción se sienten maravillados con tan solo mirarlo en funcionamiento, incluso, sin comprender cual es su funcionalidad y por qué razón lo desean.
Si a esto le sumamos un nuevo termino: carrusel o carrusel tourbillon, más de uno se queda con los ojos como platos y más inquietudes que fascinación.
A veces no es necesario entender, simplemente el amor entra por los ojos, pero para aquellos que buscan respuestas. Aquí comenzamos con la explicación.
El tourbillon y el carrusel hacen parte de las grandes realizaciones que tienen como objetivo reducir los efectos producidos por la fuerza que ejerce la gravedad terrestre en el funcionamiento del movimiento.
Igual que el tourbillon, el carrusel compensa y anula los efectos de ralentización y aceleración del balancín causados por la atracción terrestre. Efectivamente, el balancín y el escape, órganos reguladores del reloj, se ven afectados por la gravedad cuando están en posición vertical. Sin embargo, gracias a la rotación de un tourbillon o un carrusel, adoptan sucesivamente todas las posiciones verticales, lo cual compensa estas imprecisiones.
Si bien el tourbillon posee una jaula giratoria, el carrusel, en cambio, se compone de una plataforma sobre la que giran el balancín y su puente, igual que un caballito en un tiovivo, de ahí el nombre.
El tourbillon no es precisamente una complicación horológica moderna, en el año 1801 fue Breguet quien inventó y desarrolló esta proeza técnica en relojes de bolsillo. A partir de este año y durante los 28 años siguientes, Breguet solamente llegó a producir 35 relojes tourbillon, razón por la cual, una de estas piezas hoy en día es pieza de museo y el pináculo de cualquier coleccionista.
La contradicción se encuentra a la orden del día. Con la tecnología moderna, el maestro relojero Vincent Calabrese de la Académie Horlogère des Creatures Indépendants, explica que el tourbillon en realidad no fue capaz de compensar los efectos de la gravedad terrestre y que hoy en día no se lo aprecia precisamente por esta bondad si no por la alta complejidad artesanal a la hora de construirlo.
De todas maneras, los nuevos mecanismos y fornituras prácticamente han eliminado en la actualidad el efecto de la gravedad y las piezas son ya de por si increíblemente exactas.
A-L. Breguet
El tourbillon años después no había tenido éxito comercial por su elevado costo y baja producción. En el año de 1892, el maestro relojero danés D. Bahne Bonniksen patenta el carrusel con la diferencia de que el volante no estaba en el centro de la jaula girando sobre el mismo eje, sino que estaba descentrado. Es mucho más bonito a la vista estéticamente y más complejo en su construcción.
La firma Blancpain presentó como una primicia mundial hace pocos años un reloj que lleva ambas complicaciones. Dotado de un tourbillon volante a las 12h00, de un carrusel volante a las 6h00 y de un calendario a las 3h00. Las miradas quedan inmediatamente impactadas por las diferencias y similitudes de ambos mecanismos así como por la belleza de su rotación. Las dos jaulas, independientes la una de la otra, están unidas por un diferencial que transmite el promedio de marcha de los dos reguladores a la visualización de las horas.
Una corona de armado exterior permite el armado simultáneo de los dos barriletes al tiempo que garantiza un armado igual, dando a este guardatiempos toda su precisión y siete días de reserva de marcha. El fondo de cristal de zafiro permite entrever este ingenioso mecanismo al igual que la indicación de la reserva de marcha.
La Manufactura de Le Brassus ha rehabilitado y replanteado el carrusel ofreciéndole nuevas perspectivas. Por lo tanto, este dispositivo constituye una alternativa al tourbillon, aunque se distinguen por la manera en que cumplen su función. A pesar de que ambos sistemas tienen el mismo objetivo, ellos se diferencian por su construcción. En el caso del tourbillon, la caja está unida al barrilete a través de un único tren de ruedas, lo que significa que en caso de parada de esta unión mecánica, el tourbillon también se detiene, dejando de girar. El carrusel está unido al barrilete por dos trenes de ruedas. El primero transmite la energía necesaria al funcionamiento del escape, el segundo controla la velocidad de rotación de la jaula. La diferencia entre los dos sistemas consiste entonces en que el carrusel posee una construcción más estudiada y más rica en componentes, pero la cohabitación de ambos dispositivos constituye un verdadero reto.
Para comprender mejor las diferencias, les dejamos un video de Blancpain donde se las puede apreciar con mucha claridad visitando el blog.
Enlace en la firma.
Les comparto la última entrada al blog de Horologia Prima. Como siempre, esperando sea de su agrado.
Una de las complicaciones más deseadas entre los amantes de la horología es sin lugar a dudas el tourbillon. Muchas personas que han tenido la oportunidad de mirar uno en acción se sienten maravillados con tan solo mirarlo en funcionamiento, incluso, sin comprender cual es su funcionalidad y por qué razón lo desean.
Si a esto le sumamos un nuevo termino: carrusel o carrusel tourbillon, más de uno se queda con los ojos como platos y más inquietudes que fascinación.
A veces no es necesario entender, simplemente el amor entra por los ojos, pero para aquellos que buscan respuestas. Aquí comenzamos con la explicación.
El tourbillon y el carrusel hacen parte de las grandes realizaciones que tienen como objetivo reducir los efectos producidos por la fuerza que ejerce la gravedad terrestre en el funcionamiento del movimiento.
Igual que el tourbillon, el carrusel compensa y anula los efectos de ralentización y aceleración del balancín causados por la atracción terrestre. Efectivamente, el balancín y el escape, órganos reguladores del reloj, se ven afectados por la gravedad cuando están en posición vertical. Sin embargo, gracias a la rotación de un tourbillon o un carrusel, adoptan sucesivamente todas las posiciones verticales, lo cual compensa estas imprecisiones.
Si bien el tourbillon posee una jaula giratoria, el carrusel, en cambio, se compone de una plataforma sobre la que giran el balancín y su puente, igual que un caballito en un tiovivo, de ahí el nombre.
El tourbillon no es precisamente una complicación horológica moderna, en el año 1801 fue Breguet quien inventó y desarrolló esta proeza técnica en relojes de bolsillo. A partir de este año y durante los 28 años siguientes, Breguet solamente llegó a producir 35 relojes tourbillon, razón por la cual, una de estas piezas hoy en día es pieza de museo y el pináculo de cualquier coleccionista.
La contradicción se encuentra a la orden del día. Con la tecnología moderna, el maestro relojero Vincent Calabrese de la Académie Horlogère des Creatures Indépendants, explica que el tourbillon en realidad no fue capaz de compensar los efectos de la gravedad terrestre y que hoy en día no se lo aprecia precisamente por esta bondad si no por la alta complejidad artesanal a la hora de construirlo.
De todas maneras, los nuevos mecanismos y fornituras prácticamente han eliminado en la actualidad el efecto de la gravedad y las piezas son ya de por si increíblemente exactas.
A-L. Breguet
La firma Blancpain presentó como una primicia mundial hace pocos años un reloj que lleva ambas complicaciones. Dotado de un tourbillon volante a las 12h00, de un carrusel volante a las 6h00 y de un calendario a las 3h00. Las miradas quedan inmediatamente impactadas por las diferencias y similitudes de ambos mecanismos así como por la belleza de su rotación. Las dos jaulas, independientes la una de la otra, están unidas por un diferencial que transmite el promedio de marcha de los dos reguladores a la visualización de las horas.
Una corona de armado exterior permite el armado simultáneo de los dos barriletes al tiempo que garantiza un armado igual, dando a este guardatiempos toda su precisión y siete días de reserva de marcha. El fondo de cristal de zafiro permite entrever este ingenioso mecanismo al igual que la indicación de la reserva de marcha.
La Manufactura de Le Brassus ha rehabilitado y replanteado el carrusel ofreciéndole nuevas perspectivas. Por lo tanto, este dispositivo constituye una alternativa al tourbillon, aunque se distinguen por la manera en que cumplen su función. A pesar de que ambos sistemas tienen el mismo objetivo, ellos se diferencian por su construcción. En el caso del tourbillon, la caja está unida al barrilete a través de un único tren de ruedas, lo que significa que en caso de parada de esta unión mecánica, el tourbillon también se detiene, dejando de girar. El carrusel está unido al barrilete por dos trenes de ruedas. El primero transmite la energía necesaria al funcionamiento del escape, el segundo controla la velocidad de rotación de la jaula. La diferencia entre los dos sistemas consiste entonces en que el carrusel posee una construcción más estudiada y más rica en componentes, pero la cohabitación de ambos dispositivos constituye un verdadero reto.
Para comprender mejor las diferencias, les dejamos un video de Blancpain donde se las puede apreciar con mucha claridad visitando el blog.
Enlace en la firma.