Tozgala
Habitual
Sin verificar
Leamos a Laurent Peccave, manager de Corum, copio:
Periodista: ¿Qué ha sucedido con los relojes de lujo?
Laurent Peccave: Que se ha revertido la tendencia y desde hace unos años el mercado viene creciendo exponencialmente. El reloj como reloj ya no importa, la hora se puede ver en cualquier parte, dar la hora es su último atributo, si vale es por todo lo que significa. El reloj pulsera hoy forma parte de la presentación de la persona (el subrayado es mio).Evidencia el nivel social que se tiene. Eso ocurre con unas pocas marcas, no más de tres o cuatro en el mundo. El que se considera un juguete de caballeros ricos, que es parte de la gama de cosas que hay que tener, es un símbolo de poder. Es que se lleva en el brazo uno que vale lo mismo o más que un auto nuevo. En el caso de Corum, los modelos básicos están entre 5.000 y 8.000 dólares, en el caso de los relojes a cuerda de oro macizo, entre los 15.000 y 30.000 dólares, el siguiente puede estar en unos 70.000 dólares y a partir de ahí se llega a una joya que supera el millón de dólares.
P.: ¿Cómo surge la necesidad de tener más de un reloj de lujo?
L.P.: En el pasado el hombre tenía uno de marca que le duraba toda la vida, y que luego legaba a su hijo. Hoy los de lujo son para el hombre lo que las joyas para las mujeres. Por ejemplo, en 1980 apareció el primer Golden Bridge, que nuevamente está en el mercado en diversas versiones. Un Golden Bridge tiene cuatro cristales de zafiro que envuelven el marco hecho en oro 18 kilates o platino, que tiene un perfil curvado en la parte superior y en la inferior para una mejor adaptación a la muñeca. Los cristales están asegurados con cuatro tornillos de oro que permiten la inmersión en profundidad. Es una de las obras de arte en relojería, y el arte no tiene que ser visto como un lujo sino como una vocación, como algo que hace que la persona sobresalga.
Periodista: ¿Qué ha sucedido con los relojes de lujo?
Laurent Peccave: Que se ha revertido la tendencia y desde hace unos años el mercado viene creciendo exponencialmente. El reloj como reloj ya no importa, la hora se puede ver en cualquier parte, dar la hora es su último atributo, si vale es por todo lo que significa. El reloj pulsera hoy forma parte de la presentación de la persona (el subrayado es mio).Evidencia el nivel social que se tiene. Eso ocurre con unas pocas marcas, no más de tres o cuatro en el mundo. El que se considera un juguete de caballeros ricos, que es parte de la gama de cosas que hay que tener, es un símbolo de poder. Es que se lleva en el brazo uno que vale lo mismo o más que un auto nuevo. En el caso de Corum, los modelos básicos están entre 5.000 y 8.000 dólares, en el caso de los relojes a cuerda de oro macizo, entre los 15.000 y 30.000 dólares, el siguiente puede estar en unos 70.000 dólares y a partir de ahí se llega a una joya que supera el millón de dólares.
P.: ¿Cómo surge la necesidad de tener más de un reloj de lujo?
L.P.: En el pasado el hombre tenía uno de marca que le duraba toda la vida, y que luego legaba a su hijo. Hoy los de lujo son para el hombre lo que las joyas para las mujeres. Por ejemplo, en 1980 apareció el primer Golden Bridge, que nuevamente está en el mercado en diversas versiones. Un Golden Bridge tiene cuatro cristales de zafiro que envuelven el marco hecho en oro 18 kilates o platino, que tiene un perfil curvado en la parte superior y en la inferior para una mejor adaptación a la muñeca. Los cristales están asegurados con cuatro tornillos de oro que permiten la inmersión en profundidad. Es una de las obras de arte en relojería, y el arte no tiene que ser visto como un lujo sino como una vocación, como algo que hace que la persona sobresalga.