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Un poco de historia

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De la casa
Sin verificar
Buenas noches compañer@s, para hacer un poco más llevadera esta maldita cuarentena, un poco de historia de la prestigiosa Vacheron.

Un cordial saludo

Fuente: MDT

El 17 de septiembre de 1755, el maestro relojero Jean-Marc Vacheron inauguró su propio taller en Ginebra y contrató a su primer aprendiz para empezar a transmitirle sus conocimientos sobre la fabricación de guardatiempos. Descendiente, como tantos relojeros, de protestantes franceses que se habían visto obligados a abandonar el país a causa la persecución religiosa, Vacheron no gozaba de todos los derechos que otorgaba la ciudadanía local, pero pudo aprovecharse de la proverbial hospitalidad ginebrina y, sobre todo, del auge que vivía la ciudad en el ámbito de la relojería.




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Poco se sabe de estos primeros años de actividad, pero se tiene constancia de que el primer modelo de Vacheron, un reloj de bolsillo de plata, fue fabricado y vendido ese mismo año. Durante este tiempo, Jean-Marc Vacheron no solo se encargó de la producción relojera sino también de transmitir todos sus conocimientos técnicos a su hijo Abraham, destinado a sustituirle en la dirección de la empresa familiar.
El relevo se produjo en 1785, cuando Abraham Vacheron contaba 25 años, solo uno más que su padre cuando fundó el taller. A pesar de su inexperiencia, Abraham fue capaz de consolidar la actividad de la manufactura en un periodo especialmente convulso, marcado por los disturbios asociados a la Revolución Francesa y por la ocupación de Ginebra por parte de las tropas napoleónicas, pero que también vio nacer las más importantes innovaciones técnicas de la relojería mecánica.
En este contexto, la manufactura introdujo sus primeros guardatiempos con complicaciones (el primero de los que se tiene constancia es un pequeño reloj de pared fabricado a finales de siglo, con indicación de día de la semana y fecha sobre una esfera deliciosamente grabada), pero el verdadero salto en este campo se produciría a partir de 1810, cuando el hijo de Abraham Vacheron, Jacques-Barthélemi, se puso al frente del negocio familiar.
Bajo su dirección, la firma realizó sus primeras exportaciones a Francia e Italia. Su voluntad de ensanchar los horizontes comerciales le llevó a asociarse con el experimentado hombre de negocios ginebrino François Constantin. Con la entrada del nuevo socio, la empresa pasó a denominarse “Vacheron et Constantin”.



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Reloj de bolsillo de plata de 1755, primer guardatiempo conocido de Jean-Marc Vacheron.


François Constantin demostró poseer no solo unas grandes dotes comerciales sino también una energía inagotable que le llevó a viajar por todo el continente, durante tres décadas, para abrir nuevos mercados. Fue él, precisamente, quien, el 5 de julio de 1819, en una carta dirigida a su socio, escribió las palabras que siglos después se convertirían en el lema de la compañía: “Faire mieux si possible, ce qui est toujours possible” (hacerlo mejor si es posible, es siempre posible).
Entre los modelos elaborados por la casa ginebrina durante este periodo destacan dos guardatiempos de 1824: un reloj de oro amarillo decorado con un mapa de Italia en esmalte champlevé, y un reloj con indicación de horas saltantes mediante una ventana situada a las doce, una complicación que se convertiría en un elemento distintivo de la firma.
En 1832, el representante de Vacheron & Constantin en América, John Magnin, abrió en Nueva York las primeras oficinas de la firma fuera del continente Europeo, y tres años más tarde la firma extendió sus actividades comerciales a Brasil y Cuba.
Siete años más tarde se produjo otro hecho relevante en la historia de la manufactura. Jacques Barthélemi Vacheron contrató al ingeniero Georges-Auguste Leschot para diseñar componentes y herramientas. Sin duda, su mejor logro fue la invención de una máquina, denominada “pantógrafo”, que permitía al relojero puntear y perforar con extrema precisión las platinas y los puentes. Este instrumento fue clave para lograr la fabricación de movimientos perfectamente idénticos e intercambiables y, en consecuencia, aumentar el nivel de calidad de los relojes de la manufactura. La invención de Leschot no solo representó un salto hacia adelante para la firma ginebrina sino para toda la industria relojera suiza.



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El pantógrafo, de 1839, un instrumento que permitía fabricar movimientos idénticos e intercambiables.






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Reloj de bolsillo Chronomètre Royal, de 1907.






EN EL QUAI DE L’ÎLE

En 1875, Vacheron et Constantin dejó sus talleres situados en la Tour de l’Île, que habían quedado obsoletos, y trasladó la producción a un nuevo edificio que Jean-François Constantin, sobrino de François Constantin, había hecho construir a pocos metros, en el Quai de l’Îlle.
Eran años de cambios para la firma, que registró en el Bureau Fédéral de Marques de Fabrique et de Commerce el célebre logotipo de la cruz de Malta. Su diseño se inspiraba en la forma de un antiguo componente que se fijaba en la tapa del barrilete para garantizar una fuerza constante.
En el ámbito de las creaciones relojeras, de este periodo destacan especialmente dos modelos: un reloj de bolsillo de oro amarillo fabricado en 1884, que ofrecía en una de sus caras esmaltadas la información horaria y, en la otra, las indicaciones relativas a la complicación de calendario perpetuo; y un reloj de pulsera femenino de 1889 —uno de los primeros modelos de este tipo fabricado en serie— con dos espectaculares diosas aladas montadas sobre el brazalete de oro.
En 1901, Vacheron & Constantin registró su primer movimiento certificado con el Poinçon de Genève, un sello de calidad creado en 1886 por el Gran Consejo de la República y Cantón de Ginebra para proteger el savoir-faire de la relojería ginebrina.
En 1906, el mismo año en el que inauguraba, en el Quai de l’Île, su primera boutique, Vacheron & Constantin triunfó en la Exposición Internacional de Milán con una colección de gran belleza que le valió el Gran Premio de la Exposición. La joya de esta colección era un modelo de oro decorado con un motivo de cardos elaborado en esmalte cloissoné. La esfera, plateada, presentaba un guilloché en la zona central. Por aquel entonces, Vacheron & Constantin ya era una de las firmas más prestigiosas del mundo y recibía encargos de casas reales de todo el continente, desde Francia hasta Rumanía.
Un año después de brillar en la Exposición de Milán, la firma ginebrina obtuvo un gran éxito internacional con el lanzamiento del Chronomètre Royal, un reloj de bolsillo que aunaba robustez, fiabilidad y precisión.
A principios de siglo XX empezaron a surgir los primeros relojes de pulsera masculinos, y Vacheron & Constantin fue una de las firmas que los incorporaron a sus colecciones. Los diseñadores de la casa vieron en esta nueva tipología de reloj la oportunidad de romper con la forma redonda, y en 1912 lanzaron los primeros modelos con caja tonel, que se convertirían en todo un emblema de la firma.



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Reloj de bolsillo Corps of Engineers, de 1918.






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Modelo de 1921, diseñado para el mercado americano.






EL PERIODO DE ENTREGUERRAS

Durante la Gran Guerra, Vacheron & Constanin continuó fabricando guardatiempos de gran lujo, como el reloj de pulsera de oro y diamantes que en 1916 fue adquirido por el Maharadja de Patiala y que estaba equipado con el innovador calibre “le tuyau”, precursor de los movimientos tipo baguette, o el complicado reloj Packard, con una sonería que indicaba incluso los medios cuartos.
Sin embargo, durante este periodo la firma también tuvo ocasión de crear modelos mucho más terrenales, como los miles de cronógrafos encargados a partir de 1917 por el ejército de los Estados Unidos. Se trataba de relojes de bolsillo de plata inoxidable, capaces de soportar grandes diferencias de temperatura y dotados de numerales y agujas luminiscentes.
Este contrato, que se renovó en varias ocasiones hasta 1920, contribuyó a fortalecer los lazos de Vacheron & Constantin con los Estados Unidos. Prueba de ello, en 1921 la casa suiza creó para el mercado norteamericano un vanguardista reloj que se caracterizaba por tener la esfera desplazada 45 grados en el sentido horario y la corona en uno de los ángulos de su caja tipo coussin.
Durante los años 20, la firma experimentó un gran crecimiento comercial y creativo que desembocó, a finales de la década, en algunas de sus piezas más espectaculares realizadas hasta el momento: un reloj de bolsillo de cristal de roca de inspiración Art Déco, con un movimiento en esqueleto de solo 2 mm de grosor, y, sobretodo, el excepcional reloj de bolsillo realizado para el rey Fuad I de Egipto, que combinaba las funciones de cronógrafo, calendario perpetuo, repetición de minutos, y pequeña y gran sonería.
Estas grandes creaciones eran, sin embargo, el preludio de una etapa difícil para Vacheron & Constantin, marcada por los efectos de la Gran Depresión. Para contrarrestar la caída de ventas, la manufactura incluso llegó a utilizar su maquinaria y los conocimientos de sus relojeros para fabricar herramientas e instrumentos para distintas sociedades y servicios, e incluso para una fábrica de zapatos. Eso sí, la compañía puso especial énfasis en mantener en todo momento la calidad de sus piezas, lo que le permitiría resurgir, a finales de los años 30, como un paradigma de la relojería de lujo.
En 1938, finalizada la crisis, Vacheron & Constantin reanudó sus exportaciones a las principales ciudades de Europa y a Estados Unidos. Dos años después, Georges Ketterer compró a Charles Constantin la mayoría de acciones de la empresa y asumió el cargo de director, dando inicio a la tercera gran dinastía familiar de la sociedad. Su liderazgo sería importante para superar las dificultades derivadas de la Segunda Guerra Mundial y encarar el periodo de posguerra en una posición de privilegio.
En 1946, Vacheron & Constantin creó para el rey Farouk de Egipto, hijo del rey Fouad, uno de los relojes más complicados jamás realizados. Fruto de cinco años de trabajo, el guardatiempo reunía 14 complicaciones y estaba formado por 820 componentes, incluyendo 55 rubíes.

Durante los años 50, la marca ginebrina obtuvo varios éxitos comerciales con modelos que experimentaban con nuevas y originales formas. Es el caso del reloj con triple fecha de 1952, dotado de una caja cuadrada con lados redondeados, o del peculiar Aronde, de 1954, con sus laterales curvados.
En 1955 la firma llegaba a su bicentenario en plena forma, y quiso celebrarlo con la creación de uno de sus guardatiempos más excepcionales: un reloj de pulsera ultraplano, equipado con un movimiento de cuerda manual —el calibre 1003— de solo 1,64 mm de espesor, el equivalente de una moneda de 20 céntimos suiza.
En 1957, Vacheron & Constantin plasmó la esencia del reloj de vestir clásico e intemporal en un modelo ultraplano de líneas puras y estética casi minimalista que, décadas después, inspiraría la colección Patrimony. La misma sobriedad y pureza de líneas caracteriza el modelo cuadrado que la firma lanzó en 1968, equipado con un movimiento automático ultraplano —el calibre 1120— de solo 2,45 mm de grosor.
A la muerte de Georges Ketterer, en 1969, su hijo Jacques asumió la dirección de la compañía, que un año más tarde perdería la conjunción copulativa de su nombre para pasar a denominarse simplemente “Vacheron Constantin”.



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Referencia 6073, de 1956.






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Modelo de 1921, diseñado para el mercado americano.






EL PRECURSOR DEL OVERSEAS

Los años 70 vieron el nacimiento de una nueva generación de cronógrafos deportivos de lujo, elaborados generalmente en acero y dotados de modernos brazaletes integrados. Vacheron Constantin no fue ajena al auge de esta nueva tipología de reloj y, coincidiendo con su 222º aniversario, en 1977 introdujo el modelo 222, que contaba con una caja monobloque hermética hasta 120 metros y con una esfera dotada de índices y agujas luminiscentes. El 222 es el ancestro de la célebre colección Overseas, que hoy es uno de los buques insignia de la marca ginebrina.
Situado en las antípodas de este modelo, el reloj Kallista, de 1979, estaba elaborado a partir de un lingote de oro de un quilogramo y engastado con 118 diamantes, características que convertían este ejemplar único en una de las creaciones más lujosas jamás elaboradas por la marca.
En 1987 se produjo la muerte de Jacques Ketterer y la compañía fue adquirida por el magnate árabe Ahmed Zaki Yamani, quien puso al frente de la misma a un gran conocedor de la relojería suiza como Claude-Daniel Proellochs, que acreditaba años de experiencia en firmas como Omega y Eterna.
En 1992, Vacheron Constantin volvió a demostrar el savoir-faire de sus ingenieros y relojeros en el ámbito de los relojes ultraplanos con la creación del calibre 1755, un movimiento con función de repetición de minutos que solamente medía 3,28 mm de espesor. El calibre fue utilizado en un lujoso modelo —de nuevo, rematado por unas asas de singular diseño— del cual se comercializaron solamente 200 ejemplares en distintas versiones.



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Sede de la manufactura de Vacheron Constantin en Plan-les-Ouates (Ginebra), inaugurada en 2004.


UNA NUEVA ETAPA

1996 fue un año importante para Vacheron Constantin. Por una parte, el potente conglomerado Richemont se hizo con la propiedad de la sociedad —que siguió bajo la dirección de Proellochs— y empezó a invertir en la creación de nuevas infraestructuras. Por otra, la firma lanzó la colección Overseas, que se convertiría en su línea deportiva por antonomasia. Inspirado en las líneas del modelo 222, el elegante diseño del Overseas destacaba por la forma del bisel, que reproducía los brazos de la cruz de Malta.
En 1998 fueron creados los “Talleres Vacheron Constantin del Valle de Joux”, fruto de la integración del taller relojero Haut de Gamme, antiguo socio de la casa, al departamento técnico que la firma tenía en la región. La sede de Le Sentier se dedicaría a la investigación y desarrollo de movimientos, así como a la fabricación de los componentes de los movimientos mecánicos y a su decoración.
Era el primer paso de una importante reestructuración de los centros de producción de la compañía, que en 2004 se consolidó con la inauguración de una nueva sede de estilo futurista, situada en la localidad ginebrina de Plan-les-Ouates. Diseñado por el arquitecto franco-suizo Bernard Tschumi, el edificio toma la forma de una media cruz de Malta estilizada y combina el cristal de las grandes fachadas principales con el metal de la gran cubierta. En su interior, como en los viejos tiempos, conviven la dirección y la administración de la empresa junto a los talleres de producción. Este mismo año, la firma lanzaba la colección Patrimony, basada en la perfección de las líneas puras y la estética minimalista. La línea se inspiraba en un modelo ultraplano de 1957.
Apenas unos meses después de inaugurar su nueva sede, Vacheron Constantin iniciaba los festejos de su 250º aniversario, que tuvieron como piedra angular el lanzamiento de cinco creaciones que rendían homenaje a los oficios relojeros. Entre ellas destacaba especialmente el Tour de l’Île, un reloj de pulsera con 16 complicaciones relojeras e indicaciones astronómicas, del cual se fabricaron siete ejemplares; así como el Saint-Gervais, modelo con tourbillon, calendario perpetuo y una reserva de marcha de 10 días. Ese mismo año, Juan Carlos Torres fue nombrado nuevo CEO de la compañía en sustitución de Proellochs, que decidió retirarse después de 17 años al frente de la firma.
Un año más tarde, en 2006, la casa ginebrina ponía en marcha el Atelier Cabinotiers para pedidos especiales, con un equipo completamente dedicado a la creación de relojes únicos y personalizados que son realizados exclusivamente por encargo.
En 2007 Vacheron Constantin celebraba el centenario de su célebre Chronomètre Royal y quiso festejarlo con el lanzamiento del reloj homónimo dentro de la colección Historiques. El nuevo Chronomètre Royal combinaba una caja de oro con una esfera de estética vintageelaborada en esmalte Grand Feu, en la mejor tradición relojera.
Igualmente destacable es el lanzamiento, en 2008, de la colección Quai de l’Île, que aproximaba la firma a la relojería de vanguardia. Los guardatiempos de esta nueva línea combinaban una caja de estética moderna con calibres de alta relojería, y podían ser personalizados mediante la elección de varios elementos como el material de la caja o los acabados de la esfera.



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Modelo Référence 57260, de 2015, el guardatiempo con más complicaciones jamás realizado.






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Modelo Overseas Tourbillon, de 2019.






LA COMPAÑÍA CRECE

Conscientes del papel que juega la compañía en la preservación de los principios de la Alta Relojería, en 2011 sus responsables crearon el Instituto Vacheron Constantin para el desarrollo del capital humano y de los oficios, destinado precisamente a transmitir los valores fundamentales de la empresa.
Siguiendo con la línea de crecimiento iniciada una década antes, en 2013 Vacheron Contantin volvió a inaugurar una manufactura, en este caso, en la población de Le Brassus, en el corazón del valle del Joux. En el nuevo edificio, equipado con maquinaria de última generación, la compañía reunió todas sus actividades de producción de componentes relojeros.
Para celebrar su 260º aniversario, en 2015 Vacheron Constantin creó el espectacular Référence 57260, el guardatiempo con más complicaciones jamás realizado. Fruto de ocho años de trabajo por parte de tres relojeros de la manufactura, este reloj de bolsillo ofrece hasta 57 complicaciones, tanto relojeras como astronómicas, en sus dos caras.
En el ámbito de las colecciones regulares, este mismo año la firma lanzó la colección Harmony, caracterizada por su caja coussin, inspirada en uno de los primeros relojes de pulsera de la marca, de 1928, y por su estética inconfundiblemente vintage.
En 2016 Vacheron Constantin recuperó su emblemática colección Overseas, inspirada en el mundo de los viajes, con cinco nuevos modelos equipados con movimientos de manufactura (tres de ellos, de nueva creación).
El mismo espíritu retro podía encontrarse en los modelos de la nueva colección Fiftysix, introducida por la marca dos años más tarde. Inspirada en un modelo de 1956 —la referencia 6073, cuyas asas reproducían parcialmente la cruz de Malta—, la colección se inauguró con tres modelos: fecha; fecha, día y reserva de marcha, y calendario completo con fase lunar de precisión.
Tal como demostró en la última edición del Salón Internacional de la Alta Relojería de Ginebra, celebrada a principios de este año, Vacheron Constantin sigue mostrando una salud de hierro a sus 264 años de vida. Ahora bajo el liderazgo de Louis Ferla —sustituto de Juan Carlos Torres, que pasó a ser presidente no ejecutivo—, la firma inaugurada por Jean-Marc Vacheron en 1755 sigue siendo un referente de la alta relojería suiza y una garantía de que sus principios continuarán siendo vigentes en el futuro.
 
Gran reportaje y trabajo compañero, muchísimas gracias!

El edificio me parece una pasada, así como sus tourbillón.

Vacherón es una grandísima marca y con mucha solera, la cuestión es que se ven poco. Sé que son modelos de pvp elevado, pero en comparación con otras de su gama, no abundan tanto o es mi sensación... una pena.

Un saludo y de nuevo, gracias por amenizarnos!
 
Siempre a la sombra de Patek pero, para mi, a su altura.
 
Veo que de nuevo " sigues por aquí", estupendo hilo sobre ( para mi) una de las mejores marcas , con una historia detrás apabullante , y unos modelos actuales , que son una pasada en mi opinión.

El 222, para mí es un todo un icono, un modelo que actualmente parecería como " recién salido del horno.

Muchas gracias.
 
Gracias por traernos hasta aquí una casa poco conocida por la mayoría y que normalmente no tenemos en cuenta (hablo por mi) pero que tiene unos relojes impresionantes .
 
Vaya curro te has pegado!

Muchas gracias!!
 
Excelente. Estos hilos sí que aportan valor
 
Excelente trabajo
Gracias

Enviado desde mi SM-N9005 mediante Tapatalk
 
Muchas gracias por compartir un poco de historia de VC.

Una lectura totalmente recomendable .
VC tienes unas piezas increíbles.
 
  • #10
Enhorabuena por este fántastico reportaje. :clap::clap::clap:

Está perfectamente estructurado y su lectura es amena e interesante a la vez. Gracias por el tiempo que te has tomado en ilustrarnos un poquito más a todos.

:worshippy::worshippy::worshippy:
 
  • #11
Siempre a la sombra de Patek pero, para mi, a su altura.

Audemars Piguet, Patek y Vacheron son empresas hermanadas. De hecho, es común ver cómo en su historia (moderna) han compartido calibres y compuestos de relojes
 
  • #12
Magnifico hilo, uno se queda embobado leyendo estas historias, muchas gracias por alegrarnos el día y por el trabajo de investigación, fotos y de ponerlo.
Saludos
 
  • #13
Este me parece sublime.

Vacheron-Constantin-Traditionelle-Chronograph-Perpetual-Calendar-Replica-Watch.jpg
 
  • #16
Hilo precioso, muy ameno e instructivo. Dan ganas de incorporar uno a la colección, aunque sea de bolsillo... ;-)
 
  • #17
Me ha parecido muy interesante e instructivo, muchas gracias.
 
  • #18
Gran hilo compañero, me ha encantado leerlo. Muchas gracias por tu trabajo!!
 
  • #19
Muy currado,y con el tiempo libre que tenemos ahora algunos ,vamos que me lo he leído un par de veces. Gracias por el aporte.

Enviado desde mi SM-A920F mediante Tapatalk
 
  • #20
Muchas gracias por el aporte,sin duda una marca de referencia relativamente poco conocida y en mi opinión al mismo nivel de Patek.
 
  • #21
Lo primero agradecerte el trabajo de crear un hilo interesante, ameno y que nos enseñan un poco más sobre nuestra pasión, la relojeria.

Es para mi una asignatura pendiente, meter un pieza de Vacheron en la caja, lo tengo en mente un tiempo, ya decidí el modelo, y lo haré más pronto que tarde.

Solo aportar un modelo muy especial de la marca, Les Cabinotiers , un reloj con 15 complicaciones inspirado en la leyenda del ave Fenix.
Caja en oro detalladisima, calibre 2755 con 839 componentes.
Dejo unas fotos que muestran un poco de esta obra de arte.

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Última edición:
  • #22
Lo primero agradecerte el trabajo de crear un hilo interesante, ameno y que nos enseñan un poco más sobre nuestra pasión, la relojeria.

Es para mi una asignatura pendiente, meter un pieza de Vacheron en la caja, lo tengo en mente un tiempo, ya decidí el modelo, y lo haré más pronto que tarde.

Solo aportar un modelo muy especial de la marca, Les Cabinotiers , un reloj con 15 complicaciones inspirado en la leyenda del ave Fenix.
Caja en oro detalladisima, calibre 2755 con 839 componentes.
Dejo unas fotos que muestran un poco de esta obra de arte.

Ver el archivos adjunto 798395

Ver el archivos adjunto 798396

Ver el archivos adjunto 798415

Muchas gracias a ti por tu aportación:ok::

Un cordial saludo
 
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