Josemaval
De la casa
Verificad@ con 2FA
Estamos acostumbrados en la función digamos promaria del reloj, que no es otra que nos indique la hora.
Existen claro varias formas de conseguirlo, la arena, el sol con los relojes solares, el agua con las clepsidras, los relojes de cuarzo, automáticos de carga manual o bien los de remonte automático, y muchas más formas que darían lugar a una estupenda literatura estival.
Sin embargo, si nos paramos a pensar, la forma en la que percibimos el tiempo se puede observar de una manera tan sencilla como ver el calibre de un reloj, aunque no nos indique la hora, lo cierto es que ¿acaso hay algo mas hermoso que el trabajo que realiza esa sofisticada maquinaria? de algún modo corazón que vive gracias a nosotros.
Somos los garantes de que perdure en el tiempo, con nuestros cuidados y mismos, y sus periódicas revisiones, estará ahí.
EL reloj que nos ocupa es el Beat Haldimann H8 Flying Scultura.
Visión de un relojero independiente que comenzó su carrera restaurando relojes y que en 2002 se lanzó produciendo relojes de pulsera.
El Flying H8 es la expresión más filosófica de ver el tiempo que pasa observando el movimiento del Tourbillón, tan embriagador para quien tenga la posibilidad de adquirir uno, que se ha transformado en el grial de la relojería, todos tienen que tener uno. Sin embargo en este caso este reloj no indica la hora, pués sólo el espectador percibe el paso del tiempo a través del baile del Tourbillón. Puntualizar que el reloj se fabrica con las herramientas más tradicionales de la relojería. Un verdadero artesano del tiempo.
También existe una versión, para los que no puedan vivir sin saber la hora, el H1
Para más información:
Las versión, menos filosófica y más comercial, el H1:
Este es el H2:
Uno vidéo de youtube, para verlos en movimiento:
Un saludo a todos:
Existen claro varias formas de conseguirlo, la arena, el sol con los relojes solares, el agua con las clepsidras, los relojes de cuarzo, automáticos de carga manual o bien los de remonte automático, y muchas más formas que darían lugar a una estupenda literatura estival.
Sin embargo, si nos paramos a pensar, la forma en la que percibimos el tiempo se puede observar de una manera tan sencilla como ver el calibre de un reloj, aunque no nos indique la hora, lo cierto es que ¿acaso hay algo mas hermoso que el trabajo que realiza esa sofisticada maquinaria? de algún modo corazón que vive gracias a nosotros.
Somos los garantes de que perdure en el tiempo, con nuestros cuidados y mismos, y sus periódicas revisiones, estará ahí.
EL reloj que nos ocupa es el Beat Haldimann H8 Flying Scultura.
Visión de un relojero independiente que comenzó su carrera restaurando relojes y que en 2002 se lanzó produciendo relojes de pulsera.
El Flying H8 es la expresión más filosófica de ver el tiempo que pasa observando el movimiento del Tourbillón, tan embriagador para quien tenga la posibilidad de adquirir uno, que se ha transformado en el grial de la relojería, todos tienen que tener uno. Sin embargo en este caso este reloj no indica la hora, pués sólo el espectador percibe el paso del tiempo a través del baile del Tourbillón. Puntualizar que el reloj se fabrica con las herramientas más tradicionales de la relojería. Un verdadero artesano del tiempo.
También existe una versión, para los que no puedan vivir sin saber la hora, el H1
Para más información:
Las versión, menos filosófica y más comercial, el H1:
Este es el H2:
Uno vidéo de youtube, para verlos en movimiento:
Un saludo a todos: