Lisema
die Nachrichten auf Deutsch
Sin verificar
Lo que las marcas no cuentan. Una opinión sobre el estado de la relojería mecánica.
El Baselworld llega a su fin y su glamour se apaga. Según la versión oficial el 2015 ha sido otro año de récord. Pero entre el glamour, sonrisas y récords de ganancias las marcas se guardan algunos secretos. No soy un experto del sector, pero como en política hay que leer entre líneas. Cuando el político de turno sale en la TV diciendo que ha bajado el paro, hay que preguntarse si miden el paro de otra manera, o de si está comparando porcentajes con cifras absolutas, o de si la gente emigra más, etc. En este caso es lo mismo, y hay algunos datos preocupantes para los aficionados y profesionales de la relojería.
La realidad es que la relojería mecánica dejó de ser un producto de consumo hace tiempo y las marcas se enfocaron en el lujo. Lo cual no es malo per se, pero se avecinan curvas y más curvas. No hace mucho el mercado mundial era propicio para crear burbujas en torno al lujo: los rusos eran amigos y el rublo iba bien, China crecía y la corrupción campaba a sus anchas, el euro estaba fuerte, los países árabes vendían petroleo a precio de oro, etc. Pero ya sabemos lo que ha pasado con Rusia, hay nuevas leyes anticorrupción en China, el euro cae... etc.
Todo eso ha ido estallando y la relojería de lujo se está viendo afectada. Vaya novedad, como todo, ¿no? Sí, como todo, pero las relojeras cuentan otra versión de la historia y a diario veo a foreros que se lo creen como aquello de que los "pisos nunca bajan". A mí me da cierto tembleque leer que alguno se plantee o pregunte sobre comprar relojes como inversión.
Algunos datos más concretos:
- La subida de precios anuales de relojeras ha sido la típica escalada que se suele ver en una burbuja. Mientras el aficionado tenga dinero, bien. Pero cuando se deja de tener dinero ya sabemos lo que pasa. Y un efecto colateral que se da cuando se suben los precios, es que la relojería tradicional ha ido matando al aficionado joven con menos recursos. Y si los precios de entrada desaparecen, y el que antes tenía dinero deja de tenerlo, ¿dónde están los aficionados que seguirán comprando relojes? Y no es ningún secreto que esta afición lleva perdiendo fuelle 30 años o más (salvo el repunte de los último años que para mí ha sido una burbuja).
- La irrupción de los Smartwatch. Tema ampliamente debatido y en parte estoy de acuerdo en que estos nuevos aparatos no son competencia directa de la relojería mecánica. Pero el reloj tradicional y el moderno ocupa el mismo lugar en el cuerpo, y el usuario tiende a elegir una opción en detrimento de la otra.
Muchos aficionados empezarán a comprarse uno o dos relojes menos porque ya tienen un Smartwatch.
- TAG Hauer cortó el proyecto de un nuevo calibre cronógrafo y 40 trabajadores se fueron a la calle. Ha cambiado la dirección de la empresa y se está enfocando en otra región de precios más asequibles.
Por primera vez Patek Philippe se ha visto obligada a bajar la media de sus precios. En China ya vende un 22% más barato. Y algún coleccionista atónito por la pérdida de valor de su colección.
Al mismo tiempo a Audemars Piguet no le va mucho mejor en China y cierra boutiques.
IWC paró el año pasado un proyecto de nueva construcción de 40 millones de francos. ¿Por qué? ¿Es que no les va tan bien?
En fin, estas grandes firmas cada vez invierten menos en desarrollo y más en publicidad, cada año suben los precios pero presentan menos calibres...
- Y más cosas que me dejo en el tintero: la libre fluctuación del franco suizo, la desaparición del arte relojero...
***
- ¿Todo es malo y la relojería va a desaparecer? En absoluto. Pero el cambio es inevitable y hay algunas relojeras tradicionales que en mi opinión lo están empezando a entender: Quizá Jean-Claude Biver, jefe de Zenith, Hublot y TAG Heuer ha sido el más locuaz y el que más está haciendo por redireccionar el rumbo de sus marcas, con Smartwatch de TAG Heuer incluido. Lo mismo Frederique Constant o Casio son otros ejemplos.
Saludos.
El Baselworld llega a su fin y su glamour se apaga. Según la versión oficial el 2015 ha sido otro año de récord. Pero entre el glamour, sonrisas y récords de ganancias las marcas se guardan algunos secretos. No soy un experto del sector, pero como en política hay que leer entre líneas. Cuando el político de turno sale en la TV diciendo que ha bajado el paro, hay que preguntarse si miden el paro de otra manera, o de si está comparando porcentajes con cifras absolutas, o de si la gente emigra más, etc. En este caso es lo mismo, y hay algunos datos preocupantes para los aficionados y profesionales de la relojería.
La realidad es que la relojería mecánica dejó de ser un producto de consumo hace tiempo y las marcas se enfocaron en el lujo. Lo cual no es malo per se, pero se avecinan curvas y más curvas. No hace mucho el mercado mundial era propicio para crear burbujas en torno al lujo: los rusos eran amigos y el rublo iba bien, China crecía y la corrupción campaba a sus anchas, el euro estaba fuerte, los países árabes vendían petroleo a precio de oro, etc. Pero ya sabemos lo que ha pasado con Rusia, hay nuevas leyes anticorrupción en China, el euro cae... etc.
Todo eso ha ido estallando y la relojería de lujo se está viendo afectada. Vaya novedad, como todo, ¿no? Sí, como todo, pero las relojeras cuentan otra versión de la historia y a diario veo a foreros que se lo creen como aquello de que los "pisos nunca bajan". A mí me da cierto tembleque leer que alguno se plantee o pregunte sobre comprar relojes como inversión.
Algunos datos más concretos:
- La subida de precios anuales de relojeras ha sido la típica escalada que se suele ver en una burbuja. Mientras el aficionado tenga dinero, bien. Pero cuando se deja de tener dinero ya sabemos lo que pasa. Y un efecto colateral que se da cuando se suben los precios, es que la relojería tradicional ha ido matando al aficionado joven con menos recursos. Y si los precios de entrada desaparecen, y el que antes tenía dinero deja de tenerlo, ¿dónde están los aficionados que seguirán comprando relojes? Y no es ningún secreto que esta afición lleva perdiendo fuelle 30 años o más (salvo el repunte de los último años que para mí ha sido una burbuja).
- La irrupción de los Smartwatch. Tema ampliamente debatido y en parte estoy de acuerdo en que estos nuevos aparatos no son competencia directa de la relojería mecánica. Pero el reloj tradicional y el moderno ocupa el mismo lugar en el cuerpo, y el usuario tiende a elegir una opción en detrimento de la otra.
Muchos aficionados empezarán a comprarse uno o dos relojes menos porque ya tienen un Smartwatch.
- TAG Hauer cortó el proyecto de un nuevo calibre cronógrafo y 40 trabajadores se fueron a la calle. Ha cambiado la dirección de la empresa y se está enfocando en otra región de precios más asequibles.
Por primera vez Patek Philippe se ha visto obligada a bajar la media de sus precios. En China ya vende un 22% más barato. Y algún coleccionista atónito por la pérdida de valor de su colección.
Al mismo tiempo a Audemars Piguet no le va mucho mejor en China y cierra boutiques.
IWC paró el año pasado un proyecto de nueva construcción de 40 millones de francos. ¿Por qué? ¿Es que no les va tan bien?
En fin, estas grandes firmas cada vez invierten menos en desarrollo y más en publicidad, cada año suben los precios pero presentan menos calibres...
- Y más cosas que me dejo en el tintero: la libre fluctuación del franco suizo, la desaparición del arte relojero...
***
- ¿Todo es malo y la relojería va a desaparecer? En absoluto. Pero el cambio es inevitable y hay algunas relojeras tradicionales que en mi opinión lo están empezando a entender: Quizá Jean-Claude Biver, jefe de Zenith, Hublot y TAG Heuer ha sido el más locuaz y el que más está haciendo por redireccionar el rumbo de sus marcas, con Smartwatch de TAG Heuer incluido. Lo mismo Frederique Constant o Casio son otros ejemplos.
Saludos.