Super 8
De la casa
Sin verificar
El GPS es el que hoy da la situación de un barco, pero hasta no ha tanto, para poder calcular tu posiciónse requería de un cronómetro lo más exacto posible. Como bien sabeis, hay cronómetros marinos, pero a causa de su peso, y también por estabilidad, se dejaban quietos en el puente.
Para moverlos estaban los relojes de cubierta o bitácora. Y en relojes marinos la URSS, y por la cuenta que les traía, no escatimó lo más mínimo en cuanto a calidad. Había versiones bajo las marcas Poljot y Kirova. Sin ser especialista, veo que entre ambos hay diferencias en el puente central. Los modelos de los años '50 aún tenían lúmen en radio, prohibido después por ser cancerígeno. Como detalle, en el calibre va grabada la fecha de fabricación y el mes, junto al número de serie.
Quizá os suene el diseño, compraron -si somos bienpensantes- o fusilaron -si no lo somos- calibres de un gran especialista en relojería marina, Ulysse Nardin. En éste caso tomaron como base su famoso calibre 22.
Los rusos lo evolucionaron con un volante compensado, regulador de cuello cisne, acabado con baño en oro, finas cotes impensables en un reloj ruso de pulsera... los preciosos puentes venían con el diseño, aunque modificaron el puente central.
Y los metieron en una fornitura de calidad. Son enormes relojes de bolsillo de 18 líneas, metidos en una bonita caja de madera.
Con la tapa bajada...
...y levantada, para poderle dar cuerda.
Se pueden encontrar nuevos sobre 2000 euros, y usados por unos 600.
Para moverlos estaban los relojes de cubierta o bitácora. Y en relojes marinos la URSS, y por la cuenta que les traía, no escatimó lo más mínimo en cuanto a calidad. Había versiones bajo las marcas Poljot y Kirova. Sin ser especialista, veo que entre ambos hay diferencias en el puente central. Los modelos de los años '50 aún tenían lúmen en radio, prohibido después por ser cancerígeno. Como detalle, en el calibre va grabada la fecha de fabricación y el mes, junto al número de serie.
Quizá os suene el diseño, compraron -si somos bienpensantes- o fusilaron -si no lo somos- calibres de un gran especialista en relojería marina, Ulysse Nardin. En éste caso tomaron como base su famoso calibre 22.
Los rusos lo evolucionaron con un volante compensado, regulador de cuello cisne, acabado con baño en oro, finas cotes impensables en un reloj ruso de pulsera... los preciosos puentes venían con el diseño, aunque modificaron el puente central.
Y los metieron en una fornitura de calidad. Son enormes relojes de bolsillo de 18 líneas, metidos en una bonita caja de madera.
Con la tapa bajada...
...y levantada, para poderle dar cuerda.
Se pueden encontrar nuevos sobre 2000 euros, y usados por unos 600.