¿No os ha pasado?

pooh dijo:

Esta mañana mi chica andaba de paseo conmigo por esos lugares de la ciudad de Barcelona de principal interés, o sea en este caso el escaparate de Unión Suiza en la Gran Via, y claro yo miraba los Rolex y mi chica no me quitaba ojo a mi, que ya me conoce. En estas se presentan dos individuos y mirándome "arremangose" uno de los dos y le dice al otro, "mira como el mio". Carmen me mira, y discretamente nos vamos a ver los Breitling a la otra esquina, aun esta intentando contener la risa.

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santi dijo:

Complejo tema es este que abordas, poco puedo aportar a lo ya expuesto incluidas las posturas encontradas, ya que todas llevan parte de razón, pero hay algo en la ecuación sobre el reloj y el hombre que para mi es esencial y es como llevas el reloj.

Me explico: Si llevas un Rolex y no haces más que moverte para que los demás vean que llevas un Rolex, eres tristemente llamativo y eso es algo que no me gusta.

Sin embargo he visto a personas ir vestidas con discreta elegancia ( ojo con la palabra discreta que es la clave del buen gusto) y llevar un Patek, Vacheron, Piaget, Lange etc sin casi mostrarlo nunca o lo que es más difícil, hacerlo con una naturalidad innata que hace que todo quede homogéneamente elegante y discreto en esa persona.

Es lo que busco en alguien, es difícil, pero soy así

Un abrazo

PD Insisto, para mí el concepto clave es “discreta elegancia”, teniéndola puedes llevar lo que quieras con un caché a 20 nanosegundos .

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pooh dijo:

Cito de memoria pero creo que era Beau Brummel quien dijo que ser elegante era entrar en un habitación, pasar y que al salir todo el mundo se hubiera llevado esa impresión, pero que fuesen incapaces de recordar que era lo que esa persona llevaba puesto.

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pooh dijo:

Llevaba un Rolex, pero no hacia ninguna falta que nos lo enseñara a mi ni al resto de la calle.

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pooh dijo:

Llevaba un Rolex, pero no hacia ninguna falta que nos lo enseñara a mi ni al resto de la calle.

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Alberto dijo:

OH...

Yo tengo una experiencia similar, recién cuando estrené mi Baume et Mercier, fui cierto día al banco a abrir una nueva cuenta, el tipo del escritorio que me atendía, se notaba claro que tenía cierto gusto por los relojes, me dí cuenta que veía mi reloj con insistencia, quería deducir la marca o algo similar, cuando lo veía a los ojos de inmediato retiraba la mirada y así por un rato.

Yo no hacia ningún movimiento para mostrarle el reloj que llevaba, sin embargo, después de tantas miradas, se retira el saco y la manga, se recagra en su escritorio y claramente me muestra su reloj, en una actitud competitiva obvia y de mal gusto, me mostró su maravilloso Nivada.

En fin, que para muchos un reloj demuestra la clase a la que pertenecen o su nivel de éxito....

Preferí esconder mi relojito y no caer en provocaciones ...



Saludos.

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