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Mi Swatch Fun Scuba, buceando con atunes (NUEVO VIDEO, DONDE ME ENTREVISTAN)
Bueno, otra excursión que os voy a enseñar de a donde me lleva mi trabajo. Pero esta tiene bonus acuático. Y como tenía que llevarme un reloj de buceo (tenía que hacer una grabación submarina), decidí usar otro de mis relojes/profundímetros que el habitual "titular" Aqualand I para acompañar a mi ordenador Mares (en esta ocasión sólo llevé un ordenador, pues era una inmersión poco profunda, y muy controlada). Escogí el Swatch Fun Scuba, un peculiar reloj/profundímetro, que cuando toca el agua se convierte en un reloj diferente a lo que es fuera del agua. Luego vereis porqué y como lo hace. Pongo este hilo en el general, porque creo que tiene interés más allá del reloj de buceo.
El Swatch Fun Scuba, llegando al puerto de l'Ametlla de Mar
Hace ya años que hay una granja de atunes frente a l'Ametlla de Mar, en Tarragona. Los atunes se capturan ya crecidos (aún no se ha conseguido criarlos en cautividad), se les pone en una especia de cesta gigantesca, y se les arrastra, poco a poco, hacia las redes/jaulas permanentes que hay en l'Ametlla de Mar. Alli se les alimenta con toneladas de pescado azul, hasta que les llega la hora de ser sacrificados y vendidos al mejor postor (los atunes se venden antes de ser sacrificados, a demanda).
Esta es una manera de comerciar con los atunes que tiene sus defensores y sus detractores. Nosotros estuvimos con uno de los responsables de la empresa, que nos dijo que todo está muy controlado, y que no es una granja de engorde de atunes. Si, llegado un tiempo, no han vendido todos los atunes a los que tienen derecho de tener (cosa que dudo que suceda), tienen que liberarlos.
Yo ya había ido hace unos años a hacer un reportaje sobre esta granja. He vuelto porque hace un tiempo que han empezado una nueva actividad, que les da unos ingresos extras. Organizan salidas para que los turistas puedan bañarse con los atunes. Por 42€ tienes el paseo en barco y el baño de una hora dentro de la red donde estan los atunes.
Le llaman Tuna Tour
El equipo del programa dels Matins de TV3 quiso hacer un reportaje sobre el tema, y al equipo habitual de un cámara y una periodista (que también se bañó con los atunes) me uní yo, para hacer las imágenes submarinas.
A los atunes se va en este gran catamarán (19 metros), muy estable y perfectamente preparado para que los turistas puedan cambiarse, ver unos vídeos informativos y tomar una copa de cava durante el viaje. A la vuelta, los que quieren también pueden tomar un poco de shushi de atún.
El capitán del barco se pone el gorro para recibir a los turistas. Mi compañero el cámara los espera desde fuera.
Uno a uno, el capitán saludó a todos los turistas.
Antes de salir de puerto, me enseñaron el cuadro de mandos del barco, y mi Swatch no se quiso perder el momento.
Hicimos dos salidas ese día. La primera era de un autobús de turistas rusos. Aqui reciben las explicaciones, con la ayuda de un traductor.
A mitad de camino. las redes donde se guardan los atunes estan muy cerca de la costa (a 5 kilómetros), pero hay tiempo para relajarse y tomar el sol. Especialmente si hace buena mar como ese día.
Las gaviotas nos acompañan. Saben donde vamos, y que seguramente podrán conseguir algún bocado de los peces que se tiran para atraer a los atunes.
Una foto desde la proa del catamarán
Con el barco junto a las redes, los submarinistas de la empresa explican como se hará la actividad
Aqui se pueden ver tres redes donde estabn los atunes. Tienen unos 50 metros de diámetro y llegan hasta 23 metros de profundidad (el fondo está a unos 35). En la primera han instalado dos corcheras para que los bañistas puedan agarrarse y contemplar los atunes, que nadan en círculos debajo de ellos.
Los bañistas, mirando desde el barco, antes de cambiarse
Mi compañero, grabando las redes dese arriba. Aqui pueden verse cuatro redes circulares más
Aqui ya me veis preparando el equipo. Los bañistas se tiran sólo con gafas y tubo. Quien quiere se pone aletas y traje de neopreno, pero no llevan escafandra autónoma. Eso sólo lo llevan los dos guías (una de ellas es la chica que me está ayudando) y, excepcionalmente ese día, yo. Un día a la semana organizan una actividad para bucear con los atunes (al doble de precio).
Acabando de ajustar el equipo. Podeis ver (sólo las correas, porque los llevo girados hacia mi) el ordenador de buceo en mi muñeca izquierda, y el Swatch en la derecha.
Ahora, ya equipado, y enseñándoos el Swatch (la gente flipaba viéndome hacer estas fotos)
Primer plano del Swatch Fun Scuba, junto a la caja estanca de la cámara de vídeo
Vámonos al agua. Ya se ven algunos bañistas detrás de mi
Uno a uno, agarrados a la corchera, viendo los atunes debajo de ellos. Estos, como eran rusos, se tiraron al agua sin traje (no estaba muy fría). Esa salpicadura que se ve a la izquierda es una caballa que tiraban desde el barco, para hacer que subiera algún atún
Ya equipado y en el agua, haciendo el OK, antes de sumergirme
Una de las guías, controlando desde el barco que todo está en orden, antes de sumergirse también
Listo para el "combate". El agua no estaba tan fría como para llevar capucha o guantes
Vamos a las imágenes submarinas. Todas estas fotos que veis son extraidas de fotogramas del vídeo. No bajé con cámara de fotos (no tenía ni tiempo, ni manos para ello), pero creo que aún se ven bien. Por cierto, con el frenesí del trabajo, me olvidé de hacer una imagen del Swatch Fun Scuba bajo el agua, pero luego vereis un vídeo de una de las inmersiones en el reloj, ya en seco.
Mi compañera, lanzándose al agua, para hacer la actividad
Una imagen partida de los bañistas dentro de la red, entre el cielo y el agua. Las gaviotas, omnipresentes
Uno de los submarinistas del barco, junto a los atunes, comprobando que todo esté en orden
Estos atunes eran tan grandes como yo. Hay unos 400 en cada red (eso dicen, aunque a mi me pareció que había menos), y pesan una media de 250kg. Realmente no dan ningún miedo. Son como pequeños coches que pasan a tu lado, pero no te hacen mucho caso
El submarinista del barco hacía vídeo con una pequeña cámara GoPro, que luego vendía a los turistas. Fijaos en el tamaño comparativo de los peces con él, aunque la cercanía del buzo deforma la perspectiva del tamaño
Una imagen de un atún solitario
Como ya he dicho antes, a los turistas se les daba algún pescado (ese día eran caballas) para acercar los atunes. Dejaban caer el pez, que se hundía. Cuando este llegaba a la altura de los atunes, el más atrevido lo engullía de un bocado, como el que se ve en esta foto. Este pasó a un metro de mi, y lo hizo a toda velocidad
Volviendo al barco. Las gaviotas siguen esperando su momento
Subiendo al barco, y comprobando que todo está en orden, tras haber pasado la caja estanca
Con los dos "niños" que bajaron conmigo en mis muñecas. Si el Swatch ya es grandecito, el Mares lo es mucho más, pero este no se lleva de copas. La gente volvió a flipar de que me hiciese estas fotos
El equipo de TV3, al completo. Mi compañera ya se había cambiado. Yo me lo tomé con más calma (estoy más acostumbrado)
De camino, enseñando los dos aparatos, con la gorra de Oris que me acababan de regalar hace poco en el encuentro de RE en Barcelona
En el viaje de vuelta nos ofrecieron un sashimi de atún, que estaba buenísimo. El Swatch tampoco quiso perdérselo
Ya de vuelta en la tele, devolviendo el equipo, y con la camiseta del Vostok Scuba Dude, que une dos de mis pasiones: el buceo y los relojes
Espero que os haya gustado el reportaje fotográfico. Lamento no haber hecho imágenes del reloj bajo el agua, pero estaba tan concentrado trabajando que ni me acordé.
Los vídeos aún no se han montado, pero yo os he hecho un editado de unos seis minutos, en los que hay imágenes exteriores y submarinas, para que os acerqueis aún más a lo que es esta experiencia (la mía, porque los bañistas sólo ven los atunes desde superfície, como mucho bajan unos metros en apnea).
Y por último, cuando llegué a casa grabé este vídeo de como reproduce el Swatch Fun Scuba (el mío es el modelo llamado Whale Rider, pero hay muchas variantes de diferentes colores) la última inmersión realizada. Cuando te metes en el agua, el reloj cambia automáticamente de manera de funcionar. No tiene bisel, pero la aguja minutera se pone a las 12, y comienza a contar el tiempo de inmersión. A su vez, la horaria se pone a 0 metros, y va marcando continuamente la profundidad a la que estas. Cuando sales del agua, vuelve a marcar la hora actual. Si presionas la corona, vuelve a recordar la última inmersión, de la que hace el perfil completo.
Tras apretar la corona, primero -y desde la hora actual- se pondrá a las 15:15 (como un test previo). Después, marcará la máxima profundidad que se ha hecho en la inmersión (en este caso, 17 metros) y el tiempo del buceo (33 minutos). A continuación va reflejando, minuto a minuto, que profundidad se alcanzaba. Normalmente, un perfil de inmersión suele llegar con relativa rapidez a la máxima profundidad, y se va subiendo gradualmente. Esta inmersión era especial, pues estaba grabando un vídeo y tenía que subir y bajar constantemente, para captar la relación entre los bañistas y los atunes. A lo mejor os vuelve un poco locos el vídeo, pero así se refleja más claramente el funcionamiento del reloj. Y es cortito.
Bueno, espero que os haya gustado la experiencia.
Otro día, más.
Bueno, otra excursión que os voy a enseñar de a donde me lleva mi trabajo. Pero esta tiene bonus acuático. Y como tenía que llevarme un reloj de buceo (tenía que hacer una grabación submarina), decidí usar otro de mis relojes/profundímetros que el habitual "titular" Aqualand I para acompañar a mi ordenador Mares (en esta ocasión sólo llevé un ordenador, pues era una inmersión poco profunda, y muy controlada). Escogí el Swatch Fun Scuba, un peculiar reloj/profundímetro, que cuando toca el agua se convierte en un reloj diferente a lo que es fuera del agua. Luego vereis porqué y como lo hace. Pongo este hilo en el general, porque creo que tiene interés más allá del reloj de buceo.
El Swatch Fun Scuba, llegando al puerto de l'Ametlla de Mar
Hace ya años que hay una granja de atunes frente a l'Ametlla de Mar, en Tarragona. Los atunes se capturan ya crecidos (aún no se ha conseguido criarlos en cautividad), se les pone en una especia de cesta gigantesca, y se les arrastra, poco a poco, hacia las redes/jaulas permanentes que hay en l'Ametlla de Mar. Alli se les alimenta con toneladas de pescado azul, hasta que les llega la hora de ser sacrificados y vendidos al mejor postor (los atunes se venden antes de ser sacrificados, a demanda).
Esta es una manera de comerciar con los atunes que tiene sus defensores y sus detractores. Nosotros estuvimos con uno de los responsables de la empresa, que nos dijo que todo está muy controlado, y que no es una granja de engorde de atunes. Si, llegado un tiempo, no han vendido todos los atunes a los que tienen derecho de tener (cosa que dudo que suceda), tienen que liberarlos.
Yo ya había ido hace unos años a hacer un reportaje sobre esta granja. He vuelto porque hace un tiempo que han empezado una nueva actividad, que les da unos ingresos extras. Organizan salidas para que los turistas puedan bañarse con los atunes. Por 42€ tienes el paseo en barco y el baño de una hora dentro de la red donde estan los atunes.
Le llaman Tuna Tour
El equipo del programa dels Matins de TV3 quiso hacer un reportaje sobre el tema, y al equipo habitual de un cámara y una periodista (que también se bañó con los atunes) me uní yo, para hacer las imágenes submarinas.
A los atunes se va en este gran catamarán (19 metros), muy estable y perfectamente preparado para que los turistas puedan cambiarse, ver unos vídeos informativos y tomar una copa de cava durante el viaje. A la vuelta, los que quieren también pueden tomar un poco de shushi de atún.
El capitán del barco se pone el gorro para recibir a los turistas. Mi compañero el cámara los espera desde fuera.
Uno a uno, el capitán saludó a todos los turistas.
Antes de salir de puerto, me enseñaron el cuadro de mandos del barco, y mi Swatch no se quiso perder el momento.
Hicimos dos salidas ese día. La primera era de un autobús de turistas rusos. Aqui reciben las explicaciones, con la ayuda de un traductor.
A mitad de camino. las redes donde se guardan los atunes estan muy cerca de la costa (a 5 kilómetros), pero hay tiempo para relajarse y tomar el sol. Especialmente si hace buena mar como ese día.
Las gaviotas nos acompañan. Saben donde vamos, y que seguramente podrán conseguir algún bocado de los peces que se tiran para atraer a los atunes.
Una foto desde la proa del catamarán
Con el barco junto a las redes, los submarinistas de la empresa explican como se hará la actividad
Aqui se pueden ver tres redes donde estabn los atunes. Tienen unos 50 metros de diámetro y llegan hasta 23 metros de profundidad (el fondo está a unos 35). En la primera han instalado dos corcheras para que los bañistas puedan agarrarse y contemplar los atunes, que nadan en círculos debajo de ellos.
Los bañistas, mirando desde el barco, antes de cambiarse
Mi compañero, grabando las redes dese arriba. Aqui pueden verse cuatro redes circulares más
Aqui ya me veis preparando el equipo. Los bañistas se tiran sólo con gafas y tubo. Quien quiere se pone aletas y traje de neopreno, pero no llevan escafandra autónoma. Eso sólo lo llevan los dos guías (una de ellas es la chica que me está ayudando) y, excepcionalmente ese día, yo. Un día a la semana organizan una actividad para bucear con los atunes (al doble de precio).
Acabando de ajustar el equipo. Podeis ver (sólo las correas, porque los llevo girados hacia mi) el ordenador de buceo en mi muñeca izquierda, y el Swatch en la derecha.
Ahora, ya equipado, y enseñándoos el Swatch (la gente flipaba viéndome hacer estas fotos)
Primer plano del Swatch Fun Scuba, junto a la caja estanca de la cámara de vídeo
Vámonos al agua. Ya se ven algunos bañistas detrás de mi
Uno a uno, agarrados a la corchera, viendo los atunes debajo de ellos. Estos, como eran rusos, se tiraron al agua sin traje (no estaba muy fría). Esa salpicadura que se ve a la izquierda es una caballa que tiraban desde el barco, para hacer que subiera algún atún
Ya equipado y en el agua, haciendo el OK, antes de sumergirme
Una de las guías, controlando desde el barco que todo está en orden, antes de sumergirse también
Listo para el "combate". El agua no estaba tan fría como para llevar capucha o guantes
Vamos a las imágenes submarinas. Todas estas fotos que veis son extraidas de fotogramas del vídeo. No bajé con cámara de fotos (no tenía ni tiempo, ni manos para ello), pero creo que aún se ven bien. Por cierto, con el frenesí del trabajo, me olvidé de hacer una imagen del Swatch Fun Scuba bajo el agua, pero luego vereis un vídeo de una de las inmersiones en el reloj, ya en seco.
Mi compañera, lanzándose al agua, para hacer la actividad
Una imagen partida de los bañistas dentro de la red, entre el cielo y el agua. Las gaviotas, omnipresentes
Uno de los submarinistas del barco, junto a los atunes, comprobando que todo esté en orden
Estos atunes eran tan grandes como yo. Hay unos 400 en cada red (eso dicen, aunque a mi me pareció que había menos), y pesan una media de 250kg. Realmente no dan ningún miedo. Son como pequeños coches que pasan a tu lado, pero no te hacen mucho caso
El submarinista del barco hacía vídeo con una pequeña cámara GoPro, que luego vendía a los turistas. Fijaos en el tamaño comparativo de los peces con él, aunque la cercanía del buzo deforma la perspectiva del tamaño
Una imagen de un atún solitario
Como ya he dicho antes, a los turistas se les daba algún pescado (ese día eran caballas) para acercar los atunes. Dejaban caer el pez, que se hundía. Cuando este llegaba a la altura de los atunes, el más atrevido lo engullía de un bocado, como el que se ve en esta foto. Este pasó a un metro de mi, y lo hizo a toda velocidad
Volviendo al barco. Las gaviotas siguen esperando su momento
Subiendo al barco, y comprobando que todo está en orden, tras haber pasado la caja estanca
Con los dos "niños" que bajaron conmigo en mis muñecas. Si el Swatch ya es grandecito, el Mares lo es mucho más, pero este no se lleva de copas. La gente volvió a flipar de que me hiciese estas fotos
El equipo de TV3, al completo. Mi compañera ya se había cambiado. Yo me lo tomé con más calma (estoy más acostumbrado)
De camino, enseñando los dos aparatos, con la gorra de Oris que me acababan de regalar hace poco en el encuentro de RE en Barcelona
En el viaje de vuelta nos ofrecieron un sashimi de atún, que estaba buenísimo. El Swatch tampoco quiso perdérselo
Ya de vuelta en la tele, devolviendo el equipo, y con la camiseta del Vostok Scuba Dude, que une dos de mis pasiones: el buceo y los relojes
Espero que os haya gustado el reportaje fotográfico. Lamento no haber hecho imágenes del reloj bajo el agua, pero estaba tan concentrado trabajando que ni me acordé.
Los vídeos aún no se han montado, pero yo os he hecho un editado de unos seis minutos, en los que hay imágenes exteriores y submarinas, para que os acerqueis aún más a lo que es esta experiencia (la mía, porque los bañistas sólo ven los atunes desde superfície, como mucho bajan unos metros en apnea).
Y por último, cuando llegué a casa grabé este vídeo de como reproduce el Swatch Fun Scuba (el mío es el modelo llamado Whale Rider, pero hay muchas variantes de diferentes colores) la última inmersión realizada. Cuando te metes en el agua, el reloj cambia automáticamente de manera de funcionar. No tiene bisel, pero la aguja minutera se pone a las 12, y comienza a contar el tiempo de inmersión. A su vez, la horaria se pone a 0 metros, y va marcando continuamente la profundidad a la que estas. Cuando sales del agua, vuelve a marcar la hora actual. Si presionas la corona, vuelve a recordar la última inmersión, de la que hace el perfil completo.
Tras apretar la corona, primero -y desde la hora actual- se pondrá a las 15:15 (como un test previo). Después, marcará la máxima profundidad que se ha hecho en la inmersión (en este caso, 17 metros) y el tiempo del buceo (33 minutos). A continuación va reflejando, minuto a minuto, que profundidad se alcanzaba. Normalmente, un perfil de inmersión suele llegar con relativa rapidez a la máxima profundidad, y se va subiendo gradualmente. Esta inmersión era especial, pues estaba grabando un vídeo y tenía que subir y bajar constantemente, para captar la relación entre los bañistas y los atunes. A lo mejor os vuelve un poco locos el vídeo, pero así se refleja más claramente el funcionamiento del reloj. Y es cortito.
Bueno, espero que os haya gustado la experiencia.
Otro día, más.
Archivos adjuntos
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, aunque todavía no sé si me ha impresionado más el Tuna Tour o ese Fun Scuba que nos has enseñado al final. 
